Lo
que va usted a leer es la entrevista que hice a una joven de unos 24 años en la
Argentina hacia finales de 1989. Su lectura lo va a ubicar rápidamente en el ámbito social en el que
se movía. Se llevó a cabo en mi casa; la
entrevista fue grabada con su autorización. Se le entregó una copia de la grabación
y, más tarde el texto completo que se
publicó en CAUSALES DE LA MARGINALIDAD EN LA ARGENTINA * no sin que ella diera antes
su visto bueno Estaba tranquila y contestaba mis preguntas con toda naturalidad.
Un
testimonio de vida. ¿De vida?
El
testimonio de vida que sigue aspira a describir el dolor que conlleva la
marginalidad y el sacrificio espantoso de una vida. Su intención es dar fe del
estado de abandono en que han caído millones de argentinos y apelar a la
conciencia colectiva para que se haga realidad una puesta en común con
soluciones concretas.
Dedicatoria
Al médico
del hospital Sofía Terrero de Santamarina de la Ciudad
de Monte Grande, Partido de Esteban cheverría,
que recetó
Aspirinetas* a Danielita, una beba de nueve meses con
meningitis que, pocas horas después, esa misma noche, padeció
sucesivas convulsiones de resulta de las cuales quedó disminuida
mentalmente para el resto de su vida.
*aspirinas
para niños
Claudia es
una joven de 26 años, “juntada” –separada ya- con tres hijos cuyas edades
oscilan entre los dos y los cinco años. Vive en un asentamiento del Partido de
Esteban Echeverría, en la localidad de “El Jagüel”, en el suroeste del Gran
Buenos Aires, a unas treinta cuadras de la estación ferroviaria del mismo
nombre. Son diez hermanos, la mayoría de los cuales vive en las inmediaciones
del mismo barrio. Empleada en casas de familia, subviene apenas las necesidades
básicas de sus hijos. Asistió sólo a la escuela primaria, donde conoció a quien
sería su pareja. Sus padres provienen del interior del país: de Misiones,
su padre, ya fallecido, y de Santiago del Estero su madre; nunca formalizaron
la relación matrimonial y ambos tenían experiencia de pareja anterior con
hijos.
La historia
de Claudia incluye una hija, la segunda, deficiente mental por meningitis.
La
entrevista se llevó a cabo en casa del autor donde hace algo más de un mes que
trabaja como doméstica.
Tuvo lugar
después de almorzar y a la mesa donde habíamos comido. Se utilizó grabador con
su consentimiento.
Pregunta (P)
Respuesta
(R)
P. ¿Cómo
está compuesta tu familia, cuántos hermanos tenés, de dónde provienen tus
padres…?
R. Está mi
mamá que tiene 65 años; después está mi papá que falleció el 18 de enero y
tenía 67...
P. ¿Cuántos
hermanos son?
R. Somo die
P. ¿Y dónde
viven?
R. En la
Cuninton (Cunnington)… en Santamaría (Santamarina). Santamaría no existe más,
ya. Está en El Jagüel, ya directamente.
P. ¿Y la
forma de llegar a tu casa es simple? ¿Tenés colectivo (autobús) que te lleve
hasta allí?
R. Por El
Jagüel… Despué tengo que caminar 7 cuadra más o menos… Tengo que tomar “El
Jagüel” (línea de autobús) porque en Santamaría habían hecho el afalto, pero lo
cortaron ahí nomá, no siguieron… ésa tenían que seguirla hasta La
Colorada (avenida que bordea Monte Grande) y la dejaron… el afalto,
ahí nomá, por la mitá…
P. ¿Estás
casada?
R. No…eh…yo
estaba juntada, me junté…
P. ¿Qué
pasó? ¿Por qué “estaba”? ¿Tenés chicos?
R. Tres
tengo. Dos nena y un varón.
P. ¿Y tu
marido, qué?
R. Bueno yo
me junté con él porque me quería casar; me quedé embarazada: tenía 20 año, más
o meno… En marzo… Creo que fue del 85. Yo lo quería… lo que pasa es que
todo así de golpe y no… Yo nunca había vivido la vida así… Así que fue el
primero… Fue como una…No se cómo decirlo, no… Él tiene 25, cumplió…
P. ¿Era del
barrio?
