El Arzobispado de Mendoza examinará psicológica y psiquiátricamente a curas y monjas
Franzini pedirá declaraciones juradas a los diocesanos que trabajen con menores
Redacción, 06 de diciembre de 2016 a las 22:06Lo que ocurrió es un delito, proviene de alguien que tiene una patología, es una aberración y no tiene nada que ver con el celibato. No confundamos
(MDZOL).- Con el diario del lunes sobre la mesa y tratando de responder a los reclamos de algunos legisladores, la Iglesia mendocina asumió el compromiso de examinar psicológica y psiquiátricamente a curas y monjas que estén en contacto con sectores vulnerables.A una semana y media de que la policía detuviera a dos sacerdotes y tres civiles acusados de abusar de niños y niñas que concurrían al Instituto Religioso para hipoacúsicos Antonio Próvolo de Luján de Cuyo y luego de la reunión, que a puerta cerrada, mantuviera con diputados y senadores, el arzobispo de Mendoza, Carlos María Franzini, se comprometió a someter a periódicos análisis psicológico-psiquiátricos a aquellos religiosos que trabajen en contacto directo con criaturas y adultos mayores.De ese modo, Franzini dio respuesta a uno de los pedidos de los senadores y diputados de las comisiones de Educación y Desarrollo Social que se trasladaron esta mañana a la sede del Arzobispado de Mendoza, Catamarca de Ciudad, para analizar los aberrantes casos registrados en el Antonio Próvolo.Una vez más, el padre Marcelo De Benedectis habló en lugar de Franzini, quien evitó a la prensa porque, según dijeron desde la sede: "Él ya no tiene nada para decir; lo que tenía que decir, lo dijo en la última conferencia de prensa".Como vocero del Arzobispado, De Benedectis comentó que "a partir de ya mismo" comenzarán a pedir declaraciones juradas a los religiosos que sean enviados desde distintas órdenes a nuestra provincia. En las mismas, según especificó, deberán consignarse todos los antecedentes de comportamiento, denuncias -comprobadas y no-, características personales -carácter, sano juicio, adicciones-; "todo lo que haga a que el sacerdote o una religiosa puedan o no llevar adelante la misión encomendada en la Iglesia", resumió el sacerdote al tiempo que indicó que "si no se pidió antes fue porque no hubo necesidad de hacerlo. Nunca tuvimos denuncias de tal calibre y repercusión", adujo.Junto con estas declaraciones juradas y atendiendo al pedido de los legisladores, el Arzobispado encargará pruebas psicológicas y psiquiátricas para los religiosos que estén en contacto con niños, niñas, adolescentes y adultos mayores; es decir, con todas aquellas personas que formen parte de grupos vulnerables.Más allá del compromiso de palabra, De Benedectis no supo indicar a partir de cuándo comenzarán con estos exámenes: "Vamos a ir viendo. No se puede hacer algo compulsivo a todos; sino que se irá haciendo de acuerdo a las necesidades", manifestó, celebrando, en la misma línea, "el espacio de comunicación interesante" que se abrió con los parlamentarios.Seguidamente, sobre el futuro de los curas del Próvolo detenidos, acusados de violar a criaturas hipoacúsicas -Nicola Corradi y Horacio Corbacho-, De Benedectis apuntó: "Podrían perder el estado clerical".En otro orden, el sacerdote separó lo ocurrido con la estructura célibe que caracteriza a la Iglesia Católica. "Lo que ocurrió es un delito, proviene de alguien que tiene una patología, es una aberración y no tiene nada que ver con el celibato. No confundamos. Esto es un delito mientras que la opción del celibato es como la opción matrimonial. El que decide casarse no es un enfermo", distinguió De Benedectis.Además, los legisladores solicitaron que, a partir de lo ocurrido, la Iglesia realice una especie de "censo" de sacerdotes y monjas que trabajen vinculados a poblaciones vulnerables y que, juntos, confeccionen un protocolo de tratamiento para niños y niñas.Finalmente, en voz baja, algunos senadores manifestaron que, durante la reunión, "Franzini se ubicó más allá del bien y del mal. Descansando en De Benedectis y en el obispo auxiliar".Agregaron que "para esconder a un elefante que tenés en la calle San Martín... ¿cómo hacés?... pues metés a otros miles de elefantes. Eso mismo está haciendo la Iglesia con esto de las declaraciones juradas. ¿Me vas a decir que no se sabía nada?", preguntó retóricamente uno de los parlamentarios presentes.
Lancemos a la calle nuestra conciencia comunitaria, despertemos los valores ancestrales que han regido nuestra forma de vida a partir de una educación que no puede permanecer desactualizada; nuestra voluntad, para terminar con los miserables mentirosos que se felicitan por haber salvado a una España que dicen que crece mientras la ciudadanía vive tremendos desasosiegos para mantener a los niños, a sus jubilados y llegar a fin de mes con los míseros sueldos que cobran.
jueves, 8 de diciembre de 2016
CURAS Y MONJAS AL PSIQUIATRA
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