sábado, 17 de junio de 2017

16 DE JUNIO DE 1955: LA MARINA BOMBARDEA BUENOS AIRES

Mucha gente , especialmente los que rondan los 45-50 años o menos, no tienen noticias de que el día de la fecha, 16 de junio, marca un hito vergonzoso en la historia de la Argentina: la Marina de guerra bombardeó Buenos Aires abriendo las puertas a los poderes financieros extra nacionales. 

Fui testigo del acontecimiento. Tenía por entonces 13 años y estudiaba en el Nacional de Buenos Aires a escasos 200 metros donde se perpetraba el hecho. Vi, según corría con mi padre por las calles aledañas ante el temor de que nos acanzara alguna bomba, como los aviones las dejaban caer  en la Plaza de Mayo;  vi  como un camión-chata que se dirigía a la Plaza lleno de hombres  volcaba en la esquina  de Bolívar  y Alsina. Cuantos de ellos murieron aplastados, nunca lo supe; mi padre me tapó los ojos y seguimos corriendo.
Fue mi primera experiencia de lo que significaba la guerra -hubo otras claro, y también en la  Argentina; y mi primer contacto con una realidad que excedía mi capacidad de comprensión aunque no de las miserias que esconde el poder.  Fue un alto cargo de la Marina el que ordenó el bombardeo: un minúsculo  contraalmirante apellidado Rojas, un insecto que para eliminar a un déspota –Perón- en lugar de ir de frente y pegarle un tiro, decidió eliminar a la gente que salía a defenderlo;  trabajadores que recorrían las calles rumbo a la Plaza de Mayo armados hasta los dientes con revólveres, pistolas y escopetas obtenidas por asalto a una armería de la calle Moreno, a escasos 500 metros de  la Plaza. Mis 13 años vieron todo eso y mucho más, que no es ocasión de resaltar, pero que
No soy ni he sido peronista. Es más, considero al peronismo como una lacra que aún hoy día tiene vigencia a través de los corruptos que continuaron sembrado los  menemistas los kirchneristas y quién no en esa banda de sinvergüenzas que sustentaban su poder siguiendo las premisas del “amo” Perón,  que hablaba de un país SOCIALMENTE JUSTO, ECONÓMICAMENTE LIBRE Y POLÍTICAMENTE SOBERANO, un Perón  que terminó  enjaulado en su propio ego y empujando a su gente a la violencia. 

En el camino en tren de vuelta a casa le pregunté a mi padre porqué pasaban estas cosas. Me contestó  “No sé el porqué pero esto es apenas el comienzo”. 


NB. El Golpe fue dominado y los cabecillas huyeron hacia Montevideo en los mismos aviones con que habían bombardeado Buenos Aires. Tres meses después de la masacre alcanzaron el éxito y la mayoría de los protagonistas de junio ocupó cargos importantes en el nuevo Gobierno. Nunca hubo detenidos ni nadie pagó por los muertos. El saldo político del bombardeo sólo puede medirse en décadas. La escalada de violencia y la guerra entre peronistas y antiperonistas duró casi 30 años, con un punto en marzo de 1976, cuando la Fuerzas Armadas derrocaron a Isabel, viuda de Perón. La masacre de Plaza de Mayo es historia, pero la disputa que le dio origen aún figura en el ADN de la política argentina.





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