R. Sí. Fuimo
compañero de escuela. Yo repetí dos o tres año desde el primer grado. Él
tenía 12 en séptimo y yo tenía 15… Tenía 13. Sí, yo cumplo en marzo y él
cumple en noviembre. Así que casi dos año de diferencia…
P. ¿Viven
juntos en este momento?
R. No. Nos
separamo en el 89. A él le gustaba mucho la joda… tomaba mucho… Jugaba siempre
al fulbo: sábado, domingo, vierne a la tarde… Si lo miércoles jugaban él
también iba a jugar… No anduvo la cosa…
P.
¿Trabajaba, no?
R. Yo no. Él
sí. Hacía changas aquí en el matadero; despué entró en una fábrica. Así, de
albañil, pero, no… ahí lo echaron…
P. ¿Y tu
papá había fallecido ya en ese momento?
R. No. Mi
papá falleció despué de que me separé.
P. ¿Te
ayudaron tus padres después de la separación?
R. Yo despué
que me separé me fui a vivir con ello, sí. Pero nuestra relación cuando
comenzó… Nosotro nos queríamo casar cuando yo me quedé embarazada de la chica,
pero él era menor, necesitaba la firma del padre. El padre de él estaba en
Santa Cruz (provincia patagónica). La madre de él se había casado con otro hombre.
Porque ella tuvo el hijo soltera, que vendría a ser mi marido, y mi papá cuando
yo le dije que estaba embarazada, le dije a él y a mi mamá en la pieza. Mi papá
reaccionó así fuerte y me echó de mi casa; así con lo puesto nomá, me echó. Me
fui entonces a la casa de la madre de él, de mi marido. Ello estaban separado
también, los padre de él… La señora vivía en otro lado y el hombre
estaba de
viaje, estaba trabajando en provincias y ahí estaban tres hermana de él y una
de… La mayor de las hermana estaba casada. Y nosotro estuvimo una semana
ahí, porque no nos llevábamo con la hermana que estaba juntada… estaba
embarazada ella también... Así que… Despué mi hermana, la Lala, una de las
mayore, me dio lugar en la casa de ella. Tiene 37 o 38 año. Es amiga mía. En
todo estuvo conmigo; ella me apoyó, me dio fuerza… todo. Me ayudó un
montón ella. Es mi consejera de siempre, desde que yo empecé a salir con mi
hermana. En mi vida siempre fue así, triste…, porque yo me iba a los baile con
mi hermana de 27 año, 28 tiene, Rosa, se llama. Si yo no iba con ella no salía.
Ella me daba… Vendría a ser como mi mamá… porque si ella iba a bailar iba yo… Y
cuando un muchacho en el baile me hablaba, así, ella se enojaba y me sacaba.
Una vuelta me lo hizo. El muchacho me había hablado y todo; estábamo bailando
en el medio de la pista y ella me dice que me anduvo buscando por todas parte y
no me pudo encontrar. Yo estaba en la pista y me sacó de los brazo y me trajo a
mi casa. Ahora está juntada con otro muchacho. Tiene un bebé, recién. Ella se
juntó mucho antes que yo. Pero ella tiene una vida distinta a la mía. Ella
andaba, así, con muchacho. Yo no. Yo era de mi casa. Ella no. Cuando salía
conmigo se portaba bien, pero cuando salía sola, ahí tenía la joda.
P. ¿Vivían
todos juntos con tu papá y tu mamá?
R. Con mi
mamá, mi papá, la Rosa, el Monchi, Claudio, Marcelo y yo… y mi sobrinito, el
Lalo. Todos vivíamo todo junto.
P. ¿De dónde
son tu mamá y tu papá?
R. Papá es
de Misione y mamá de Santiago (del Estero)
P. ¿Ustedes
nacieron todos acá en Buenos Aires?
