Carta a un amigo.
por Carlos A. Trevisi
Estimado Antonio Nolo Questiones
Hace 40 años un cura amigo, que
me conocía de arriba abajo (como yo lo conocía a él, algún día te contaré; vale
la pena) me dijo más o menos textualmente: la acción te va a agotar y te vas a
quebrar. A esta altura de tu vida hay otro camino: dar testimonio de la mierda
que te rodea, pero lejos de ella para no contaminarte.
La percepción (mirar) te
acercará a la realidad; piensa de modo de abordar la información (ver) para
transformarla en reflexión. Tu trabajo es elaborar una estrategia para poder
alcanzar un conocimiento que te autorice a “ver” con claridad y actuar en
consecuencia. Cuando “veas” te darás cuenta que el mundo de los principios no
existe sino en tus adentros y que lo que te rodea son meras circunstancias que
se cagan en la verdad.
Por supuesto no le hice caso y
me lancé a la lucha. No me arrepiento porque conocí mucho metiéndome en la
mierda, mucho más que dando testimonio.
Disculpa las groserías, pero
estoy entrando en ebullición
Ahora que andamos cerca de los
setenta, como dices tú, necesitaría otros 30 años de vida para poder poner mi
estrategia en acto. Pero no es posible; yo ya no puedo gerenciarla: estoy cansado,
soy escéptico –que no pesimista- y me cabe sólo seguir investigando,
escribiendo y escuchando a los que más saben.
Lo que sigue es largo, pero con
paciencia llegarás al final.
Un fuerte abrazo de un amigo sincero.
Los
porqués de un mundo caótico
"Si hallara la
manera de liberarme de Sadam Hussein, aunque fuera contratando a alguien para
que lo matara, por ejemplo si la CIA se encargara de tales
cosas, en caso de que las haya hecho alguna vez, yo abogaría por
ello" (Nixon -republicano-, La
Nación de Buenos Aires, lunes 15 de abril de 1991). Una declaración de
"principios" que no traicionó con Allende en Chile: Kissinger y la CIA se ocuparon de todo.
"Para
acabar con el concepto superado de Estado-Nación, debemos [...] inventar
organismos con objetivos limitados, con responsables elegidos caso por caso.
Así llegaremos, comiéndolas pedazo tras pedazo, a terminar con las
soberanías nacionales”. Así opinaba (y actuaba en consecuencia) Richard
Gardner, redactor de los documentos básicos de la Comisión Trilateral
en abril de 1973, mientras Kissinger -canciller de Nixon, republicano-
intervenía en Chile como promotor y ejecutor material -envío de armas
inclusive- de la caída de Allende -1973) y Brzezinski
enterraba los estado-nación -New York Times, 1º de agosto de 1976- ("...en
nuestros días el estado-Nación ha dejado de cumplir su papel) y Tannenbaum
echaba las bases del nuevo mundo: "...las compañias multinacionales ofrecen una base
práctica para el futuro desarrollo mundial, ya que están más interesadas en las
realidades del servicio comercial e industrial que en los símbolos de la
soberanía", amén de Rockefeller y
varios más, todos ellos mentores de la globalización y agentes del poder económico
que apuntaba a la globalización
¿Qué es lo que pretendían? Pues, reorientar
los capitales que habían quedado "girando en seco" cuando la
bipolaridad (el eje Washington-Moscú) terminó con el armamentismo. Los
capitales que se le destinaban, ahora improductivos, se deslizarían hacia
bienes para el crecimiento, pésimo negocio para quienes habían vivido de la
venta de armas que, como todos sabemos, se cotizan según las urgencias del que
las compra, mientras que aquellos cotizan a precio de mercado.
David Rockefeller en
abril de 2002 decía: "Mi objetivo es sustituir la
soberanía de los pueblos por una elite de técnicos y financieros que gobierne
en el sombra". (David Rockefeller. Banquero estadounidense, actual
patriarca del clan Rockefeller).
Hacia
1973 apuntaron estos caballeros al petróleo como objetivo y al control de la
producción y distribución de toda la energía mundial como meta. Fue así como se
constituyó la "Trilateral Comission",
que integraron los árabes, poseedores del petróleo; la Exxon y la Dutch Oil , empresas que
lo extraerían y la banca internacional que financiaría la gestión tripartita;
aunque, por supuesto, según la versión oficial, la Trilateral la constituían
Japón, Estados Unidos y Europa. (Es asombroso el
desconocimiento que se tiene de esta Comisión. Nadie habla de ella ni del
año 73 cuando se constituye).
Corría
1974 cuando la mentada comisión dio sus primeros pasos en la comercialización y
distribución del petróleo y la red energética mundial: desató la crisis
del petróleo que conmovió al mundo y de la que no quedó exenta Estados
Unidos.
