El Instituto Claudio Moyano, en Castilla y León, está a la altura de Finlandia. La formación del profesor, los idiomas y reforzar asignaturas son algunas de sus claves
“¿Ves? No se oye nada”. Estamos en el
instituto Claudio Moyano, un imponente edificio modernista situado en el centro
de la ciudad de Zamora (63.831 habitantes), al oeste de Castilla y León. Y sí,
como dice la directora, María del Tránsito Martín, no se oye un alma. No hay
gente por los pasillos ni en la cafetería. Todos están en clase en este centro
en el que la verja de entrada siempre está abierta. Es un viernes lectivo. Han
pasado tres días desde que Castilla y León se coronó como la región
española con mejores resultados en el informe
PISA, la evaluación internacional más conocida del mundo.Es la
primera de España en ciencias y comprensión lectora y la segunda en
matemáticas. Está al nivel de países como Singapur, Finlandia o Canadá. Y
eso que no es ni la más rica —tiene 1.300 euros menos de renta que la media
nacional— ni la que más invierte en educación (en el sexto puesto de España).
El instituto zamorano, con 735 alumnos y
86 profesores, participó en PISA en 2012. Quedó por encima de la media
internacional, de España y de la propia Castilla y León. Aquí se dan algunas de
las claves que la región da para su éxito: Chicos respetuosos que “vienen
educados de casa”, un ambicioso programa de formación de profesores,
actividades específicas para mejorar la convivencia, el refuerzo en lengua y
matemáticas y el peso de los idiomas. Es un centro bilingüe en inglés, con
secciones específicas en portugués, francés y alemán.
A la directora le dieron los resultados en
2015. Asegura que no le preocupa demasiado una clasificación que tiene a los
dirigentes de distintas regiones buscando todo tipo de explicaciones para su
bajada o su posición en la tabla. Desde Andalucía, que cuestiona la validez científica de la
prueba de la OCDE a Cataluña, que culpa de sus datos a los alumnos inmigrantes. “Si
acaso nos parecemos en algo a Finlandia es en el frío”, dice con humor Martín.
Los cinco grados que se registran en el exterior hielan las manos en menos de
un minuto.
Atender a los alumnos por separado
La ecuación que ha pintado Francisco Ruiz
con tiza ocupa toda la pizarra. Siete chicos y cuatro chicas de 12 años (1º de
la ESO) siguen sus explicaciones casi sin pestañear. “Hay sumas, restas,
multiplicaciones y divisiones. ¿Qué tengo que hacer primero?”. “Sumas”, dicen
varios a media voz. Es una clase de desdoble de matemáticas. Hace más de 20
años, según la directora, que el centro separa a los estudiantes en el primer
curso en lengua y matemáticas para corregir el nivel de los que van más
atrasados sin desmotivar a los que saben más. “Llegan de colegios distintos y
con niveles diferentes, por eso es importante separarlos”, explica Ruiz,
profesor desde hace 24 años que entró en el Claudio Moyano el curso pasado.“Me
llevé una sorpresa. Nunca había visto tanta facilidad para poder atender a
alumnos por separado”, asegura.
Según han denunciado distintos sindicatos
docentes, los desdobles se han resentido en España con los recortes y la crisis, aunque no
existen datos globales sobre este asunto. Ruiz pasó parte de su carrera en la
escuela rural, otra de las claves que Castilla y León sitúa en el centro de su
éxito por tener hasta cuatro alumnos por profesor y “casi clases particulares”.
En esos años abrió un blog en el que colgaba vídeos para los alumnos que no
podían ir a clase por las nevadas y que ahora ofrece a los que tienen más
dificultad para seguir la clase.
Cuatro plantas más arriba, la profesora
Sonia Alejo usa el viaje “de un bocadillo de chorizo” desde la boca al estómago
y más allá para explicar a 15 alumnos de 3º de la ESO (14 años) las partes del
aparato digestivo sin que se oiga de nuevo una mosca. “Aquí no perdemos un
segundo en mandarlos callar”, asegura Alejo. Uno de cada cuatro docentes
españoles emplea el 20% del tiempo de clase en intentar mantener el orden,
según el informe
TALIS de la OCDE (2013), centrado en el papel de los
profesores. España está ligeramente por encima de la media en esta variable
(perder tiempo en mantener la disciplina) que el informe sitúa como un elemento
clave para que el aprendizaje “pueda desarrollarse con garantías”.
La profesora de Biología, exalumna del
Claudio Moyano, asegura que lleva “más de 30 cursos de formación” desde que
sacó su plaza en 2010. “Es el cuento de nunca acabar”. Casi el 70% de los
docentes del centro hacen cursos, según la directora. El profesor es clave para
que el modelo funcione, como repiten hasta la saciedad los informes y
especialistas internacionales. “Con la crisis ha bajado la inversión pública en
formación, la gente tiene que pagárselo de su bolsillo”, explica Enric Prats,
profesor de pedagogía Internacional de la Universidad de Barcelona. Según el
informe TALIS, el 67% de profesores españoles aseguran haber participado en
cursos y talleres, en la media de la OCDE, sin que esto parezca haber influido
en una mejora clara al menos en PISA. “La cuestión es saber qué efectos tienen
esos cursos en la práctica docente”, añade Prats.
