viernes, 23 de diciembre de 2016

DOS GRANDES LECTORES: UN MENEM CACHONDO Y UN RAJOY DEPORTISTA,

Carlos A. Trevisi

En una ocasión el que fuera presidente de la Argentina, un tal Menem, manifestó haber leído LAS NOVELAS DE BORGES. Recientemente Rajoy, el actual presidente de ESPAÑA,  hizo referencia a Borges endilgándole un nombre de pila equivocado: Lo llamó JOSÉ LUIS BORGES. No es lo único que tienen en común: la Argentina se caía en pedazos y MENEM decía que ÍBAMOS BIEN"; del mismo modo, Rajoy habla de un crecimiento promisorio durante el próximo año con alta capacidad de creación de empleo mientras va vaciando la hucha de las pensiones vaya uno a saber para qué dado que el gobierno miente a más no poder.


Por lo visto el camino hacia la presidencia de algunos países impulsa a todos aquellos que se debaten entre la ignorancia -que de ningún modo es falta de inteligencia sino más bien de conocimientos- y la osadía, propia de los que viven del halago y la adulación.


El problema, sin embargo, va más allá de la ignorancia de estos personajes: entra en el ámbito del terror cuando los "capos" de las comunidades a las que pertenecen (la UE, por ejemplo) se dan cuenta de que no pueden participar porque las decisiones se toman 
en los corrillos "hablando en inglés", de pie y entre sonrisas, sin traductores simultáneos. Basta con verlo a Rajoy sentado en solitario a alguna mesa con la mirada perdida, entre otras cosas porque a nadie le interesa que intervenga y no sabe algo que sabe cualquier pelagato jugador de fútbol:hablar la sajona lengua. 

Se lo ve suelto, sin embargo,  cuando sale a correr por las mañanas, pese a que el movimiento de sus brazos contradice lo habitual en la materia: sus antebrazos suben más de la cuenta, como mostrando una cierta originalidad ajena  a cualquier estilo conocido. Su satisfacción tendrá que ver, seguramente, con que mientras "ille currit" no tiene que contestar los sabios interrogatorios al que lo someten habitualmente los periodistas: "¿Qué piensa acerca de la decisión de Aznar de renunciar como presidente honorario del PP?; solo sonríe hundiendo los labios en una boca que cobra dimensiones clownescas. En esto no se parece a Menem que es un cachondo que sería capaz de invitar al periodista a correr a su lado para ver como se ahoga por falta de entrenamiento. 
En fin, se dice que Aznar renunció a la presidencia honoraria del PP porque no soporta que un bicho tan extraño como el que él mismo propuso se vaya quedando con todo. No obstante, el hecho de poder replegarse a su casa y compartir una "relaxing cup of coffe" con su esposa y los recuerdos que le depara el casamiento de su hija  en el Monasterio de El Escorial, a lo que habría que agregar la distinguida presencia de los Directivos de la Gurtel y aquella famosa reunión que sostuvo con lo más granado de la política internacional con motivo de la Guerra de Irak apoyando, cigarro en mano, los pies sobre la mesa ratona, galona su historia como muy pocos politicos lo logran.







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