Hola Carlos Ángel
Trevisi:
Seguramente ya lo has leído en los medios, pero quería asegurarme de
que terminas la semana con una muy buena noticia:
¡Hemos ganado la batalla contra
las reválidas!
El Ministerio de Educación y las Comunidades Autónomas enterraron las
reválidas durante una reunión el pasado lunes: habrá una prueba final de
Bachillerato que servirá para entrar en la Universidad y muy similar a la
Selectividad. En cuanto a la prueba de la ESO, no tendrá efectos académicos y
será muestral (sólo tendrán que realizarla algunos alumnos elegidos por las
comunidades) y de diagnóstico.
Esto significa que el millón de firmas que hemos recogido, la presión
mediática (cientos de apariciones en medios y entrevistas acerca de esta
campaña), el whatsapp viral que difundimos por toda España y la entrega de
firmas que hicimos en el Ministerio han funcionado. Por eso, desde hoy la
petición que inicié contra las reválidas queda marcada, ahora ya de forma
definitiva, como lo que es: una increíble victoria de todos nosotros y nosotras.
Aún así, aquí no acaba todo. Cuando me reuní con el Ministro de
Educación el pasado 14 de septiembre, le pedí dos cosas: primero, que retirara
las reválidas; segundo, que trabajase duro por aprobar un Pacto por la
Educación. Ya hemos conseguido lo primero y el pacto parece que va a llegar,
pero tenemos que asegurarnos de que llega cuanto antes.
Me
encantaría que los que preparen este Pacto tengan en cuenta todas la opiniones,
tanto de los partidos políticos como, por supuesto, de los profesores, padres y
también de los estudiantes. Por eso estoy trabajando con el equipo de Change.org
para ver cómo podemos garantizar que el millón de firmantes de esta petición
participamos en el proceso.
Por supuesto, no puedo terminar sin daros las gracias a todos los
firmantes, a padres y madres de toda España, a profesores, sindicatos de
estudiantes y otras organizaciones que me han ayudado uniéndose a la campaña.
Mil gracias por acompañarme en esta aventura. Cuando hace tres meses
inicié mi petición desde mi dormitorio en San Fernando (Cádiz), no podía
imaginarme todo lo que íbamos a conseguir.
Pronto volveremos a la carga para ser escuchados en el Pacto por la
Educación.
Isidoro Martínez
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