R. Juana,
Tota, Tita y Lala en Santiago; y Esther, Monchi, Rosa y yo y Claudio, que es
mellizo conmigo, acá en Lanú (Lanús, ciudad del Gran Bs. As). Mi mamá se vino
para acá desde Santiago con el primer marido; no había trabajo. Despué el
marido falleció y mi mamá tuvo que buscarse ella para sobrevivir ella y los
hijos, que eran. Tres año tenía la más chica cuando falleció el padre de… O sea
el marido de ella y no tenía sobrevivencia así que mi papá estaba por ahí y le ofreció
trabajo… que le lavaba la ropa, que le limpiaba la casa… y así, conociéndolo en
el trabajo éste, o sea mi papá se juntó con mi mamá. Pero no se casaron porque
mi papá estaba casado con otra mujer y ahora estaban separado.
P. ¿Tenía
hijos con la otra mujer?
R. Tenía un
hijo pero nunca lo conocí.
P. ¿Qué edad
tienen ahora sus hijos? (no interpretó la pregunta)
R. Norma
tiene 5 años, el 17 de diciembre nació; despué viene Daniela, el 8 de setiembre
y el Danielito del 17 de abril del 90. Norma va al jardín de infantes; ahora el
año que viene va al preescolar. Ahí, en El Jagüel, hay un jardín.
P. Tu nene
más chico nación en abril del 90. ¿Tu marido se fue después del nacimiento?
R. No. Yo
estaba embarazada de sei mese. No, yo me fui porque él me pegó a mí. Él me pegó
y no
quise estar
ahí porque estaban las nena y empezaron a llorar cuando el me pegó una piña por
la cara; me echó a sangrar la nariz, entonces yo… me agarró en la cama…
estábamos durmiendo; era la madrugada. A la una de la mañana habrá sido… Así
que yo, este… me forcé de él como pude y me levanté y parada ya no me
quiso tocar. Entonces yo… me… agarré la más chiquita y la otra. Le agarré unos
remedio de la nena que tiene que tomar y mi cartera… siempre tengo todo ahí. Me
fui a la casa de mi mamá que queda dos cuadra y media de ahí, con la Normita de
tres años y la beba de un año y pico, a upa las do.
P. Esa es la
que tuvo meningitis…
R. Y tenía
un año y cuatro mese, tres mese…
P. ¿A qué
edad tuvo meningitis?
R. A los
nueve. Desde ese momento vivo con mi mamá de nuevo.
P. ¿Y a tu
marido lo seguís viendo?
R. Si, si…
porque nosotros nos separamos y él no vino… Despué de do semanas o tre volvió a
ver a los chicos y él veía a los chicos y nada más. Y él después me habló para
volver. Se fue a trabajar a Mendoza y me dijo que si allá conseguía trabajo me
iba a llevar. Consiguió trabajo allá, me llevó a mí, me mandó a buscar. Estuve
en Mendoza más o meno un me. Estuvimos allí viviendo un tiempo; después
me mandó para acá diciéndome que las fiestas, y mejor yo que viniera ante
y no junto con él, porque iba a ser peor. Venía yo primero y preparaba
todo para las fiesta. El vino el 15 de diciembre del año pasado… Yo había
empezado a trabajar cuando vine de Mendoza y estaba por hacerle el cumple año a
Normita y el vino el 15. Me dio unos australes (moneda argentina) para ayudarme
con el cumpleaño, pero no me dijo nada. Este… Yo despué me enteré por mi
hermana que él conmigo no iba a arreglar; que él le decía que lo nuestro no
iba, que no marchaba; que nos pasábamos peleando; que allá en Mendoza yo le
hice la vida imposible… y todo así… En enero se fue de nuevo a Mendoza y ante
de irse me volvió de nuevo a hablar. Me dijo que se iba a arreglar, que no
íbamos a pelear, que iba a tratar de ser mejor; bueno… yo le dije que sí.
Volvió en febrero; trajo ropa para mi, para lo chico, un cajón de uva, manzana,
peras en almíbar, frascos, vino… de todo de Mendoza trajo, y estábamo bien.
