lunes, 22 de septiembre de 2014

LA SEXAGENARIA ESPERANZA AGUIRRE Y OTROS PERSONAJES

Carlos A. Trevisi

Insistir en que la mencionada sea responsable de haber cometido un delito es banal. Que haya cometido un infracción aparcando donde no corresponde, también lo es. Que sea imputada por un delito de desobediencia, acaso sea una interpretación discutible.

Lo que no es banal es que no es la primera vez que un personaje del PP caiga en estas "erratas" que muestran que detrás de las "infracciones" (o como se las quiera llamar) hay un personaje público.

Sucedió con un periodista, un tal Rodríguez que  fuera vocero de Aznar,  cuando gobernaba. Totalmente borracho al volante de su Mercedes se "deslizaba" por las calles de Madrid atropellando cuanto coche aparcado había en su camino. El citado Rodríguez sigue siendo partícipe de tertulias en la televisión como si nada.

Un miembro de un tribunal  de Justicia fue detenido en estado de embriaguez por la policía  conduciendo una motocicleta una madrugada por el centro de Madrid. Manifestó que venía de una despedida de soltero.

Me refiero a los casos más relevantes. El primero, protagonizado por la  presidenta del PP de Madrid, expresidenta de la comunidad, y aspirante a la alcaldía de la ciudad, que según escapaba del "asedio" policial, atropelló la moto de un agente y se marchó rauda a su casa. Habría que haberla visto cuando salió de la requisitoria del Juez: feliz como si hubiera sido abuela primeriza. "Encantada de venir a declarar" dijo cuando llegó al tribunal, con una sonrisa que no envidiaría a la que sostuvo a la salida: la alegría de vivir.

El segundo, el periodista  amigo de Aznar, cuando es invitado a las tertulias políticas de las que participa muy desenfadado,  habla con una autoridad que da miedo; sin ningún complejo.

El tercero, el miembro del Tribunal de Justicia sigue en su cargo, como sino hubiera pasado nada.
Me pregunto, ¿cómo es posible que un alto cargo de la justicia vaya a una despedida de soltero, se ponga pedo, se pasee en moto de madrugada por el centro de Madrid y retome su cargo como si nada hubiera pasado?

Cada vez que pienso que un ministro inglés renunció a su cargo porque en su casa su mujer había tomado para el servicio a un inmigante ilegal  me pregunto qué pasa en nuestro país donde esta clase de gente alcanza cargos tan relevantes.  Vaya uno a saber.

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