jueves, 6 de abril de 2017

LA JUSTICIA Y LA LEY; LA LIBERTAD DE CONCIENCIA Y LA OTRA.

La moral y la ética. La libertad de conciencia y aquella otra que nos plantea la ley.

La justicia, que se sustenta en la ética, profundiza en el carácter contradictorio de la ley. La conciencia nutre a la justicia; la ley sostiene la moral. De ahí su carácter cambiante y, llegado el caso, contradictorio. Por eso la ley es de circunstancias: se sustenta en la moral, que es cambiante. 

La verdadera libertad, la que se sustenta en la ética, es la libertad de conciencia. La otra libertad, a la que se apela como consustancial a la vida es apenas un espacio que limita con otros espacios sin penetrarlos, por lo que se suele decir que termina donde comienza la de los demás. Es una libertad condicionada por las circunstancias, es una libertad que nos obsequia la ley.

De ahí el valor de una educación que debe transformar el potencial que 
encierran nuestros chicos en actitudes creativas que los ayuden a diseñar un proyecto de vida imaginativo en el que jueguen su inteligencia, su libertad y su voluntad enriqueciendo una conciencia clara de lo que significa ser uno mismo estando en los demás sin confundir la justicia con la ley, la ética con la moral, ni la libertad de conciencia con la que nos "obsequia" la ley.

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