Estaba cambiando y él quería que me vaya a la casilla con él, pero yo le dije
que no. Antes de irme yo me iba a casar o que me haga por lo meno una pieza o
el baño, porque ni el baño tenía. Íbamo a la casa de mi suegra que queda al
lado.
Entonces yo
le dije eso: “o nos casamo o por lo menos haceme el baño ante de que yo me vaya
de nuevo a la casilla, porque así como está yo no aguanto”. Y menos
inocente porque él andaba con otra mujer, por eso me golpeó a mí, por eso me
pegó.
P. Pero en
el momento que vino a hablar con vos no andaba con otra…
R. No, no
andaba con otra. Él la echó o la dejó porque se dio cuenta de lo que era. No
sé. Empezó de nuevo conmigo; él venía a casa, me iba a buscar al trabajo y así…
P. ¿Tenés
ayuda económica de alguien? ¿Cómo te arreglás con los tres chicos?
R. No, no.
Me ayuda mi hermano Monchi. Me ayuda un montón y él a veces me pasa algo de
plata (dinero)… ahora no.
P. ¿Quién,
tu marido?
R. Mi
marido. Antes me pasaba plata, ahora no porque no tiene trabajo, dice… Y no…
trabajo que todavía no le pagan
P. ¿Y sigue
viendo a los nenes?
R. Él ahora
viene, pero antes no venía porque me había dicho que se iba a casar en
diciembre… y al poco tiempo de entrar ahí, al… [?] , que no sé si fue en
octubre o en setiembre empezó a trabajar que yo me entero que andaba con otra
mujer, por eso no venía tanto a casa.
P. Claudia,
¿vos crees que si te casás con él la relación va a cambiar?
R. No, no.
Ahora ya no. Él me dijo que se iba a casar conmigo; lo seguí y le dije que sí,
pero yo con él iba a volver, pero por los chicos, no por él… porque yo, este…
dije que no. Basta, conmigo basta.
P. ¿Los
chicos se acuerdan del papá?
R. Si,
los tres, hasta el más chiquitito. Normita, cuando yo la reto o le pego
me grita que yo no la quiero y que lo llame al padre. “Papito, vení, papito te
quiero mucho, vení”.
P. ¿Él es
afectuoso con los chicos, es cariñoso?
R. No, ahí
no. Él no tiene paciencia con los chicos;
él les
grita, les pega; las peleas de nosotros mientras vivíamos juntos siempre fueron
por eso, porque él la retaba a la Normita o le pegaba y yo me oponía porque él
no estaba nunca en casa: si no estaba jugando a la pelota, se iba a jugar al
truco; si no estaba trabajando, cuando venía, me venía a retar o a pegar. Yo
por lo meno, todas las vece que él se opuso me puse en el medio y le gritaba
que él no era quién, que “vos sos el padre pero no sos quién”, le digo…
Yo soy la
que está con ello, porque no estás nunca en casa, ¿por qué iba a venir a
levantarle… la media hora o la noche que está durmiendo, nomá… Una hora estaba
con ella nomás, así en el tiempo de convivir, ¿no? Porque después se iba a
dormir.’
P. ¿En el
lugar donde vos vivís hay alguna forma de asistencia médica, hay un
dispensario?
R. Si está
la salita Nº 14, pertenecía al Sofía (hospital Sofia Santamarina), no a
Ezeiza pertenecía. Ahora pertenece al Sofía, a la municipalida…
P. ¿Queda
cerca de tu casa ese lugar?
R. Y… a 8
cuadra, más o meno… Yo a los chicos los atendí ahí, siempre.
P. Cuando
tuviste el problema con la segunda beba ¿la llevaste ahí…?
R. Yo la
controlaba ahí
P. Yo te pregunto
porque me interesa que me digas si tuviste auxilio de alguien. Si te prestaron
apoyo o si te viste a la deriva sin saber dónde ir… ¿la llevaste ahí?
R. No. Yo la
controlaba lo primero mese en la salita, pero despué la salita, este cambió de
doctora. Yo estaba acostumbrada con la Dra. P… Ella me atendió a la mayor;
aparte me había atendido a un sobrino, el mayor y yo le tenía confianza a ella.
