LAS ÚLtIMAS
REFLEXIONES DE ZYGMUNT BAUMAN
SOCIEDAD
POR: KIN NAVARRO -
01/13/2017
EL PENSADOR POLACO EXPLICA EN TÉRMINOS SIMPLES ALGUNOS DE LOS GRANDES PROBLEMAS
A LOS QUE SE ENFRENTARÁN LAS PRÓXIMAS GENERACIONES
En una de las últimas entrevistas, concedida el año pasado a Al Jazeera, el
pensador polaco Zygmunt Bauman reflexiona sobre lo que hay detrás de la crisis
humana que estamos pasando. Basado en su libro Miedo líquido, en el que afirma
que vivimos en un estado de constante ansiedad porque no tenemos manera de
predecir qué será lo siguiente por explotar bajo nuestros pies conforme
recorremos este campo minado que es la actualidad.
La libertad / la seguridad
Las certezas del siglo pasado, basadas en la confianza hacia las
entidades, instituciones y personas, a su infalibilidad y la promesa de su
permanencia, están por completo rotas. Siempre ha existido el riesgo pero nunca
una sociedad se había visto obligada a vivir en estado de constante
incertidumbre, incluso sobre las cosas más básicas. Nada está garantizado.
Bauman
nos dice que la vida humana depende de dos condiciones: la libertad y la
seguridad. Un equilibrio entre ambas es lo ideal. Seguridad sin libertad es
esclavitud, así como libertad sin seguridad es caos. En nuestra era somos más
libres que nuestros ancestros pero hemos tenido que pagar el precio con nuestra
seguridad.
Comentario de CAT
Sería presuntuoso de mi parte permitirme una crítica de lo que ha escrito Bauman. Me permitiría agregar, in embargo, que la verdadera libertad es la libertad de conciencia; esa libertad que no exige como la otra libertad que termina donde comienza la de los demás, la que responde a la moral y a las circuntancias de un momento determinado, la que responde a la ley antes bien que a los adentros de las personas, la que no se referencia con la ética; en pocas palabras , la libertad que no teme a la falta de seguridad.
Comentario de CAT
Sería presuntuoso de mi parte permitirme una crítica de lo que ha escrito Bauman. Me permitiría agregar, in embargo, que la verdadera libertad es la libertad de conciencia; esa libertad que no exige como la otra libertad que termina donde comienza la de los demás, la que responde a la moral y a las circuntancias de un momento determinado, la que responde a la ley antes bien que a los adentros de las personas, la que no se referencia con la ética; en pocas palabras , la libertad que no teme a la falta de seguridad.
Ahora
observamos lo que llamo el
giro del péndulo. La gente
vive molesta, perdida, incapaz de actuar con certeza, con seguridad. Además de
otras cosas, significa [fenómenos] como Donald Trump que cumplen el sueño de
colocar a hombres con coraje, decididos, poderosos y con ambición que afirman:
dame el poder y tomaré responsabilidad por tu futuro. Eso es exactamente lo que
dice Donald Trump, un hombre apegado a las leyes que él mismo promlga .
El hombre poderoso
Los
perfiles políticos que dominan en la actualidad las posiciones del poder nos
acercan a vivir un régimen injusto e impositivo, intolerante y machista,
garantiza que estamos a un paso de una dictadura en la que se intercambie
nuestra libertad por un supuesto estado de seguridad.
La
necesidad de un hombre poderoso, un poder fuerte, algo contra lo que nuestros
abuelos lucharon, ellos tenían miedo del totalitarismo. La gente joven, como tú
[a la entrevistadora], ha olvidado qué fue eso. Lo conocen por haberlo leído en
libros pero no lo experimentaron. Yo lo viví, viví bajo dos sistemas
totalitarios. Hay un crecimiento económico […] siempre hay personas que ganan
con esto y personas que pierden con esto. El desmantelamiento de la red de
seguridad se sintió particularmente fuerte para las personas en las escalas más
bajas de la jerarquía social, gente viviendo en pobreza o cerca de ella […] en
el precariado.
