Carlos A. Trevisi
Según fui viviendo descubrí que mi entendimiento no
alcanzaba para que la idea de PATRIA,
tal cual se planteó desde mediados del siglo IXX en Argentina, pudiera plasmar en mi.
Motivos sobraban para que fuera así. Todo lo que se
proclamaba en las conmemoraciones argentinas estaba teñido de ideología. Daba
la casualidad –si se puede llamar casualidad- que la idea de PATRIA giraba en
torno de instituciones que coincidían plenamente en sus estrategias para
mantener el poder: la Iglesia, Las Fuerzas Armadas y los grandes terratenientes
agro-exportadores que festejaban entusiastas el Día de la Patria desde La Rural.
Acaso mi escasa comprensión de PATRIA se debía a que me
tocó vivir una de las tantas épocas
aciagas de un país que pudiendo haber sido, apenas debatía su accionar en las
instituciones que, a puerta cerrada, lo manejaban todo.
Tendría yo unos 9 o 10 años cuando una revuelta militar
–de la que me enteré porque una vecina angustiada se lo comentó a mi padre en
mi presencia- , podría desatar una guerra civil.
Unos pocos años más tarde, en 1955, los tres poderes a
los que me refiero ´ut supra´aplaudieron el bombardeo de Buenos Aires un 16 de
junio, hecho que viví muy de cerca: estudiaba por entonces a escasos 200 metros
de la Plaza de Mayo, blanco del ataque de la Fuerza Aérea de la Marina de
Guerra. Eran la 12 y 50 aproximadamente cuando cayeron las primeras bombas; estaba en clase de geografía.
Todo en nombre de la PATRIA. Me pregunté entonces por
qué en lugar de matar a Perón –el causante de tanto mal según sus derrocadores- se había decidido
matar a la gente.
Apenas 5 o 6 años más tarde me enrolé en la Policía
Federal para hacer la conscripción. Mi abominable experiencia como miembro de
la Guardia de Infantería me permitió no solo ver los adentros de la Federal
sino padecer en carne propia un enfrentamiento entre dos facciones del
Ejército: Azules vs. Colorados. Plaza Constitución fue el escenario de una
lucha de tanques contra tanques: La comisaría 16, mi destino de entonces, fue amenazada por una de las
facciones; el comisario me autorizó a que abandonara la comisaría ante el
peligro inminente de que fuera tomada por los insurrectos que apuntaban sus armas en dirección del edificio. No bien lo abandoné si no me echo cuerpo a tierra y atravieso la calle arrastrándome sobre
los codos, los disparos que volaban por encima de mi cabeza habrían dado cuenta
de mi corta existencia.
La lucha era en nombre de la PATRIA. Me pregunté
entonces si en su nombre se podía asesinar a la gente.
Me aboqué a la enseñanza y pronto descubrí que también
ese ámbito reflejaba la parodia de “patria”. Trabajé en colegios religiosos, en
el Colegio Militar de la Nación y en colegios públicos del estado.
Fue entonces cuando dejé de ser un espectador-aprendiz
de un sistema que me impulsaba solo a dar testimonio intentando quebrantar mi
voluntad de participar. La Guerra nunca desatada con
Chile y el monumental fracaso de la Guerra de Las Malvinas dieron por tierra
con lo poco que aún conservaba de esperanza.
El Ejército grabó a los disertantes clandestinamente, yo incluido. El párroco, Agustín, fue “devuelto” a España por el obispo de la diócesis de Lomas, Monseñor Colino, el mismo que más tarde bendeciría las armas de los soldados que combatieron y murieron inútilmente en Malvinas en nombre de la patria, (y de la Iglesia, socia de las Fuerzas Armadas). Así como el cura fue deportado, si no hubiera sido por el Coronel Barbosa, ya fallecido, que me advirtió que me habían puesto en la mira, no sé qué habría sido de mi.
