Juan Sobejano 6
noviembre 2013
Hay libros de
ética, y libros de economía, y libros de sociología. Y luego hay libros éticos,
económicos y que hablan de la sociedad en la que vivimos. Todo
lo que Era Sólido es uno de estos últimos. Antonio Muñoz
Molina, reciente premio
Príncipe de Asturias, se desliza entre la maleza de la confusión con un
libro cuando menos necesario, que nos coloca a
todos (repito, a todos) ante nuestros espejos personales de responsabilidad
colectiva. Todo lo que Era Sólido es un libro de culpa, de culpa
colectiva pero también de culpa personal.
En Todo lo que
Era Sólido, Muñoz Molina analiza las décadas
anteriores a la crisis, aquellas en las que todo parecía sólido y España vivía
en su propio castillo de naipes, bien apuntalado, pero de naipes al fin
y al cabo. Analiza los años de la furia, los del exceso, los días en los que
España era “el país donde más rápido uno se
puede hacer millonario”, según palabras de un ministro de economía
socialista. Los años del gasto y del desgaste, aunque fuéramos incapaces de
apreciarlo.
Muñoz Molina
hace un repaso de los años de democracia, casi desde el inicio de la misma, y separa cada átomo de nuestra sociedad para analizarla
desde una perspectiva ética, económica y social. Ética porque no pretende ser un escritor aséptico, sino que
interpreta los años vividos desde su propio modelo moral (que no lo neguemos,
es el de todos… o eso decimos ahora) dando así sentido a todos los hechos que
relata. No creo en la moral universal como moral o
ética natural, no creo que el ser humano deba tener unos derechos por el
sólo hecho de serlo. Sí creo en la moral universal como suma de acuerdos, como
contratos éticos que las sociedades acuerdan a través de sus miembros. Pero al
mismo tiempo que la ética puede ser relativa y cambiar con el tiempo, también
es cierto que, como bien describe Muñoz Molina, hemos vivido de espaldas a la
ética y moral que asumíamos como propia.
Sabíamos que lo que se hacía (y todavía se hace) estaba y está mal, pero nos
beneficiábamos de ello y nos dejábamos mecer por un cinismo ético que
nos acunaba entre contratos y beneficios más o menos confesables.
Jordi
Évole recomienda: “En este libro he visto reflejado en palabras lo que queremos
plasmar en Salvados”. Todo lo que era sólido, de Antonio Muñoz Molina, autor de
obras como Plenilunio o Ventanas de Manhattan, es una invitación a un debate
imprescindible ya que, según el autor, hace falta una serena rebelión cívica
dado que hay cosas inaplazables. Antonio Muñoz Molina ha sido galardonado con
el Premio de la Crítica y el Premio Nacional de Literatura, ambos en 1988, el
Premio Planeta en 1991 y nuevamente el Premio Nacional de Literatura en 1992, y
el Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2013. Además, desde 1995 es
miembro de la Real Academia Española. Todo lo que era sólido está clasificado
en la materia de política nacional. Un ensayo directo y apasionado, una
reflexión narrativa y testimonial, al más puro estilo de los ensayos de George
Orwell o de Virginia Woolf. Una propuesta de acción concreta y entusiasta para
avanzar desde el actual deterioro económico, político y social hacia la realidad
que queremos construir. Partiendo tanto de documentos periodísticos como de la
tradición literaria, Antonio Muñoz Molina escribe esgrimiendo razón y respeto,
sin eludir verdades por amargas que estas sean, porque saber es el único camino
para cambiar las cosas. Testigo de una época en la que aún no estaban a nuestro
alcance derechos que ahora peligran, nos recuerda que nada es para siempre, que
cualquier derecho puede desaparecer. Este ensayo nos convoca: «hace falta una
serena rebelión cívica» y nos apremia: «hay cosas inaplazables». Todo lo que
era sólido es un espejo en el que todos debemos mirarnos, no importa el lugar
ideológico en el que nos movamos, dónde vivamos o nuestra condición social; una
llamada para que reaccionemos, cada uno desde nuestro ámbito de actuación, y
contagiemos con nuestro ejemplo una responsabilidad cívica que hemos de exigir,
de manera contundente, a nuestros gobernantes.
ANTONIO
MUÑOZ MOLINA: 'TODO LO QUE ERA SÓLIDO'.
No hay comentarios:
Publicar un comentario