Las
personas de la clase media, en aquel momento se sentían seguras de sí mismas
pero vivían con miedo a que no durara, a que no pudieran mantener su posición
social. Por tanto, tal fenómeno, cierta magia, un hombre muy poderoso que no
está constreñido ni le preocupa la corrección política, que dice lo que sea que
todos están pensando pero nadie se atreve a expresar en público. Quizá
sea capaz de hacer algún milagro. Y por supuesto es una pérdida
de tiempo tener esa clase de sueños pero bajo la situación presente es
comprensible.
Las tragedias actuales
Uno de
los discursos más reproducidos en la actualidad y desde hace 30 años es el que
da vida y analiza lo acontecido durante la segunda guerra mundial. Hoy las
tragedias se han multiplicado, en todos los rincones del mundo sucede algo
oscuro, triste y lleno de miseria. Guerras van y vienen, la vida de millones de
personas cambia de un momento para otro.
Mira
lo que está pasando, en parte por nuestra gran, gran culpa, todo por nuestra
tontas políticas, desestabilizamos e hicimos trizas las instituciones normales
necesarias para llevar una vida relativamente regular, una rutina. Mira lo que
pasó en el mundo árabe: Yemen, Siria, Libia, mira lo que está pasando ahora.
[...]
Europa reacciona con tantos nervios cuando comienzan a tocar a sus puertas.
Creo que hay una explicación psicológica para ello, estas personas ahora vienen
como refugiados, no personas hambrientas sin pan o agua; personas que ayer
estaban orgullosas de sus casas, de su posición social y muy a menudo, con
excelente educación. Pero ahora son refugiados […] perdieron todo por lo que
habían trabajado, todo lo que habían logrado durante sus vidas y vienen aquí
para encontrarse con el precariado.
Tenemos
pesadillas: tengo una posición social buena, me gustaría apegarme a ella […]
pero qué si mañana me entero de que mi compañía ya no existe y mis servicios ya
no son requeridos. Ya tenemos miedo. El precariado vive con ansiedad, con
miedo. Esa es la más importante marca del precariado. [...]
Y
suscribimos este miedo a que en algún lugar del ciberespacio, lejos del control
del gobierno, sin mencionar de nuestro control, hay fuerzas a las que nombramos poderes globales. Pueden hacer lo que deseen e
irrumpir en cualquier momento. “Si mi trabajo es amenazado se debe al proceso
de globalización” hay algo de verdad en ello, no es tonto decir algo así. Creo
que el shock es tan sólo el principio.
Estamos
lejos de digerir esta nueva situación, de ajustarnos a ella. Las posibilidades
de la hospitalidad no son ilimitadas, y tampoco lo es nuestra capacidad para
soportar el rechazo y el sufrimiento. Debemos ejercitar eso que llamamos
empatía, pero, y es un gran pero desafortunadamente, no hay
atajos hacia la solución, no hay solución instantánea. El diálogo es un proceso
largo que toma tiempo, quizá toda una generación o varias. Así que debemos
prepararnos para los tiempos difíciles que vienen. […].
Multiculturalidad y redes sociales
Bauman
no acepta el término multiculturalismo, le parece más pertinente hablar de
entornos multiculturales en los que todos estamos envueltos.
Todos
tenemos acceso a Facebook y Twitter, tenemos acceso a computadoras y dividimos
en nuestra vida online y offline. En offline caminas por la calle,
vas a tu taller o al lugar en el que trabajas y no puedes evitar encontrarte
con extraños, estarán ahí esperando por ti. Debes desarrollar la habilidad de
lidiar con su presencia.
[...] las
investigaciones y estudios demuestran que la mayoría de sus usuarios no usan la
red para aprender maneras alternativas de vivir, no buscan comprender estilos
de vida diversos sino para quitarlos de en medio. Para crear para sí mismos lo
que podemos llamar una zona de confort: si hay alguien pronunciando ideas que
personalmente no te gustan simplemente remueves a esa persona de tu red.
Sólo te
juntas con personas que aplauden cada palabra que dices. Es muy placentero pero
muy peligroso porque olvidamos las habilidades, absolutamente necesarias en el
mundo offline en estas situaciones multiculturales.