Me pregunté entonces, una vez más, si la solución para salvar a la PATRIA PASABA SOLO POR MATAR A LA GENTE; SUR lanzó PERIODISMO PURO, en una radio clandestina (SENSACIONES) que llegaba a los cuarteles más pobres del sur del Gran Buenos Aires, en el partido de Lomas de Zamora. El temor del propietario de la radioemisora ante los mensajes que enviábamos nos obligó a buscar otras cuatro radioemisoras donde tampoco duramos mucho tiempo. (Ver http://www.fundacionemiliamariatrevisi.com/entrevistas radiofonicas.htm)*
Un asentamiento –una villa miseria- del cuartel Noveno de Lomas de Zamora adhirió a nuestra causa y terminamos instalando nuestro programa, “Periodismo Puro”, en una radioemisora que habían montado los vecinos en plena villa. Muchos de los que me habían acompañado en la creación de un frente que serviría para dejar en blanco sobre negro lo que acontecía en el orden nacional, abandonaron el proyecto.**
Hacia la década del setenta la Trilateral ya imponía
las condiciones. Toda Sudamérica cayó en manos de dictaduras militares
inclementes que seguían hablando de patria mientras Kissinger prestaba apoyo a
un sinvergüenza incalificable como Pinochet y la oligarquía argentina aplaudía a
Videla y a un político como Di Tella que
manifestaba su convicción de que había que terminar con ese “delirio”
del petróleo para asumir un retorno a las exportaciones tradicionales.
La Trilateral –insólitamente desconocida en España hoy día-
cumplía acabadamente con su objetivo: terminar con los estados-nación para
imponer la globalización tal cual la vivimos actualmente. Tanto fue así que una vez cumplida la etapa de los gobiernos militares aparecieron falsas democracias como la que lideró en Argentina un gran sinverguenza, socio de cuanta inmundicia uno podía imaginarse: Carlos Saul Menem.
El secreto bien guardado del Ejército fue que, acaso por
toda la porquería que encerraba, no dejaba trascender que se estuviera haciendo desaparecer gente. Lo
deduje cuando se llevaron al hermano de un profesor del Colegio Militar y a un
conocido de Lomas de Zamora al que se llevaron de madrugada, junto con su
esposa, sin preocuparse por dejar abandonados a su suerte a dos criaturas, sus hijos.
Es tanto lo que se ha dicho de canallas como Galtieri,
el general que lanzó la Guerra de las Malvinas o de dos enfermos oligofrénicos.
Coroneles ellos, (Seineldín el más enfermizo) que visitaban periódicamente las clases de los cursos más
avanzados del Colegio Militar para
promover su accionar contra la subversión; bastaría con recordar que, en
una ocasión, un a cadete de 4º año, luego de una “visita” que les hiciera uno
de ellos, en mi clase comentara “este tipo está loco”.
Dado lo expresado y la abundancia de datos que pueblan
los libros a los que me refiero podría decirse que PATRIA es apenas un toque
afectivo que envuelve al barrio, allí donde nacimos, fuimos al colegio, tuvimos
nuestros primeros amigos y poco más. De pequeño asociaba la idea de PATRIA con los desfiles
conmemorativos en la plaza del pueblo. Se formalizaba el evento con alumnos de
colegios que acudían en formación, con los bomberos voluntarios del lugar, el
cura párroco, el intendente, los concejales, la banda municipal que ejecutaba
el Himno Nacional (que todos coreábamos) y alguno que otro discurso conmemorativo
del 25 de Mayo o del 9 de Julio. Eso era lo que autorizaba el poder, el resto
de la NACIÓN – es decir, LA QUE TENDRÍA QUE HABER DECIDIDO EL FUTURO DE LA ARGENTINA
estaba en sus manos y nadie tenía porqué
exceder el plano puramente local, el de las andanzas por el “barrio”
Lo demás es lo que nos han vendido y casi nadie ha
comprado.