Despué cambió la salita de médico; pusieron otra. La atendí dos vece.
P.
Aparentemente la doctora P… te brindaba gran apoyo ¿Qué pasó cuando se fue?
R. Vino otra
doctora pero me los atendía así nomá, a los chicos, no les ponía el cariño como
la otra doctora. No le hablaba a los chico. Los atendía así nomá. Así que
decidí no llevarlo más a la salita y cada vez que los controlaba los
llevaba Monte Grande o a Ezeiza.
P. Al
hospital de Monte grande o al de Ezeiza…
R. Sí.
P. Ahora
contame que pasó con la bebita que andaba mal, mal y mal y no sabían qué era.
R. Ella se
descompuso un domingo a la madrugada; bah, fue un lunes, porque era el domingo
a la noche. Más bien estaba con un poco de temperatura. Yo le di Novalgina en
pastilla porque jarabe no tenía; yo le di la mita de una pastilla disuelta en
una cucharita disuelta con un poco de azúcar; le di eso; con eso se calmó. Ella
tomaba el pecho.
P. ¿Tenía
nueve meses?
R. Nueve
mese y medio, o sea que andaba de panza; no podía caminar, era muy despierta,
muy viva, ella y como a las tres o cuatro de la mañana
se despertó;
ella tomaba el pecho toda la noche… Era así… Se despertó y empezó a llorar y
llorar. Yo le quise dar el pecho bien; me senté incluso para darle y no quiso
el pecho; lanzó un poquito. Me rechazó el pecho; no lo quiso tomar. Le di… Me
levanté, le di otra vez Novalgina, así; tomó y se volvió a dormir pero así toda
como adormecida ella se durmió. Así que la dejé en la cama... siguió durmiendo.
Despué mi marido a la mañana se fue a trabajar a las cinco de la mañana. Yo me
quedé con ella; ella dormía. La más grande también… Seguíamos durmiendo. La más
grande también Despué yo me levanté con la mas grande, ella seguía durmiendo, a
chiquita; despué vino mi suegra como a las once de la mañana y ella seguía
durmiendo. A mi me extrañaba porque ella a las nueve de la mañana o antes
siempre estaba despierta.
P. ¿Entonces
qué hiciste?
R. Ella
siguió durmiendo, así que, como estuvo muy molesta a la noche, a lo mejor no
descansó bien y estaba cansada… La dejé durmiendo. Despué a eso de las 12 y
media se despertó. Yo estaba tomando mate con mi suegra ahí, en la pieza,
sentada en la cama vigilándola y me doy vuelta así y la miro y ella estaba
despierta mirándome, pero, así, tenía algo, como que no me veía. Ella miraba
así, pero no sé; miraba al vacío porque no veía nada. La boca tenía… los labio
blancos, muy blanco. Yo pensé que era mucha fiebre y le comenté a mi suegra que
la iba a llevar al médico pero… “no se si esperarlo a Luís porque no tengo
plata”, le dije. Entonces despué mi suegra se fue. Yo me quedé con
mi nena, las
do, la bañé
a la chiquita diciendo que tiene mucha fiebre y que por eso estaba así. Le
llené la bañera con agua tibia, la metí ahí… despué la saqué porque hacía frío,
era el invierno, entonces la saqué rápido porque temblaba de frío… yo estaba
como loca…la saque de allí y la lleve al hospital, como las tres eran…
P. ¿A qué
hospital la llevaste?
R. Al Sofía,
acá.
P. A Monte
Grande
R. A Monte
Grande
P. ¿Y?
R. Y de ahí
me fui a la guardia. En la guardia me atendieron y el doctor de ahí me dijo que
era un resfrío común, muy fuerte; que le de un baño de vapor; que le haga así
para el resfrío y que si seguía teniendo fiebre que le de aspirineta cada ocho
hora.
P. ¿Entonces
qué hiciste?
