jueves, 26 de marzo de 2015

LA PUBLICIDAD Y LA SOCIEDAD DE CONSUMO

por Alejandro Trevisi

Los medios de comunicación tienen un papel preponderante en este mundo que nos toca vivir. La televisión, el medio masivo por excelencia, nos aborda   con mensajes decisivos y contundentes. Si ordenamos los mensajes en orden al consumo, la publicidad se lleva las palmas. Su objetivo - lanzar un producto al mercado para su comercialización- no siempre atiende a las necesidades de su público: las crea. Su meta es vender desde el producto que promociona y no desde la necesidad de la gente. La publicidad se vale de modelos ideales, todos ellos asociados al éxito -contradictorios las más de las veces, como cuando se promociona tabaco o bebidas alcohólicas utilizando deportistas - lo que empuja a la gente a seguir las  pautas propias del consumismo: el gasto en satisfacción de intereses distintos de los de la compra misma..
El hombre pierde protagonismo. No sale al encuentro del otro:  va al encuentro de las cosas y se refugia en los bienes materiales. El sistema es el gran responsable. Erosiona los valores morales de la sociedad rompiendo la relación del hombre con el hombre e invitando a la  inestabilidad social.

Un sociedad consumista -distinta de una sociedad  que consume- disimula los altibajos económicos de la gente, su pobreza, invitándola a disfrutar, en un acto de paroxismo, de las luces que otros encienden y apagan por ellos en las grandes superficies comerciales: el paseo de los pobres (Y también de los angustiados, que en el consumo de lo innecesario, aligeran sus pesares)

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