MADRID
11/02/2017 17:24 Actualizado: 12/02/2017 08:00
NACHO VALVERDE
El cierre del año 2016 pasará a
la historia por ser el más turbio para una universidad pública como la Rey Juan
Carlos. En noviembre del año pasado saltaba a la palestra que el rector Fernando Suárez había plagiado prácticamente la
totalidad de la obra de Miguel Ángel Aparicio Pérez El status del poder judicial en
el constitucionalismo español.
Aunque fue a mediados de
noviembre cuando la noticia tomó mayor fuerza mediática con la publicación del
plagio en Cuarto poder y Eldiario.es, El correo gallego desvelaba un
mes antes que 35 de las 38 páginas que contenía la obra de Suárez eran un calco
idéntico del libro de Aparicio. Con un total de 13 plagios hasta la fecha, ni siquiera la
condición de rector frenó a Suárez a la hora de detener su producción literaria
a golpe de copia y pega.
En 2015, el rector publicaba un
artículo de 90 páginas a imagen y semejanza de uno incluido en 2002 en el Anuario de Historia de Derecho
Español, creación dirigida por el propio Suárez. La desfachatez llega hasta tal limite que
el profesor al que plagió, Rafael Sánchez Domingo, salió en defensa de la
honestidad de Suárez. Una semana después, el Diario de Burgos descubría que
este también había copiado a otros compañeros docentes.
A pesar de que la aparición
casi a diario de nuevos plagios del rector de la Universidad Rey Juan Carlos
(URJC) dejó conmocionada a la comunidad estudiantil y docente, las más altas instancias
académicas y políticas guardaban silencio. El ministro de Educación
Méndez de Vigo y la Comunidad de Madrid se escudaron en el desconocimiento del
caso o en la autonomía de la universidad para esquivar las preguntas sobre el
tema. La oposición en bloque en la Asamblea de Madrid pidió la comparecencia
del rector, pero este declinó la invitación. Otras instancias académicas como
la Conferencia de Rectores y la Real Academia de Historia tardaron entre uno y
dos meses en suspenderle como miembro. De la Real Academia de Jurisprudencia y
Legislación, Fernando Suárez dimitió adelantándose al debate que se iba a
realizar en el pleno para pedir su suspensión como académico de número.
La reacción de la universidad merece una mención aparte. Como es
habitual, el último viernes de cada mes la URJC celebraba su Consejo de
Gobierno. Aquella sesión de noviembre de 2016, en la que Suárez acumulaba ya
seis plagios, se saldó sin críticas hacia el rector denunciando el carácter tendencioso de
las informaciones "que responden al modus operandi de
un determinado grupo, siempre el mismo cuando se avecinan procesos
electorales".
"Si
defiendo que los plagios de un rector son más tolerables, la próxima vez un
alumno que suspenda por traer un reportaje copiado me va a decir que eso lo
tendrá que decidir un juez", dice la decana de la Facultad de Comunicación
Ni siquiera hubo reproches del
Consejo de Estudiantes presente en la sesión, a quienes se les había instalado
un sistema
antiplagio una semana antes de la filtración de la primera copia del
rector. De los 50 miembros que
forman el Consejo de Gobierno, una única voz se levantó en contra de Suárez. Fue Mercedes del Hoyo, decana de la
Facultad de Ciencias de la Comunicación, quien tomó la palabra el
mismo día que el rector anunciaba el adelanto de las elecciones; y cuando este todavía pensaba presentarse a la contienda
electoral.
En aquel Consejo, la inmensa
mayoría de los miembros pidió respeto a la presunción de inocencia del rector y
se anunció una comisión de investigación interna de la que aún se desconocen
los miembros y en qué situación se encuentra. La Universidad de Barcelona, en
cambio, ha sido la única capaz de dilucidar los plagios de Suárez. Como
coeditora y afectada por el primer plagio aparecido en prensa concluyó que el
rector de la URJC había copiado 111 de las 180 páginas del libro de Aparicio.
Del
Hoyo reconoce que aquello fue una maniobra de cara a la galería para rebajar
los ánimos: "Yo pregunté por la comisión de investigación y, a día de hoy,
no tengo noticia. Como decana de una de las seis facultades que conforman la
universidad debería estar enterada de si existe esa comisión. Bastante en tela
de juicio quedaba que fuera una comisión interna para que encima no se supiera
quién integra la comisión. ¿Qué garantías da eso?".
Del
Hoyo recuerda también que dicho Consejo de Gobierno como uno de los episodios
más desagradables de su carrera docente, aunque no le sorprende la impavidez de
sus compañeros en el órgano habiendo presenciado episodios anteriores:
"Bajo el mandato del anterior rector, la universidad había despedido a
once profesores con contrato indefinido y se habían suprimido más de 200
contratos temporales. En la sesión del Claustro que daba fin al curso académico
pregunté al rector acerca de los despidos pensando, incauta de mí, que en un
órgano de 300 profesores alguien más se sumaría a la reivindicación. Nadie hizo
ninguna intervención al respecto".
Preguntada
por los motivos que la llevaron a discrepar del rector y el Consejo de
Gobierno, Mercedes del Hoyo considera que con un acto de tal calibre no es
necesario que un juez intervenga: "Mi opinión no cambia porque un juez o
una comisión de investigación le declare inocente para saber que lo que ha
hecho es moralmente reprobable. Yo he visto que ha plagiado textos enteros de
compañeros. Si defiendo que los plagios de un rector son más tolerables, la
próxima vez un alumno que lo suspenda por traer un reportaje copiado me va a
decir que eso lo tendrá que decidir un juez".
