SI EEUU SALE, "SERÍA UNA ENORME BOFETADA EN LA CARA" Y UNA
"TRAGEDIA", AFIRMA EL PRELADO
El
presidente anunció la salida de su país del pacto por el clima de París
Decir que necesitamos depender del carbón y el petróleo es como
decir que la Tierra ya no es redonda. Es un absurdo dictado por la necesidad de
ganar dinero
(C. Doody/Agencias).- El presidente Donald Trump anunció
esta noche que EEUU saldrá del acuerdo climático de París. "Sería un
desastre para todos. Hay poco más que decir", subrayaba horas antes el
obispo Marcelo
Sánchez Sorondo, canciller de
la Academia Pontificia de Ciencias, añadiendo que la retirada sería "una enorme bofetada
en la cara" para el
Vaticano.
En su reunión de la semana pasada,
Francisco le dio al presidente estadounidense una copia firmada de su encíclica
del 2015, Laudato Si', en la que instó a la protección del
medio ambiente de los efectos nocivos del cambio climático y respaldó la
evidencia científica de que el impacto es causado por la actividad humana.
El
secretario del Vaticano, cardenal Pietro Parolin, pidió
entonces a Trump en un encuentro separado, tras la audiencia del mandatario con
el Papa, que Washington no abandone el acuerdo.
"Si realmente Estados Unidos sale, sería una enorme bofetada
en la cara para nosotros", dijo el obispo
Sorondo -quien ha dado numerosas conferencias internacionales sobre cambio
climático- citado por el periódico italiano La Repubblica.
El pacto,
firmado por casi 200 países hace dos años, apunta a reducir las emisiones de
gases de efecto invernadero, responsables del calentamiento global. En ese
momento, todavía bajo el mandato del expresidente Barack
Obama, Estados Unidos se comprometió a reducir sus emisiones entre 26 y
28 por ciento para 2025, comparado con los niveles de 2005.
Sánchez Sorondo
dijo que cree que la presión del mercado petrolero estadounidense estaba detrás
de la intención de Trump y que la industria había
"manejado" al presidente: "Decir que necesitamos depender
del carbón y el petróleo es como decir que la Tierra ya no es redonda. Es un
absurdo dictado por la necesidad de ganar dinero". "En todo
caso", continuó el obispo, "hay que admitir que, por desgracia, Obama
tiene algo de la culpa de esta situación". Por implementar su política
climática a través de decretos ejecutivos, y no por leyes consensuadas y
debidamente aprobadas por el Congreso y Senado.
"Este
es el problema", señaló Sánchez Sorondo. "Hoy por hoy, Trump puede,
en un día, cambiarlo todo, perjudicando a muchos y favoreciendo el lobby petrolero, ya que nadie intervino antes de
forma más incisiva y con miras al largo plazo".
De todas
formas, Sánchez Sorondo no es el único actor eclesial que ha pedido in extremis que Trump permanezca dentro del
acuerdo de París. La Conferencia Episcopal de los EEUU, a
través del presidente del comité de Paz y Justicia Social -el obispo Óscar
Cantú- se ha reafirmado este jueves en su apoyo de "medidas
prudentes como para mitigar las peores consecuencias del cambio climático".
"Esperamos que EEUU honre el compromiso que adquirió" en la cumbre de
París, concluyó Cantú en su comunicado.
Asimismo, en un giro sorprendente, en las últimas semanas hasta importantes protagonistas de la industria petrolera se
han sumado a la campaña para mantener a EEUU en el acuerdo contra el cambio
climático. En anuncios a toda página colocados recientemente en importantes
rotativos como el New York Times o el Wall Street Journal, representantes de varios
petroleros aludían al aumento de empleo o el crecimiento económico como argumentos
sólidos para invertir aún más en energías renovables.
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