PARA
PADRES DE FAMILIA CON HIJOS EN LA
ESO O EN EL BACHILLERATO, Y PARA DOCENTES.
Ser profesor no consiste sólo en contener a un grupo de
adolescentes en una hora de clase sino que implica muchas tareas de
planificación de la enseñanza, atención individualizada, coordinación con otros
profesores, evaluación y calificación, seguimiento de las tareas, preparación y
realización de actividades complementarias y extraescolares, mantenimiento de
la disciplina del centro y el desarrollo de un gran número de programas en los
que todos los centros se encuentran implicados.
El aumento del número de horas de docencia y el número de
alumnos por clase supone un espectacular deterioro de la calidad del proceso de
enseñanza – aprendizaje. Si nada de esto importa, nuestra formación, la
titulación que se nos exige, el periodo de oposición para acceder a nuestro
trabajo, cualquiera podría desempeñarlo (monitores, animadores, cuidadores…).
Del mismo modo que cuando asistimos a una representación teatral
no podemos pensar que los actores solo trabajan lo que dura dicha obra, ni que
el trabajo de un deportista se reduce exclusivamente al momento de la
competición tampoco podemos pensar que el trabajo de un profesor consiste
exclusivamente en plantarse delante de un grupo de alumnos. De ahí nuestra
indignación a leer en la prensa cosas como que solo trabajamos 18 horas o que
solo se han aumentado tres horas nuestro horario laboral. La realidad es que
nuestra carga de trabajo ha sufrido un aumento de entorno al 17% y que nuestras
condiciones laborales se degradan de una forma directamente proporcional al
número de alumnos por grupo que también aumenta.
Tenemos que explicar que independientemente de nuestras
legítimas reivindicaciones laborales como las de cualquier otro trabajador
estamos asistiendo con tristeza y desesperanza al desmantelamiento de la
escuela pública, al deterioro de nuestra profesión, y a la imposibilidad de
seguir adelante con todos los proyectos y tareas relacionados con nuestra
profesión.
El horario de un profesor de secundaria
Los funcionarios docentes tenemos reconocido un horario de
trabajo de 37,5 horas que se desglosan en:
§ horas lectivas (las de clase directa con los alumnos)
§ horas complementarias (necesarias para la
coordinación, funcionamiento del centro, sesiones de evaluación, etc.); horas de libre disposición (para prepara clases,
corregir, etc.) que suelen ser en casa.
Las horas complementarias pueden ser:
§ Semanales: reunión de departamento,
guardias, atención a padres…
§ Las de computo mensual: claustros, reuniones de
evaluación, etc.
Si eres tutor necesitas además:
§ reunión de tutores (semanal)
§ reunión con padres (semanal)
§ coordinación de tutores (1 hora semanal)
¿Y como se distribuye el horario?
Según la legislación vigente:
§ lectivas hay 18 horas (pero pueden en casos
excepcionales ser hasta 21)
§ lectivas + complementarias semanales = 25 (si hay más
lectivas => hay menos complementarias como guardias, tutorías con padres, etc..).
§ lectivas + todas las complementarias = 30 horas
El resto (7,5 horas) son para todas esas tareas de preparación y
formación que hablábamos anteriormente.
TOSHIRO KANAMORI Y LA PEDAGOGÍA
PARA SER FELIZ Y PENSAR EN LOS DEMÁS.
Otra educación es
posible
Una
escuela, 35 alumnos en clase, 1 profesor, Toshiro Kanamori, y un objetivo: SER
FELICES y aprender a pensar en los demás.
¿Aparece
esta lección en los programas del Ministerio de Educación que con tanta
frecuencia se modifican en España y en otros países?. ¿Aceptaríamos los padres
que a nuestros hijos les enseñasen prioritariamente a ser felices en vez de
asignaturas académicas útiles de
verdad?. ¿Interesa al Sistema nuevas generaciones de ciudadanos con empatía,
responsabilidad social y con vidas más plenas que son menos manipulables y
consumistas?
Este
documental de 50’ titulado “Pensando en los demás” (Children full of life)
es una revolución
pedagógica y el camino de un mundo mejor. https://www.youtube.com/watch?v=yNjSC6MI51E
Merece
la pena verlo.
Ha sido
premiado en numerosos festivales por la dulzura que transmite en la enseñanza y
por el cántico a la vida que representa. En la Escuela Municipal de primaria en
Kanawara, una ciudad de 8.000 habitantes en Japón, Toshiro Kanamori ha
conseguido unir aprendizaje con diversión, con respeto a la individualidad de
cada niño y con gran crecimiento personal de sus alumnos.
Explica
que solo tenemos una vida y que debemos vivirla con alegría pero que la
felicidad no consiste en buscar únicamente el beneficio individual sino en
aprender a pensar en los demás.
¿Cuál es
su método de enseñanza?
En el
documental he apreciado mucho trabajo al aire libre y en equipo, potenciar la
creatividad y principalmente el sistema de “LAS CARTAS DEL CUADERNO” en que 3
alumnos escriben cada día una carta explicando sus vivencias e inquietudes y
las leen en alto a sus compañeros.
Lo
considero una herramienta muy válida para que esos chicos exterioricen sus
sentimientos y no vayan enquistando rencores, para que los demás desarrollen
empatía y todos se identifiquen con los problemas.
Cuando
han surgido problemas de acoso en la escuela también han reflexionado sobre
ello y han conseguido ponerse en la piel de las víctimas. Y cuando el
profesor se ha excedido en algún castigo u orden ha existido diálogo entre
ellos y ha mostrado flexibilidad y benevolencia. Eso es la base del carisma
y la buena
autoridad (que no autoritarismo).
Por si
alguien cree que este tipo de enseñanzas positivas y enriquecedoras solo son
patrimonio de hippies o muy alternativos, les recuerdo que este documental está
rodado en Japón, cuna de la disciplina y el control por excelencia y que es posible sanear nuestro sistema
educativo siempre y en cualquier lugar y sin ninguna teoría
pedagógica sofisticada.
Estas
son las palabras del final del documental sobre las que merece la pena
reflexionar:
Reír, llorar, aprender.
Ahora los 35 alumnos entienden que los vínculos de amistad se crean pensando en los sentimientos de los demás. Aprender a pensar en los demás les ha enseñado cuál es la clave de la felicidad y a ser felices desde el fondo del corazón.
Ahora los 35 alumnos entienden que los vínculos de amistad se crean pensando en los sentimientos de los demás. Aprender a pensar en los demás les ha enseñado cuál es la clave de la felicidad y a ser felices desde el fondo del corazón.
¡OTRA EDUCACIÓN ES POSIBLE¡
Gracias a todos los Toshiro Kanamori del mundo por demostrarlo cada día con vocación, conciencia y alegría.
Gracias a todos los Toshiro Kanamori del mundo por demostrarlo cada día con vocación, conciencia y alegría.
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