Antes de revelarse que el
rector de la Rey Juan Carlos había plagiado hasta 13 obras, alguien alertó
mucho antes de la escasa calidad literaria de Suárez. Fue en 2010, en la revista chilena especializada SciELO, donde un catedrático de la Universidad de Málaga se
refería en los siguientes términos a una obra de Suárez que resultó ser un
plagio de diversos autores: "No es un buen libro. Es una acumulación de
páginas diversas sueltas".
Un
catedrático de la Universidad de Málaga dice que el merteórico ascenso del
rector de la URJC se debe a una clara cadena de favores
Para este profesor, Manuel Juan
Peláez, el ingreso de Fernando Suárez en la URJC y su meteórico ascenso
académico se debe a una clara cadena de favores entre el padre de Suárez —vinculado a
la Fundación Nacional Francisco Franco y miembro de la Real Academia de la
Historia desde 1994— y el actual presidente de la Real Academia de
Jurisprudencia y Legislación José Antonio Escudero López. “Fernando Suárez había
suspendido dos oposiciones de titular de universidad en Historia del Derecho.
El padre de Suárez se había propuesto lograr que su hijo consiguiera la plaza a
cambio de apoyar la entrada de Escudero López en la Real Academia de Historia.
En el mismo 2002, Fernando Suárez saca su habilitación de profesor titular de
universidad en Historia del Derecho en la URJC, en un tribunal presidido por
Escudero en el que yo voté en contra, y este ingresa en la Academia
agradeciendo en su discurso a Luis Suárez por patrocinar su candidatura. O sea
que ahí hay una correspondencia de favores, lo pueden negar pero Escudero ha
promovido a nueve plagiones durante su carrera”, detalla Manuel J. Peláez
rememorando unos hechos que ya plasmó en 2008 en el sitio online EconPapers.
Peláez recuerda cómo en la
oposición preguntó a Fernando Suárez hasta cinco veces por su obra De Jerusalén a Roma:
"Pensé que se lo había escrito su padre, que es experto en el tema, porque
aparecían cosas extrañas. Le pregunté cómo lo había escrito y le dijeron que no
contestará. Resulta que estaba equivocado, a quien había copiado era al rabino
de Jerusalén".
Si una institución ha
permanecido impasible ante los plagios del rector de la URJC esa es la Comunidad de Madrid.
A pesar de que las relaciones llegaron al nivel personal con la contratación
ilegal de la hermana de Cristina Cifuentes en la Universidad Rey Juan Carlos, según
desvelaba Eldiario.es, la presidenta de la comunidad zanjaba el asunto
refiriéndose a la autonomía de la institución. La relación entre comunidad y
universidad no solo señalaba a Cifuentes. Andrés Villena, periodista y doctor
en Sociología, desvelaría en el semanario CTXT las evidentes conexiones entre Suárez
y la URJC, y los dos encargados a nivel
nacional y autonómico –ambos del PP— de forzar la dimisión de Fernando Suárez.
"Recurro a información
oficial donde aparecen los currículums oficiales y descubro que el responsable
directo a nivel nacional Jorge Sainz (Secretario General de Universidades)
salió de la URJC del equipo del predecesor de Suárez; y el consejero de
Educación madrileño Rafael van Grieken no solo salió de allí, sino que ha sido
miembro del equipo de gobierno de Suárez Bilbao. Que las dos personas capaces
de forzar la dimisión pertenezcan al mismo circulo de poder, no habla muy bien de la
autonomía de la URJC", subraya Villena.
Inmerso en la publicación de su
próximo libro ¿Cómo se gobierna España?, Villena considera injusto
poner el foco únicamente sobre la Universidad Rey Juan Carlos: "En el
resto de universidades hay grandes miserias y no salen a la luz. Tanto el PP en
menor grado, porque tira mucho de la empresa privada, como el PSOE en mayor
grado siempre que gobiernan reclutan a catedráticos y rectores de sus
universidades; la URJC y la Carlos III respectivamente. En España la
universidad es un poder fundamental y no se le presta la suficiente atención.
Hay una red de intereses tanto o más que en la política y no hablamos de un
juego de excelencia académica, hablamos de un juego de poder".
"En
el resto de universidades hay grandes miserias y no salen a la luz"
Con las informaciones sobre su
rector todavía recientes, la universidad afronta el
miércoles 15 de febrero elecciones anticipadas a rector. La
contienda electoral estará marcada inevitablemente por los sucesos que han girado
en torno a la figura de Suárez y medirán el grado de hartazgo de la Universidad
Rey Juan Carlos. Los candidatos, eso sí, vuelven a reproducir la vieja lucha
entre los partidarios de Trevijano y Suárez, y el ala crítica de la universidad
que representó el profesor de Estadística David Ríos en las anteriores
elecciones.
El pupilo de Suárez, Javier
Ramos, pide respetar la presunción de inocencia y trata de centrar el debate en
los programas electorales. La candidata Rosa Berganza, en cambio, ha visto en los
últimos días su campaña salpicada por el supuesto plagio del programa electoral
de David Ríos en 2013. La información publicada en La Razón obvia que es el propio Ríos quien cede
su programa a la candidata, como señala el diario El País. Berganza,
en conversación con Publico.es, ha
reconocido que la presentación de su candidatura no se decidió hasta el último
momento y que su programa se ha nutrido de las aportaciones altruistas de Ríos y
otros compañeros, fruto de las prisas.
Para Mercedes del Hoyo, decana de la Facultad de Ciencias de la Comunicación,
ninguna de las candidaturas representa el perfil necesario para que la
universidad vuelva a recuperar el prestigio perdido: “No va a haber cambio con estas
elecciones. No hay esperanza gane quien gane”.
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