Su
estrategia era transformar a las naciones ricas –Argentina, Brasil- en meras
productoras de insumos críticos que se comercializarían en otras latitudes, por
ejemplo en el Sudeste Asiático, donde el bajo costo de la mano de obra
alentaría la producción de bienes a precios irrisorios.
No
es de extrañar que fuera así. El "orden" económico-financiero
ha aspirado desde siempre y por todos los medios a racionalizar la
inversión global con el objeto de garantizar grandes márgenes de rentabilidad.
En pos de tal objetivo ha prescindido de los intereses de las naciones, de sus
gentes, aniquilando sus andamiajes político-institucional y socio-económico, de
modo tal que el primero pasara a ser una mera formalidad y el segundo sumiera a
los pueblos en una indigencia que no debería sernos ajena: el 70% de la
población mundial se debate entre el hambre y las pestes. Contrariamente
a lo que se estima de habitual, esta escalada contra las naciones-estado afectó
también a Estados Unidos.
Reagan
Fue
durante los gobiernos Bush padre, el de la Guerra del Golfo, y de Reagan, el intrépido cowboy de más 50 películas esperpénticas, que
comenzó el vaciamiento de USA. El poder económico transformó los
ejércitos yankees en custodios de su accionar, empujándolos a la Guerra del Golfo donde
quedó bien claro que reinaba indiscutido.
Sadam
Hussein le dio la excusa invadiendo Kuwait y el poder económico supo
aprovecharla. La supeditación de Estados Unidos dejó el camino expedito
para la implantación del más salvaje capitalismo que jamás se haya visto.
Sometió, sobre todo a los países iberoamericanos: una sucesión de golpes
militares, hacia mediados de la década del setenta, empujaron a sus
pueblos al padecimiento de las dictaduras más oprobiosas que ha conocido
la historia del mundo occidental.
El
resultado de estas políticas ha culminado en su postración definitiva; la
falaz abundancia de los países del sudeste asiático, que junto con el
incremento de sus PIBs vieron crecer la prostitución y el sida, o la tragedia
sin remedio de un continente africano cuyas miserias ni se discuten, como no
sea para impedirles el paso en su fuga hacia la comida y el trabajo.
"Si
usted es dirigente de una corporación transnacional no le preocupará
excesivamente que USA se esté desintegrando. Lo importante para usted es que
Estados Unidos mantenga una poderosa máquina militar capaz de proteger sus
intereses -los de la corporación que usted dirige en el extranjero, siempre y
cuando, al mismo tiempo, no se ponga en peligro en el interior de Estados
Unidos el nivel de vida de la clase a la cual usted pertenece" (
Noam Chomsky , entrevista de Página 12
de Buenos Aires, el 7 de abril de 1991).
Si
algo tenía claro Clinton -cuyo gobierno recuperó económicamente a Estados
Unidos, dándole placet para dialogar mano a mano con el poder económico- cuando
la emprendió contra Yugoslavia, era que había llegado el momento en que el
mundo asumiera que había cambiado de amo: el nuevo amo ya no era el poder
económico transnacionalizado, era Estados Unidos. Una obediente OTAN, una no
muy perpleja ONU y una Europa que entendió que aceptando el juego sacaría
ventajas como vecino privilegiado del país en ruinas -¿quién, si no,
reconstruiría Yugoslavia?- le dieron la razón. Pasando por encima de la ONU y poniendo a la OTAN a su disposición encaró
la guerra ofreciendo no pocas garantías y altos beneficios a quienes
asumirían roles secundarios.
¿Cuáles
fueron sus concesiones al poder económico? Armar una guerra en la que noche
tras noche se dispararon toneladas y toneladas de bombas y misiles para
alentar las inversiones en armamentismo de los países que participaron en la
contienda: vencedores y vencido. Sí, también el vencido, al que, a su
debido tiempo, se le suministrarían créditos para que pudiera comprar
puertas y ventanas pero también más bombas. ¿Se imagina usted quién iba a
conceder los créditos?
Llegamos
así a la nueva guerra de Irak en manos de Bush (jr), un disipado sin destino a
quien puso bajo control operativo su mujer. Miles de toneladas de bombas se han
arrojado sobre Irak. Muertes por doquier: niños, mujeres y ancianos en una
guerra “preventiva” que contradice todos los principios, todas las lealtades,
toda una forma de vida.
Cuando
escribo estas líneas no puedo menos que pensar en Argentina, en Chile, en
Latinoamérica. Nuestros países, en cuya defensa no acudió nadie, fueron
el campo de batalla en el que se pusieron a prueba las atrocidades que hoy vive
la humanidad. ¿Qué fueron sino Videla y Pinochet? ¿Se diferencian mucho
de Bush?