R. Yo me fui
a mi casa. Me había ido a lo de mi mama yo. La deje a la mas grande y me fui
sola con ella. Despué volví a mi casa, pero la nena venia mal y yo la notaba
que estaba mal. Cuando a mi me dijo eso el médico, yo no vine conforme esa
noche. “no puede ser” yo dije “ella debe tener algo por eso está así”, porque
ella venía en los brazo y ella no me había tomado el pecho desde la madrugada,
desde las tres de la mañana; para nada me tomó el pecho… Casi ni lloraba cuando
nos pusimo a hablar, nada… No se levantó de la cama tampoco, estuvo todo
el día acostada y ni se movía. Y… yo la quería llevar a la Casa Cuna pero
no tenía para el boleto... tenía justo para ir hasta acá nomá, al Santamarina…
con el mínimo… como no tenía, así, me volví a mi casa.
P. ¿No
fuiste a otro lugar?
R. No fui a
otro lugar porque no podía y me fui a mi casa de mi mamá; me quedé un rato ahí,
despué me volví a ir a mi casa donde ahí tuve que esperar a que venga mi
marido.
P. ¿Y
entonces?
R. Y… el
vino del trabajo como a las nueve y treinta, diez de la noche. Y la nena estaba
cada vez peor, ya ni se movía… le había agarrado una convulsión en la cuna que
yo ni cuenta me di… yo no sabía en ese momento qué era tampoco.
P. ¿Cómo se
manifestaba la convulsión?, ¿qué le pasó a la nena?
R. Ella se
empezó a inclinar, así, se movía en la cama, y en eso se movió así, inclinó la
cabeza y no la volvió a mover… inclinó la cabeza para un costado y no la movió
mas. Ahí quedo la cabecita y cerró los ojito… no los abrió más tampoco… Así que
cuando vino mi marido yo le comenté eso, que estaba mal… qué se yo… y me dice:
“bue… le voy a decir a mi papá si me puede llevar en el coche”, porque el
padre de él tiene coche, el padrastro, no el padre…. entonces se fue a decir si
lo podía llevar y según mi marido dice que le dijo: “¡uh! Pero es muy tarde, le
tengo que poner agua, no anda”, “qué se yo…”, le dijo también la madre.
Entonces el vino y yo le dije: “y bueno, vamos caminando…” “¿y no hay otro para
pedirle que nos lleve? algún conocido tuyo, tanto amigos que tenés ahí con
coche… y no nos va a poder alcanzar, aunque sea hasta la Cunninton, ahí podemos
tomar un Cañuelas” (línea de autobuses) y bueno… estuvimo ahí dando vueltas y
después viene mi suegra y… “¿cómo esta la nena ?” en todo el día no había
venido… ella sabía que estaba enferma la nena, pero no había venido mientras
que estaba sola yo… cuando vino mi marido recién vino ella al rato. Y la vio
muy mal, así, entonces fue y le dijo al marido que la nena estaba mal; y en eso
viene también mi cuñada, Natalia, que es la madrina de la Norma. Y ella estaba
embarazada… estaba de cinco o seis mese cuando la vio así a la nena, que estaba
inmóvil, blanca, toda así, empezó a llorar diciéndome: “ay… pero ¿por qué la
dejaste estar tanto?, ¿por qué no la llevaste al médico?” bueno, yo no dije
nada. Yo estaba allí con ella a upa… bueno, después vino mi suegra… parece que
lo convenció al… marido y nos llevó.
P. ¿Fue
ella? ¿Al hospital de Ezeiza fueron?
R. Allí me
atendió un médico, no me acuerdo cómo se llama. Un vuelta (vez) me dijeron,
pero era un hombre muy extraño… parecía judío, pero no me acuerdo del nombre.
Tenía unos cuarenta, era alto, así, medio canoso. Estaba de guardia y me
atendió él. Pasamo todos… y yo a mi nena la había llevado así nomá, desnudita
envuelta en frazada. La lleve así, la desenvolví y me dice, dice: “qué pasa?”,
me dice el doctor. Le empecé que estaba así ayer a la madrugada, que yo la
llevé a la guardia, que en la guardia me dijeron esto y esto, “tengo el papel”,
y le mostré lo certificados que me dio el doctor allá.
