UNA MARIPOSA
EN BUSCA DE LA ETERNIDAD
buscar el imposible de una eternidad
que atormentaba su corta vida.
Revoloteó, ágil, buscando donde posarse,
hasta que se precipitó a tierra exhausta,
ya dispuesta a morir.
Complugo sus ansias de eternidad una joven que,
en viéndola, la levantó y posó
sobre la aterciopelada piel de su brazo.
Fue entonces cuando levantando la vista
miró a la joven y, en plegaria, le pidió,
miró a la joven y, en plegaria, le pidió,
que la llevara con ella para siempre.
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