Carlos A. Trevisi
Sabrán discupar ustedes algún exabrupto en el lenguaje, pero..
Hay mucha gente que ha invertido sus ahorros en acciones bancarias.
Veamos el puto caso del banco POPULAR. Un dirigente del banco que cobraba una fortuna, fortuna ¡eh!, no 100.000 euros por mes, terminó con él y con los accionistas. Hace muchos años ser accionista era propio de bacanes, de esos tipos que vivían del cogote de los demás. Hoy día accionista es cualquier torpón - POR NO DECIRLE IDIOTA- que ahorró unos pocos mangos y el banco –el POPULAR-, por ejemplo-, lo convenció de que invirtiera en acciones. Así fue hasta que el Banco se fundió y lo compró el SANTANDER POR UN EURO –un EURILLO como se dice en España. La transacción garantizaba que todo los que tenían ahorros y cuentas corrientes podrían seguir operando, que no perderían su dinero, pero los accionistas perderían todo su capital.
Los que jugaron a ser bacanes, millonarios relumbrantes o simplemente tontos o ignorantes PERDIERON TODO. En pocas palabras salvaron a los que podían mantener los movimientos de dinero que mantendrían al banco en movimiento.
El gobierno, por su parte, se apresuró a poner en conocimiento del “pueblo” que no había participado en la operación "RESCATE" –no faltaba más, cuando su gestión ante el rescate de los bancos durante la crisis anterior y gracias a un decreto ley dictado por el mismo gobierno se llevó 60.000 millones de euros de los bolsillos de los contribuyentes que donó graciosamente a los bancos para salvar España (y los españoles que se jodan, después de todo hay más de 8 millones de votos que avalan lo hecho).
PERO HAY ALGO MÁS, UN ATROPELLO MÁS A LAS ATROCIDADES QUE SE COMETEN EN NOMBRE DE LA LIBERTAD Y DE LAS GARANTÍAS QUE OFRECE EL GOBIERNO.
Normalmente la gente solía abrir una CAJA DE SEGURIDAD que garantizaba el secreto de los contenidos que cobijaba. Los clientes del banco solían adherir al servicio cuando salían de viaje guardando en ella todo aquello de valor que corría el riesgo de ser arrebatado por los ladrones si quedaban en casa.
Había una sola llave de acceso que guardaba el cliente del banco, De modo que NADIE, NI EL MISMO BANCO TENÍA ACCESO A LA CAJA. Ahora no es así, al extremo de que los bancos ya están cerrando las cajas ante una disposición que acaba de establecer que habrá dos llaves, una de las cuales quedará disponible para cuando haya una inspección de la autoridad competente que podrá abrir, sacar y hasta quedarse con su contenido si el alcahuete de turno que accede a la caja de seguridad así lo dispone.
Y chito, eh!, a callarse la boca porque como sucede con la policía, te puede llegar a aplastar como una cucaracha porque no HACE MÁS QUE CUMPLIR CON LO QUE ORDENA LA LEY, QUÉ ÉL –EL ALCAHUETE- NO ESTÁ PARA INTERPRETARLA.
Olvidaba la apelación permanente que hace el gobierno a la democracia a la Constitución y a las leyes; Nunca he escuchado que se apele a la ética.
¿Será posible? Sí.
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