Para mejorar la enseñanza en un instituto,
según este experto, es fundamental “tener proyectos lingüísticos o tecnológicos
que lleven al equipo docente a una situación de cohesión”. En el Claudio Moyano
están las secciones lingüísticas en cuatro idiomas. El filósofo José Antonio
Marina, autor del Libro Blanco para la Formación docente encargado por el
Ministerio de Educación, hace también hincapié en este tipo de proyectos y
otros que faciliten en cuestiones como “el trato y la convivencia”.
La profesora Laura Cárdenas coordina desde
una pequeña aula la convivencia del instituto zamorano. Cuenta con dos
estudiantes por clase para ese proyecto, con los que analiza si hay peleas
entre los chicos. “En un clima de respeto se trabaja mejor”, asegura. Lleva 26
años dando clase y pasó más de 10 en otros destinos, como Mallorca. Recuerda
que era “mucho más difícil” mantener la atención de sus alumnos mallorquines.
“La diferencia fundamental es que los chavales movían mucho dinero en trabajos
temporales y eso les hacía perder interés por el estudio. Aquí los alumnos y
las familias son más sobrios”.La sobriedad, el “estilo castellano de hacer las
cosas” que ha puesto encima de la mesa el consejero de Educación
castellanoleonés, Fernando Rey, para explicar por qué la región más extensa de
España luce en educación. La misma sobriedad con la que, cuando suena el timbre
a las dos y cuarto de la tarde, los alumnos abandonan el Claudio Moyano casi
sin estruendo, casi en fila, por la puerta principal de un instituto del centro
de Zamora cuya verja siempre está abierta.
LA CLAVE FAMILIAR
Iris quiere
estudiar Derecho o Psicología en la universidad. Todavía le faltan unos años.
Está en 3º de la ESO en el instituto Claudio Moyano de Zamora, donde saca
“ochos y nueves” y ejerce de alumna ayudante en el programa de convivencia en
su centro. El padre es ingeniero y su madre, profesora de Plástica. Y, aunque
asegura que no los suele necesitar para hacer sus tereas, puede que le ayuden
más de lo que cree.
El nivel
educativo de los padres es el factor no escolar que más afecta en educación,
según el informe PISA. Y en este centro castellanoleonés, la mayoría de los
chicos provienen de familias con estudios superiores: profesores, médicos,
abogados... “Zamora es una ciudad de funcionarios”, dice la directora.
Casi el 80% de
los padres de los alumnos de Castilla y León que participaron en PISA tienen un
nivel medio alto (al menos uno con bachillerato o FP de grado medio) o alto
(titulaciones universitarias). Está por encima de España (75%) y por detrás de
lamedia de la OCDE (89%) y de la UE (88). También es menor que otras autonomías
con peores resultados, como Cantabria, Aragón, Asturias, según datos del
informe español de PISA, que detalla que precisamente el País Vasco, donde los
resultados se han resentido de forma significativa en esta última prueba, es
donde se da el nivel más alto de formación de las familias de toda España, con
un 87% en niveles medio alto y alto.
“Los padres con
más nivel social y más formación controlan más a sus hijos”, explica David
Matías, uno de los jefes de estudios del Claudio Moyano “No es que el resto de
familias no se preocupen, pero lo hacen de otra manera. Si un alumno llega a
casa y les dice que no tiene tarea, por ejemplo, deben estar pendientes y
decirles que repasen aunque no tengan deberes”.
Comentario de
Carlos A. Trevisi
PISA viene demostrando que su itinerario está en la línea del
sistema. Sus evaluaciones, que oportunamente contaron con mi aprobación (ya no,
claro), se caracterizan `por satisfacer la necesidad de una burquesía que
no tiene cómo acceder a las respuestas que exige un mundo que atribuye a
las izquierdas radicales la responsabilidad del desaguisado que vivimos
en todas partes. Me preocupa que se diga que "los padres
con más nivel social y más formación controlen más a sus
hijos" y se agregue "no es que el resto de las familias no se
preocupe PERO LO HACEN DE OTRA MANERA". El párrafo final es de colegio de
curas del siglo IXX: Si un alumno llega a casa y dice que no tiene
tarea por ejemplo, deben estar pendientes y decirles que "repasen"
aunque no tengan deberes". Agrego yo : "tenéis que estudiar para
tener éxito en la vida; a propósito, recordad hijos míos que mañana tnemos que
ir a misa a dar gracias al Señor por los dones que recibimos".
Me recuerda a Maruhenda que hace unas pocas horas -10 de diciembre en la
Sexta Noche- alucinaba desde su incapacidad -o ideología- diciendo que
los adinerados tienen mayor capacidad de entrega para cubrir las
necesidades de los pobres que los mismos pobres. Una verdadera verguenza para un
periodista que no distingue entre quien dispensa sus dineros y un pobre
que dispensa su ternura. Los primeros abran sus monederos; los segundos
su corazón; los unos dan, los otros se dan.
Os ruego que visitéis
http://guadarramaenmarcha.blogspot.com.es/2016/03/el-papa-contra-los-que-no-quieren-ver.html recordando, según leáis cada línea, que no soy un mea-pilas: soy
agnóstico.
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