Ivo Makaroff
Enviado por Noemí Nélida Correa desde Buenos Aires
Lo
más triste no es despedirse, sino no saber hacia donde ir....
Y
lo más triste no es despedir al que parte sino no saber dónde y para qué te
quedas.
Si
toda la vida es un camino, y si toda la vida es un búsqueda, acéptalo aunque te
duela, toda la vida es una despedida. Y solo aprendiste a vivir cuando
aprendiste a despedirte.
Y
no habrás aprendido a caminar en libertad, buscando lo no alcanzado, mientras no
te hayas despedido de lo andado y lo logrado.
Despedirse
es condición de todo lo que se mueve en el tiempo.
¿Cómo
estarías viviendo hoy sin haberte despedido del ayer?
¿Como
quisieras vivir tu mañana, sin despedirte de tu hoy?
Pero
presta atención, que no es lo mismo dejar que despedirse.
Todos
vamos dejando, pero no todos nos despedimos.
Los
animales se dejan, se separan. Las personas podemos hacer algo más...
despedirnos.
Lo
dejado sin despedida, puede estar ausente o alejado en el espacio, pero sigue
adherido al corazón, quitándote la libertad que necesitas para vivir tu
presente.
Tu
primer alejamiento sucedió cuando naciste; es lo primero que perdiste o dejaste,
el seno de tu madre, cuando todavía no estabas capacitado para
despedirte.
Por
eso dicen por ahí que mientras no te hayas despedido, guardas en lo profundo una
secreta nostalgia y un oculto deseo por regresar.
Y
el camino de la vida así comenzado, con una perdida y una despedida se hace un
largo peregrinar con llegadas y partidas.
Si,
eso es crecer. Hermoso desafío el de acercarte a la madurez y la plenitud de ser
tu mismo.
Pero
crecer es doloroso, como lo fue tu nacimiento. Por eso cuantas personas se
detienen y no quieren crecer, porque les cuesta despedirse.
Dejar
de ser el niño protegido, para entrar en las aguas turbulentas de la
adolescencia conflictiva.
Duele
dejar la adolescencia descomprometida, para asumir la juventud con exigencias y
responsabilidades.
Duele
aceptar la madurez adulta, renunciando a la juventud eterna.
Duele
envejecer sintiendo que se acerca el momento de lo último, para celebrar
festivamente el encuentro final.
La
despedida que no cerraste con una buena despedida, es como una herida abierta,
que sangra cada vez que la golpeas con una nueva pérdida. Deja un hueco de
ausencia, que buscarás llenar sin darte cuenta, y que te hará llorar con
desmesura toda nueva despedida.
Los
consultorios psicológicos, son salas de auxilio y talleres de reparación,
puestos a la vera del camino para que sean socorridos los que no pueden
continuar su marcha, por el peso de las despedidas inconclusas.
La
libertad y la valentía que no tienes para despedirte de todo lo dejado y lo
perdido, son la libertad y la fuerza que te faltan para seguir
andando.
Despídete
de tus Padres, y Cuída de ti Mismo, haciéndote Responsable de tu Vida.
Despídete
de los hijos que ya no te necesitan, y déjalos ser libres
Despídete
de lo bueno que viviste, sin apegarte al tiempo que pasó, por temor del presente
y el futuro.
Despídete
del mal que cometiste, sin atarte por culpas y reproches perdonándote a ti
mismo.
Despídete
de los que muriéndose partieron, para que dejes de esperar su regreso, y camines
tu camino en la esperanza de encontrarte Tú con ellos....
Despídete...
deja correr el río de la vida, Llevándose las aguas que estás viendo para que
tengan lugar ante tus ojos las aguas que no viste todavía, y que ya están
viniendo...
(
René J. Trossero )
POR
ELLO
CONFÍA
EN TU CAMINO.ERES GIGANTE Y EL MUNDO ES PEQUEÑO
No
te mires a través de los ojos de nadie más que los tuyos. Haz lo que sientas,
enráizate en tu propio ser y vive tu vida.
No
tengas miedo, cree en ti.
El
mundo está allí para ti, para que hagas lo que quieras. Alíneate con la voluntad
de la vida viviendo desde lo profundo de tu corazón.
No
estás solo, cuentas con un tremendo apoyo.
Levanta
la cabeza, abre tu corazón y vive tu vida sin dudar ni un segundo de tu propio
valor.
Siente
tu enorme poder, llénate de confianza, cree en ti y sé el que eres.
Ya
fue suficiente de jugar a menos.
Levanta
tu cabeza y ríe, viviendo tu vida con coraje.
Supera
el miedo a la mirada de los demás, entra bien hondo en tu corazón y date cuenta
que eres gigante y que el mundo es pequeño.
(
Ivo Makaroff )
No hay comentarios:
Publicar un comentario