Los vio así
nomá y no dijo nada. A la nena me la miró así, le tocó la cabeza, la pancita,
así acá y nada más. Y e doctor dijo: “bueno, la nena va a quedar internada…”
P. ¿La vio
mal?
R. Claro. Yo
me puse contenta cuando dijo “internada” porque yo la veía tan mal que seguro
que me iba a decir andate porque seguro que no tiene nada, otra vez. Pero esta
vez el doctor me dijo que se va a quedar internada. Yo ahí un poco me
tranquilicé; ya estando internada iba a estar mejor que en casa. Yo no podía
hacerle nada… yo no sabía nada… y entonces mi suegro le preguntó: “y ¿qué tiene
la nena doctor?” y el doctor le contestó aparentemente meningiti”, pero ya nos
ibamo para la sala, así que en el camino le dijo eso. Así que nos caminamo el
hospital de punta a punta para llegar a la sala de niño, porque está en la otra
punta… Fuimos arriba, subimo la escalera, todos, y estaba el otro doctor allá
arriba, los que hacen los analis (análisis) a los chicos. El doctor que nos
atendió en la guardia le dijo que haga los analis, que parece que es un ataque
de meningiti. Así que se desocupó el doctor, el de los analis, que tenía otro
chiquito también ahí, en analis. Terminó con ése , la agarró a Daniela, y
al rato, como media hora, una hora, no se, algo así, viene el doctor y nos
habló a mi y a mi marido y a mis suegro que estaban también… y nos dijo que si,
que era meningiti… y bueno… nos habló ahí un rato… un tiempo largo… que no era
culpa de nosotro… que eso venía así, de la vida, son bicho que agarran de la
cabeza a los chico… que andan en el aire… que no es culpa de uno… pero nosotro…
ahí… yo por lo meno estaba y le decía:” pero como puede ser que si yo la había
llevado a la guardia, a Monte Grande, y me dijeron que era un resfrío normal,
como puede ser que este así de un momento a otro…?” y dice: “acá nadie tiene la
culpa… ni el médico, ni ustedes, ni nadie…” me dijo el doctor ése. Se fue el
doctor y mi suegra dice… me echó la culpa directamente: de que yo la había
dejado estar así, que por mi culpa estaba así, que la nena se iba a
morir, qué se yo… Mi marido… yo no le dije nada. Mi marido le dijo que no
diga eso, “ella no va a morir; si ella es fuerte; va a ver que va a vivir…” mi
suegra se fue y nosotros nos quedamo. Despué que el doctor nos llamo fuimos
nosotro adentro y estaba la Daniela ahí… la trasladaron de la camilla a una
cama; me dejaron a mi también cuidándola. Tenia el oxigeno puesto y no se
lo podía sacar, y eso era…
P. ¿Y la
nena quedo internada ahí en Ezeiza?
R. No. Eran
las once de la mañana. Nos trasladamo al Hospital Gutiérrez. Hicieron una
reunión de médicos, y como veinte médico se juntaron ahí, pediatra, el jefe del
hospital, todos, y decidieron que la tenían que trasladar porque la nena se
había puesto mal. Había entrado en coma, coma tres, y ellos no tenían los
aparato suficiente para… por si le agarraban otras convulsione, otro ataque
como ese que le había agarrado… que ellos no tenían los aparato suficiente. Y
entonce me trasladaron con la nena al Gutiérrez… El mismo hospital se ocupó de
buscar el traslado y todo… en la ambulancia… de ahí, de Ezeiza, nos llevaron un
médico, a todos nos llevó, una doctora…
P. En ese
momento, así como trabajás ahora en casa, trabajabas en casa de un médico
R. Estaba
trabajando, sí. Trabajaba en casa de M.S.
P. ¿No se te
ocurrió preguntarle a él qué le pasaba?
R. No.
P. ¿Por qué
no?
R. No, en
ese momento no se me dio por pensar en él sino en la nena, que quedaba sola con
mi papá, con mi hermana, con mi suegra; anduve de aquí para allá… no, la verdad
es que no pensé en él. Me olvidé por completo que existían otras personas más
que yo y mi hija. Se me pasó, sí… Nunca se me puso a pensar. Despué de estar en
el hospital pero no me podía acordar si él era en el Gutiérrez o en la Casa
Cuna que trabajaba.
