Carlos A Trevisi
No haría falta reiterar el desprestigio de los políticos si no fuera que no recuerdo a ninguno de ellos con la impucia que ensucia a este hombre y a los que lo avalaron en su gestión de gobierno como Presidente de la Comunidad de Madrid.
Hay que ser un mal nacido para hacer público un menester como el que ha imputado a Cifuentes, más bien resultado de afanes personales no satisfechos, como suele acontecer con la escoria humana.
Aunque no tanto, pero igualmente impúdicos, son sus comañeros de marcha, muchos de ellos perversos delincuentes, mentirosas, hipócritas, traidores de lo que se siguen jactando: defensores de la ley. de la Constitución y de la democracia; con un jefe al mando rodeado de adormilados alchuetes (varios de ellos ya en la cárcel) entre los que no faltan algunas hienas.
¿Que esto último que acabo de expresar sucede en todos los partidos? Pues seguramente si, pero jamás he oído de un atropello a la privacidad personal como ha sucedido en esta ocasión.
Cifuentes acaba de iniciarle una querella. Espero que el juez que intervenga lo condene a pagar por la ofensa inferida un millón de euros, esos que había escondido en el altillo de la casa de sus suegros.
En Guadarrama a los 16 días de febrero de 2018.
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