la PATRIA es algo más: ES UN ESPACIO Y UN TIEMPO DE
NUESTRAS HISTORIAS PERSONALES Y COLECTIVAS EN EL MARCO DE UN ESTADO-NACIÓN
DONDE PREDOMINA UNA LENGUA COMÚN que nos autorizan a crecer sin más
condicionamientos que los que emanan de nuestras abundancias o escaseces, de nuestros aciertos y errores;
el lugar donde plantamos un árbol y lo cuidamos para que con su sombra cobije a
las siguientes generaciones y no para hacerlo nuestro; es el lugar que alimenta
nuestra voluntad, el afecto que abre nuestras vidas para PONERNOS EN COMÚN y
aprender a ser en los demás y con los demás, para vivir en ellos.
La Patria no es producto de una batalla ganada, ni de
un guerra perdida; tampoco de la institucionalización del poder, cualquiera sea;
ni de la ley, ni de la razón pura, ni de un derrame de amor descontrolado; ni
de la libertad inducida que se nos enseña en detrimento de la verdadera
libertad: la libertad de conciencia.
¿Es que acaso se ha hecho usted, amigo, a la idea de
que soy un apátrida porque emigré? No piense así. La Argentina ha alimentado mi
existencia y le debo todo lo que soy, acaso no mucho, pero lo suficiente para
haberme dado cuenta de que los poderes que la rigieron la neutralizaron empañando
con mentiras todo aquello que nunca
llegó a la mayoría de la gente: el crecimiento individual y colectivo en pos de
una verdadera comunidad: LA NACIÓN ARGENTINA.
La heroicidad de la población en las calles combatiendo a los ingleses cuando nos atacaron
en sucesivas invasiones en 1806/7 se
desluce no mucho después cuando San Martín aborda la flota inglesa en Chile
para liberar al Perú ***; la gesta de la Revolución de Mayo, que termina con el
Virreinato del Río de la Plata, un espacio geopolítico que España no supo
conducir, es el punto culminante de un
proceso que predecía lo mejor para Hispanoamérica. Lamentablemente los poderes
fácticos echaron por tierra con las posibilidades de un futuro acorde con el
empeño puesto por sus habitantes.
Llevo conmigo por el mundo el idioma castellano, su
rico legado intelectual y las particularidades del habla del Río de la Plata. Me
emociona y me hace sentir argentino que la gente se asombre de que después de 20 años de
radicado en España siga hablando MI LENGUA, que no use en el coloquio los giros
ni los modismos del vocabulario, de lo que aquí, en Madrid, se denomina la “lengua
española”. Entienden que así sea porque MI LENGUA tiene la fuerza que le han
otorgado las muchas vertientes que la
han enriquecido.
Me he preguntado
muchas veces por qué siendo bilingüe castellano-inglés no siento por la lengua
sajona más que agradecimiento por la utilidad que me presta para manejarme por
el mundo; por bueno que sea mi inglés , NO ES MI LENGUA, no deja de ser algo utilitario
que tuve que abordar para manejarme por el mundo; no disfruta de mi afecto, no
me pertenece, me sirve, me acompaña pero no toca mis adentros.
Así llegué a la
conclusión de que MI PATRIA es MI LENGUA, UNA LENGUA QUE ME HACE SENTIR
AFECTIVA E INTELECTUALMENTE ARGENTINO EN CUALQUIER LUGAR DEL MUNDO.
Carlos A. Trevisi, octubre de 2016
LLAMADAS
* Entrevistas radiofónicas
El eje de nuestras entrevistas era buscar salida a una Argentina que ya parecía exhausta. Todas ellas se corresponden con el interés que suscita el tema central: “Argentina, ¿hasta cuándo?” y, cómo veremos, nuestro compromiso ha sido en vano a la luz de lo que hoy día sigue sucediendo: si se hubieran implementado más de una de las soluciones que se dieron entonces, muchas de las cuales están inscriptas en la palabra de nuestros entrevistados, otro sería el cantar.