Habrá
quienes leyendo esto se pregunten porqué no hablo de Castro. Porque Castro es
la excusa para que todos justifiquen las atrocidades del sistema. No es
necesario comparar para saber quién es quién, como no sea para justificar
actitudes injustificables. En lo personal, nada distingue a Fidel Castro como
no sea la ferocidad con que asumió su eterna permanencia en el poder y lo que
esto ha conllevado en materia de derechos humanos.
¿Quiénes
serán los próximos en caer?
Acerca
del neoliberalismo
No
hay que confundir el sistema demoliberal, del que participo, con el
sistema democapitalista en el que ha devenido aquél.
La corrupción, la generalización del rechazo
por la política, la mediocridad de los líderes , el sectarismo
partidocrático, la regresión de los derechos humanos a partir del 11 de
septiembre con el ataque a las Torres gemelas, una democracia reducida a
simple mecanismo institucional (la mayoría tiene razón y me llevo todo el
mundo por delante -Aznar, Menem, Berlusconi, Bush...), todo esto ha sido
campo propicio para que en su nombre se justifiquen todo tipo de agresiones
bélicas (dentro y fuera de cada país), la concentración de capitales que
oligopoliza el mercado y ha terminado en descomunales chanchullos: Enron,
Andersen, Dynegy, Adelphia, Worldcom, Xerox, Merril Lynch, Tyco, Qwest, Merck,
Global Crossing, Bristol Myers, amén de un tercio de empresas americanas que
cotizan en bolsa y de las que se sabe han manipulado sus resultados
financieros. El sistema se ha transformado en un "capitalismo de
amiguetes", como dice Stiglitz.
¿Cómo
resolver el problema? Seguramente no será con la desaparición del estado como
regulador y equilibrador de las relaciones de los hombres para con el poder,
que ha autorizado todo tipo de excesos; ni como aspira a hacer Bush, según
denuncia el New York Times, que acaba de publicar que el “converso” quiere
desembarazarse del fiscal general de Nueva York, Eliot Spizen, decidido
adversario del fraude empresarial, y nombrar en su lugar al que intentó cubrir
el caso Enron. “Le Monde”, ante tamaño dislate, hace una llamada
desesperada: “Despierta Adam Smith, se han vuelto todos locos”.
¿Qué
hacer entonces?
Habrá
que liberar a la democracia de su unión con el capitalismo. Es menester que
ambos cumplan su cometido, pero autónomamente. Si no es así no podremos
quitarnos de encima la brutalidad de un mercado que ha quedado dueño y señor de
vidas y haciendas.
Debo decir, sin embargo, que no lo creo
posible.
***
(Ver en
FEMT: http://www.fundacionemiliamariatrevisi.com/economia.htm
, 143 artículos -2008- referidos a la crisis que asuela al mundo a fines de este
año de 2008).
Acerca
del democapitalismo
La globalización ha
exasperado y precipitado, me atrevería a decir que definitivamente, los
regímenes políticos que se sustentaban en las democracias liberales. El
demoliberalismo, que a lo largo del siglo XX autorizó, si no una
vida en paz, por lo menos un ordenamiento legal fundamentado en los principios
que nuestro mundo occidental compartía desde hacía casi dos siglos, ha ido
perdiendo terreno ante el capitalismo. De resultas, esa democracia confiable,
en la que cabía la certeza de una condena para quien no respetara
derechos tan elementales como la vida, la igualdad de
oportunidades, la libertad y una justa distribución de la riqueza, se ha ido
desnaturalizando transformándose en un brutal y grosero democapitalismo,
que ha arrasado con la dignidad que conlleva toda vida, especialmente la vida
humana.
Quienes
aceptan esta nueva “modalidad” de las relaciones entre los hombres y entre las
naciones como algo indefectible, asumen, conformistas, la agresión
permanente a la que se somete a los más débiles, ya se trate de personas o de
países, habida cuenta de que es la única forma de no poner en riesgo su
bienestar.
Este
primer mundo que vivimos tendría que empezar a dolernos. La respuesta de Aznar
respecto de la guerra (mal que nos pese, la respuesta de España) –que Inglaterra
no es de puestas en común que la comprometan más allá de los intereses
que la unen a EE.UU.-, pone en blanco y negro que se han depuesto los valores
sustanciales que regían las relaciones entre naciones y la estructura legal que
las sostenían. A cara descubierta, un mesiánico como Bush y un
“no-sé-como-clasificar” Aznar han precipitado un derrumbe que es respuesta
imprescindible a las exigencias que se venían planteando desde el poder
económico. (Y más habrá por venir.)
Habiéndose
desatado una guerra no deseada por la inmensa mayoría de la humanidad, sólo
queda reconstruir lo que se ha derrumbado sin perder de vista las
dificultades que habremos de enfrentar para tal logro: el mundo tiene dueño y
no nos es afín. Se trata de bárbaros altamente civilizados pero
escuetamente configurados en los principios que han caracterizado nuestra
cultura. Basta lo dicho por Bush a uno de sus consejeros: "Llevaré esta
lucha hasta el final. Podríamos ser los únicos que quedáramos en pie. Eso está
OK para mí. Nosotros somos América".