Todos estamos atados juntos pero no hemos ni comenzado a desarrollar una
conciencia cosmopolita, que significa pensar no sólo en términos de nuestra
propia vecindad y ambiente sino comprender las conexiones globales que
determinan las condiciones bajo las que vivimos.
Bauman
sugiere el desarrollo de la plena conciencia de interdependencia en la que
vivimos como especie a nivel global. Esta noción puede resultar retadora si se
quiere poner en práctica.
Las
divisiones entre personas y los conflictos entre ellos son tan viejos como la
humanidad misma. Siempre hubo intercalación de los procesos de integración y
separación. Pero por primera vez estamos en una situación bajo la que debemos comprometernos
a dar el siguiente paso en el camino de la integración sin separación. La
separación siempre fue el instrumento estratégico del esfuerzo por integrarse.
Si quieres integrar a un grupo debes señalar hacia un enemigo, alguien extraño
en contra de nosotros; necesitamos
vigilar y defendernos.
El
siguiente paso está en las personas que ya se encuentran en una situación
cosmopolita, eso significa: toda la humanidad. No queda un enemigo por atacar
para integrarnos. Es una situación nueva, sin antecedentes ni pruebas, sin
practicar hasta ahora. Eso es lo que hace nuestro presente tan terrorífico por
un lado y excitante, fascinante por el otro. […] Hay una maldición china que
dice: Te deseo que vivas en tiempos
interesantes. Esta maldición es bastante real ahora. Como dije,
soy pesimista a corto plazo, es el comienzo de un camino amplio, pero optimista
a largo plazo.
La
felicidad Bauman
comparte una reflexión sobre la felicidad, necesaria y trascendente para
nuestra época. Recuerda al poeta alemán Goethe, al que preguntaron si
había tenido una vida feliz. Él respondió que había tenido una vida feliz pero
no recordaba una sola semana que fuera feliz.
Eso
está en contra de la filosofía moderna. Una advertencia para nosotros porque
hemos sido llevados por el marketing, la publicidad, las siempre nuevas
tentaciones, seducciones y modas a pensar en la felicidad como una serie
ininterrumpida de placeres cada vez mejores. Lo que Goethe sugiere, un hombre
muy sabio además de un gran poeta, es que la felicidad está en sobrellevar la
infelicidad, los problemas. En uno de sus poemas dice que la peor pesadilla es
una serie larguísima de días muy soleados.
Es decir,
esa situación no produce felicidad sino aburrimiento, la falta de excitación,
de propósito, de objetivos, de algo por lo que luchar. Lo que dijo Goethe es
una advertencia para la gente joven: no piensen su vida como una interminable
colección de regalos recogidos del ilimitado contenedor de objetos placenteros,
piensen en su vida como una larga lucha, resuelves un problema y llega el
siguiente y a menudo sus efectos secundarios son poco placenteros a menudo.
Esto es lo que me hace un pesimista a corto plazo y un optimista a largo plazo.
L A FELICIDAD
La felicidad está más allá de las circunstancias que ofrece la vida. En este momento se asocia con el bienestar y el dinero confundiéndola con la alegría y la seguridad que brinda aquél. Entiendo que la felicidad consiste en consustanciar nuestros adentros con la realidad de modo tal que las alegrías dejen en nosotros el placer de haberlas disfrutado, y las tristezas, la solidez que es menester para asumir que las vamos superando. Y toda esta reflexión colabora con lo que sostiene Baumn : podemos vivir en un profundo escepicismo pero al mismo tiempo se optimistas; basta con luchar para serlo.
L A FELICIDAD
La felicidad está más allá de las circunstancias que ofrece la vida. En este momento se asocia con el bienestar y el dinero confundiéndola con la alegría y la seguridad que brinda aquél. Entiendo que la felicidad consiste en consustanciar nuestros adentros con la realidad de modo tal que las alegrías dejen en nosotros el placer de haberlas disfrutado, y las tristezas, la solidez que es menester para asumir que las vamos superando. Y toda esta reflexión colabora con lo que sostiene Baumn : podemos vivir en un profundo escepicismo pero al mismo tiempo se optimistas; basta con luchar para serlo.
Recientemente
fallecido, no queda más que recordar y honrar al hombre a través de su obra
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