viernes, 18 de septiembre de 2015

¡Y DALE CON LA DEMOCRACIA!


Carlos A. Trevisi

Escucho hablar a Rajoy y me pregunto seriamente cómo ocupa el lugar nada menos que de mandamás en España.
Leemos en el Huffington Post
“El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se ha convertido en las últimas horas en el centro de las mofas en las redes sociales después del error con las cifras que cometió en su entrevista en Informativos TeleCinco este lunes.
El jefe del Ejecutivo aseguró ante el periodista Pedro Piqueras que "Grecia tiene que hacer reformas para crear empleo y crecer, si no, no habría recaudación fiscal". Y remató: “Grecia debe mucho dinero, algo más del 90% de su PIB, es como si en España debiéramos 900.000 millones de euros, que es una cifra astronómica”.*
El problema es que la deuda española es mayor que esos datos que el propio Rajoy calificó de "astronómicos". La deuda de las Administraciones Públicas españolas alcanzó el 98% del PIB en el primer trimestre, lo que supone 1,046 billones de euros.
La deuda del conjunto subió en el primer trimestre de 2015 hasta los 1,048 billones de euros, 50.360 millones más que en el mismo período del año 2014 (un 5,05% más), según los datos publicados el mes pasado por el Banco de España. En relación con el trimestre anterior, la deuda pública registró un avance del 1,19%, que son 12.344 millones de euros más.”

¿Cómo tiene el coraje de hablar de democracia un personaje que se ha valido de una mayoría absoluta en el congreso para hacer todo lo contrario que esperaban sus mandantes? ¿Es que la derecha entiende lo que significa? No han asumido aún que la democracia es una forma de vida?
Lo que ha sucedido en Grecia es una muestra de democracia. Ante la catástrofe que se avecinaba –los `poderes fácticos mediante-, y las dudas que se suscitarían, el primer ministro  llamó a un referéndum. Orientó el voto que creyó más conveniente y logro que su propuesta fuera la elegida.
No bien se lanzó por parte del gobierno griego un llamado a consulta del pueblo, Rajoy, que jamás se animó ni se animaría en el futuro a llamar a un plebiscito, criticó ácidamente la osadía del griego porque terminaría hundiendo a Grecia. No le bastó con eso sino que aprovechó para decir que los partidos españoles que habían nacido del oportunismo habían tomado al PSOE como maleta de un viaje hacia la nada que terminaría por destruir Europa, etc., etc. …
Cuando el resultado favoreció un NO por amplia mayoría, el jefe español templo las cuerdas y la canción le salió menos belicosa: habló del pueblo griego, y algunas cosas más que seguramente le pidieron que dijera desde Europa.
La maravilla del pueblo griego, del que muchos países del mundo deberían tomar nota, es que los que votaron por el NO son apenas alcanzados y hacía días que padecían el corralito. Los que votaron por el SI ya habían sacado su dinero de los bancos: los más poderosos lo mandaron al exterior y los otros que son de derecha también, pero con menos recursos, lo pusieron debajo del colchón. No quiera nadie importunarme con el tema del corralito porque lo he vivido en carne propia: la noche anterior a que se anunciara los coches salían de Buenos Aires cargados de dólares rumbo al Uruguay. Me imagino que sabrán ustedes a quienes me refiero, que para muestra, España.

La grandiosidad de los griegos consiste en que dejaron de creer que los mismos que los habían ahorcado podrían salvarlos; “que para salvarnos nos salvamos por nuestra cuenta”, habrán pensado y votaron por el NO a una Europa que no tiene compasión, la que felicitó a Rajoy por haber dejado caer en la pobreza más absoluta a 5 millones de desocupados y a casi 2 millones de niños subalimentados y sigue pidiendo más y más recortes.

* En este momento, setiembre del 2015 España tiene una deuda de 1 billón -doce ceros- más alta que el PIB que apenas llega al billón. 

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