NB.
Hace apenas unos días, acaso 10 –hoy es 21 de
diciembre de 2009- en Irak se licitaron pozos petrolíferos: TODOS ELLOS
fueron adjudicados a los que participaron como agentes y socios en la guerra
que desató un idiota como BUSH –desde Cheney hasta el último general. Desde un
primer momento y gracias a la experiencia que traigo de América, me di cuenta
que lo de las armas era una mentira grande como una casa; que lo que en
realidad se quería era el petróleo. Me opuse terminantemente desde el día del
cruel bombardeo que mató mujeres y niños bajo cientos de miles de toneladas de bombas que iban a lograr
derrocar al asesino –que lo era- en nombre de la libertad y de la libertad de
los iraquíes. No creo que sea necesario aclarar mucho más, salvo una cosa.
Aznar participó activamente y hasta pretendió explicar a los españoles su
entrada en la coalición. Más tarde vienen los beneficios: participa en Murdoch,
visita el Congreso de los EEUU, se encarga una medalla para que se la otorgue
el mismo congreso dicta esperpénticas charlas en inglés en una universidad del
Opus Dei en la que le llenan el salón hasta con personal de limpieza de la
misma universidad; se le muere todo el ámbito académicos de risa y mil
mamarrachadas más que demuestran el error de su estrategia.
Cuando se reparten los pozos de petróleo a Aznar ni
los buenos días; cuando en plena guerra hay que tomar decisiones la dupla Bush-Blair
no cuenta con él para nada.
Claro que los socialistas –la derecha benigna, como
la llamo yo- está embarcada en el mismo navío. Son todos iguales. Acaso el
único distinto sea Zapatero. Si no fíjate en la lista de españoles que
integran la Trilateral.
Los más conspicuos
representantes de la Trilateral Comisión fueron,
entre otros, KISSINGER HENRY A, BRZEZINSKI ZBIGNIEW; ROCKEFELLER DAVID SR, GARDNER y varios americanos más, entre
los que, hoy día, por ejemplo, se entremezclan españoles de renombre:
Pedro Ballvé, Chairman, Campofrio Alimentacion, Madrid
Ana Patricia Botin, Chairman, Banesto ,
Madrid ; Member of the Board &
of the Executive Committee, Banco Santander Central Hispano
Jaime Carvajal
Urquijo, Chairman, Dresdner Kleinwort Capital (Spain ), Madrid
Alfonso Cortina, Chairman and Chief Executive Officer, Repsol YPF , Madrid
Pedro Miguel Etxenike, Professor of Physics, University of the Basque
Country; former Basque Minister of Education, San Sebastian
Oscar Fanjul, Chairman, Hidroeléctrica del Cantabrico;
Honorary Chairman, Repsol, Madrid
Nemesio Fernandez-Cuesta*, Chairman, Prensa
Española, Madrid
Antonio Garrigues
Walker*, Chairman, Garrigues
& Andersen ,
Madrid
Miguel Herrero de
Miñon, Lawyer, International Consultant, Madrid ; Member of the Royal Spanish
Trinidad Jiménez, International Policy Secretary of the Federal
Executive Commission, Socialist Party (PSOE), Madrid
Abel Matutes, Chairman, Empresas Matutes, Ibiza; former Member of
the European Commission, Brussels; former Minister of Foreign Affairs, Madrid
Antxón Sarasqueta, Executive President, Multimedia Capital; Patronage
Member of the Foreign Policy Foundation (INCIPE); Member of the Board of
Directors, Editorial Group Negocios ,
Madrid
Pedro Schwartz, Executive Chairman, IDELCO, Madrid ;
Professor of Economics, Autonomous University
of Madrid
Emilio Ybarra*, Executive Chairman of the Board of Directors, Banco
Bilbao-Vizcaya , Madrid
Y algunos más de la nueva camada
Yo
no conozco a ninguno de todos estos salvo por sus actividad pública. Me
importan un carax. Lo mismo que Aznar o Zapatero. Debo decirte, sin embargo,
que así como me gusta más Casillas que cualquier otro portero, del mismo modo
me gusta más Zapatero que Aznar o el Cardenal Bergoglio que Rouco Varela. Ten en cuenta que digo “gustar”. No hay en
esta apreciación ninguna ideología. Hay
apenas un juicio que arranca de las actitudes que veo en unos y otros.
Basta
amigo mío. Tengo 170 mails esperando.
Otro
abrazo.
NB: Espero que tu apellido NOLO QUESTIONES derive en VOLO PUGNARE
EL CULTURAL DE LA SIERRA (ÍNDICE)
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