sábado, 1 de agosto de 2015

SER O...

Se "es" en la medida en que nuestro "yo" se nutra de aquellos aspectos de la realidad que, elegidos debidamente, satisfagan nuestros proyectos de vida, desde la creación de una familia  hasta los más intrincados rincones del conocimiento a los que apelamos para alcanzar la sabiduría. Es cada vez más difícil lograrlo. La crisis de la familia es palpable y alcanzar el conocimiento -no ya la sabiduría, solo el conocimiento- dadas las circunstancias, casi imposible. Y cuando me refiero al conocimiento no hablo de conocimientos académicos. De ningún modo. Me refiero a ver leyendo la realidad entresacando aquellos datos que hacen a nuestros proyectos según y conforme a nuestras posibilidades. 
Es cada vez más difícil "ser". Los distractores nos van alejando de una realidad que fue originariamente  nuestro punto de partida. El fútbol, la televisión y  un afán de prestigio, entre otras muchas cosas, han ido desplazando nuestros intereses hacia lo trivial, lo efímero.
Hace algunos años, en una entrevista radiofónica que hicimos al filósofo y antropólogo Carlos Berbeglia, abordamos el tema del  "yo",  del "super yo" y otros menesteres vinculados. (Os invito a que lo leáis; no tiene desperdicio http://www.fundacionemiliamariatrevisi.com/bicentenario/ENTREVISTABERBEGLIA.htm)

[...]
TREVISI:  ¿Qué descubriste como para poder aceptar tu yo y expresarlo de esa manera?
BERBEGLIA: Lo descubrí a lo largo de mi historia. No es tan difícil, es cuestión de ponerse a pensar con un mínimo de autenticidad, y las cosas salen. Ya hemos hablado muchas veces de esto.
           
TS: Sí, sin duda, pero quiero que lo escuchen los demás.
             B: Es cuestión de pensarlo.
           
TS: ¿Es cuestión de pensar el yo? Es una actitud de vida.
             B: Es cuestión de pensar…
           
           TS: No de pensar el yo.
            B: El yo nace sólo.
           
TS: Después de haber pensado ¿nace? ¿Mientras se piensa va naciendo?
            B: Siempre y cuando el pensamiento sea un pensamiento autónomo.
           
TS: ¿Quiere decir que no puede haber ninguna forma de dependencia en el pensamiento?
            B: Sí, sí, y las hay.
           
TS: A ver, ¿cómo es eso?
            B: A veces es preferible no pensar a creer que se piensa con independencia. Vamos a dar algunos ejemplos: acá en Argentina muchos creen que piensan porque asisten a la universidad, son profesores, acceden a muchos medios culturales, tiene difusión lo que dicen, tienen cartel, son escuchados, están comprometidos política y económicamente, en fin, son lo que socialmente llamamos personas destacables; pero el término mismo, persona, alude a Prosofon -que creo que quiere decir máscara-; muchas veces conviene no rascar debajo de estas máscaras porque las cosas que aparecen nos defraudan. Yo creo que, defraudar es peor que sentirse defraudado, y lo que yo no quisiera es eso, defraudar.
           
TS: En realidad, a lo que uno aspira es a estar en el otro, no para ser el otro sino para descubrirse uno mismo en el otro.
            B: Claro.
           
TS: Eso de la persona que es una máscara suena medio peyorativo. Para mí, persona es aquel que se ha logrado diferenciar en la escala y ha pasado de individuo a ser tal otra cosa: persona. Los latinos llamaban “persona trágica” a las máscaras del teatro. La máscara representa lo que aspiramos a ser y la puesta en escena el camino hacia esa aspiración.
            B: Coincido
           
TS: A mi me gusta la palabra persona. Para mí, persona es aquél que está en plena consumación de su realidad; que se ha visto en el mundo, que se ha visto a sí mismo y se lanza a modificar circunstancias para poder seguir siendo él. Por eso, a ellos, meros individuos, los llamo “personajes”.
            B: Ah! Bueno, me gusta más. [...] Sigue

Llegado a este punto no puedo menos que vincular el "ser" con el "tener". El ser está en nuestras manos; el tener, en manos del mercado. Y todo indica que nos están aplastando las posibilidades de "ser". El "dios mercado" maneja todo, hasta nuestros afectos. Habrá que seguir luchando, inculcar a nuestros jóvenes que ellos pueden "ser" a pesar de las despiadadas circunstancias en las que estamos viviendo.

En Guadarrama a 1 de agosto de 2015

Carlos A. Trevisi

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