miércoles, 19 de octubre de 2016

¿RAJOY O UN CANDIDATO EXPRESS DEL PSOE?

DOMINGO, 9 DE OCTUBRE DEL 2016 - 16:19 CEST
cRISTINA pARDO
El PSOE ha recuperado cierto sosiego, después de convertir en casquería el último comité federal. Pero es una calma engañosa. Ahora, en Ferraz tienen que decidir entre investir a Mariano Rajoy o inventarse un candidato exprés para ir a terceras elecciones. Se avecinan días traumáticos, porque supongo que ninguna de las dos alternativas es demasiado apetecible para los socialistas y ninguna cuenta con el apoyo unánime de todas las federaciones.
Lo que me sorprende es que el PSOE no tenga prisa, más allá de la que viene impuesta de serie por ley. Quedan 20 días antes de disolver las Cortes y en Ferraz parece que quieren apurar los plazos y convocar casi al límite el comité federal decisivo. Es chocante, porque los números siguen siendo los mismos que la noche del 26 de junio y porque lo lógico era pensar que tenían un plan cerrado al milímetro cuando decidieron decapitar a Pedro Sánchez. Pero no, en estos momentos ni siquiera tienen garantizado el respeto a la disciplina de voto.
En todo caso, hasta que no tomen una decisión, no se quitarán el peso de encima y no podrán empezar a construir ni alternativa parlamentaria ni, si es necesario, una alternativa electoral. Y nosotros, los ciudadanos, tampoco sabremos a ciencia cierta qué es el PSOE, dónde está y adónde va. Esto me reafirma en que no es práctico retrasar la acción frente a las dificultades en ningún ámbito de la vida. Al menos, yo no le encuentro ninguna ventaja.
Este tiempo que pierde el PSOE lo está intentando ganar Podemos. Vemos estos días cómo Pablo Iglesias se ha vuelto a enfadar. Ha desempolvado su cara más agresiva, sus intenciones de "politizar el dolor", sus ganas descaradas de pescar en río revuelto apelando a los sentimientos, el hambre voraz para comerse a los votantes socialistas. En los últimos meses, su discurso y su estado de ánimo se han movido más que una serpiente epiléptica, aunque con un denominador común: el PSOE siempre siente en la nuca el aliento de Pablo Iglesias. Eso en Ferraz les pone nerviosos y no terminan de encontrar su sitio, ingredientes ambos poco deseables cuando tienes que tomar una decisión tan importante.
Y mientras tanto, ¿qué hace Rajoy? Su especialidad: nada. Esperar. Su horizonte será bueno o muy bueno. En el peor de los casos, repetirá como presidente del Gobierno. Tendrá que hablar con los demás, será muy difícil, pero él seguirá mandando. En el mejor de los casos para el PP, se repetirán las elecciones, mejorarán sus resultados y su figura será internamente indiscutible por los siglos de los siglos. En Génova, ni siquiera están afectados por tener media historia del partido sentada en el banquillo. Les importa tan poco, que han pedido la nulidad de la instrucción de 'Gürtel', después de estar años metiendo prisa a los jueces para evitar el desgaste. Tienen derecho legalmente, sí. Que es infumable políticamente, también. Pero al PP le da igual. Está esperando al PSOE. Tranquilamente. Lo saben. Saben que Rajoy siempre gana.

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