* Entrevistas radiofónicas
El eje de nuestras entrevistas era buscar salida a una Argentina que ya parecía exhausta. Todas ellas se corresponden con el interés que suscita el tema central: “Argentina, ¿hasta cuándo?” y, cómo veremos, nuestro compromiso ha sido en vano a la luz de lo que hoy día sigue sucediendo: si se hubieran implementado más de una de las soluciones que se dieron entonces, muchas de las cuales están inscriptas en la palabra de nuestros entrevistados, otro sería el cantar.
19 de junio de 1.988.
Dr. Eduardo Calamaro
Eduardo Calamaro
Abogado, ensayista. Es autor de “Caramillo”, poesía, (Tiempo nuestro, 1938), “La comunidad argentina“, Premio Municipal de Ensayo, ( Losada 1963); “La cultura nacional, examen crítico”, ensayo, (Hachette, 1985).
10 de julio de 1.988.
Prof. Carlos Pesado Palmieri.
Carlos Pesado Palmieri
Profesor del Colegio Militar de la Nación ; rector del Instituto del Profesorado Antonio Sáenz. Ensayista.
24 de julio de 1.988.
Sr. Carlos Pizzo. Estudiante.
Carlos Pizzo
Conocí a este joven prometedor hacia 1987, cuando formábamos parte del elenco de un grupo de teatro vocacional que dirigía Alberto Conosciutto. Nuestra relación se transformó en un plácido encuentro hacia 1990 cuando la política argentina hacía entrar al país en su fase final.
31 de julio de 1.988.
Prof. Carlos Berbeglia. Escritor. Dr. en filosofía y antropología.
Carlos Enrique Berbeglia
Villa Mercedes, San Luis (Argentina), 1944. Doctor en Filosofía y Letras. Profesor universitario de Antropología. Escribe narrativa, ensayo y teatro; varias distinciones. Poemarios publicados: "Ráfagas de luna" (1983), "Tardes en el paisaje y hombre" (1985), "Fuego sin dioses" (1987), "Tarde crepuscular posible" (1990), "Correspondencia abierta" (1992), Las horas del himno" (1996), "Revelaciones del tiempo" (1997), "Los terracota y polen" (2001), "Pantomima y desierto" (2003).
14 de agosto de 1.988.
Editorial: Carlos Trevisi
21 de agosto de 1.988.
Reinaldo Bandini.
Reinaldo Bandini
Periodista, abogado, docente; profesor titular de la cátedra de Geopolítica y Economía en la Escuela de Defensa Nacional. Premio UE al mejor periodista económico.
29 de agosto de 1.988.
Ingeniero Rubén Navarro.
Rubén Navarro
Investigador de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). Gerencia de Radio Protección Nuclear, Ezeiza
**Si el lector amigo
quiere abundar en detalles respecto de la Guerra de Malvinas y demás
aconteceres que acaba de leer, pueden solicitar a la Fundación Emilia Mª
Trevisi (ctrevisi@fundaci
onemiliamariatrevisi.com ) el disco del libro Disolución
socio-económica de la Argentina (4 euros más gastos
de envío) que contiene cuatro publicaciones: ´CAUSALES DE LA MARGINALIDAD EN ARGENTINA´, ´IN MEMORIAM EJÉRCITO ARGENTINO´,´LA
ESCASEZ, CAUSAL DE DISOLUCIÓN SOCIAL publicados por Biblos, Argentina,
hacia fines de la década del 80 Y ´BICENTENARIO
DE LA REVOLUCIÓN DE MAYO Y LA ARGENTINA 200 AÑOS DESPUÉS´ publicado por
Editorial LIBRORUM, Fundación Emilia Mª Trevisi, España.
*** Siento gran respeto por San Martín. Fue un hombre de la modernidad que luchó acabadamente
por su ideal libertario. Cumplió con su cometido pero rompiendo con la
esperanza de una Latinoamérica hermanada a España en un proyecto común tal cual
proponía Bolívar.
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