P. ¿Entonces
fuiste al Gutiérrez con la nena en la ambulancia?
R. Si, si,
la dejaron internada ahí. Yo, el veintisiete a la noche, el lunes, 27 de junio,
me fui a Ezeiza y el 28 a las ocho de la mañana me llevaron al Gutiérrez y ahí
estuve hasta el 29 de julio, más de un me.
P. ¿El
resultado final cuál fue?
R. Ella,
bueno, ella salió de terapia intensiva, también que estuvo, casi siete días
estuvo… sei, siete día en terapia… no se movía, no hablaba…
P. ¿Vos
durante todo ese tiempo estuviste en el hospital con ella?
R. Estuve
con ella y mi marido también. Estábamo en sala de espera, donde estaban los
padre de los chico que estaban en terapia. La veíamo sólo un ratito a las once
de la mañana y otro ratito a las siete de la tarde.
P. ¿Tu
marido te acompañó todo el tiempo?
R. Todo el
tiempo. Estuvo conmigo. Nos hacíamo compañía mutuamente. No teníamo para comer.
Algunos nos daban de ahí… o en la cocina nos daban la comida, y así estábamos,
nada más. Y lo que nos llevaba mi suegra, mi hermano, lo que nos mandaban de
casa. Y comíamos ahí… a veces no comíamos nada. Estábmo a mate nomá, que nos
daban ahí los otros padres que estaban ahí.
P. ¿Después
de todo ese mes te trajiste de vuelta a tu casa a la nena?
R. La traje
a mi casa.
P. ¿Vos te
acordás de algún médico en especial en quien confiaste?, ¿tuviste contacto con
los médicos?
R. Sí, pero
así de nombre no me acuerdo.
P. ¿Te
trataron bien? ¿Fueron solícitos con la nena, te dieron apoyo?
R. Sí, sí.
Hay una enfermera que tampoco no me acuerdo que me ayudó un montón; porque
cuando yo llegué al Gutiérre estaba re mal, no podía reaccionar; estaba mal,
mal. Y la enfermera esa me empezó a hablar ahí; me dijo que no me ponga así,
que me tranquilice, que la nena iba a salir adelante, que incluso la semana
pasada salió una nena de alta que estuvo más mal que la mía… que también tuvo
un ataque de meningitis y salió adelante.
P. ¿Cómo
salió tu nena? ¿Salió adelante?
R. Salió
adelante, sí… me habían dicho que podía quedar sorda, muda, ciega, paralítica o
deficiente mental…
P. ¿Y…?
R. Hasta
ahora ella está bien, no está ciega, sorda ni nada de eso; lo que sí, en la
enfermedad que tuvo se atrasó casi un año porque cuando ella se recuperó es
como si volvió a la vida.
P. ¿Y ahora
cómo está la nena, bien?
R. Está
bien. Juega con los hermano, corre, habla, no muy bien pero ya empieza a hablar
más claro.
P. ¿Vos la
ves como a la hija mayor o las ves un poco atrasada?
R. La veo un
poco atrasada.
P. ¿Te
reconoce?
R. Sí, sí…
igual a los tíos, a los… a la abuela…
P. ¿Qué
tiempo tiene la nena ahora?
R. Ahora
tiene tres año.
P. ¿Y
después de esa nena tuviste un varoncito?
R. Un varón,
sí.
P. ¿Cómo está
el varoncito, bien?
R. Bien. Él
está bien. Incluso es casi igual que la nena de tres. Tiene casi la misma
altura; habla casi prácticamente como la de tres, y come, y él la pelea, él le
pega…
P. ¿Y vos
como estás, bien, estás contenta?
R. Ahora si
estoy contenta, me siento bien, no tengo problemas, tengo trabajo, no me hace
falta nada, gracias Dios; a mis hijo les doy todo, lo que puedo darle le doy,
si no puedo darle les explico y ellos entienden. Yo trabajo casi todo el tiempo
y mi mamá me los cuida a los tre.
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