domingo, 19 de enero de 2014

DEMOCRACIA REPRESENTIVA (JA!)

por Carlos A. Trevisi

La democracia según ha sido hasta hoy día está K.O. Tuvo su vigencia hasta que allá a fines de la década del 50 la transnacionalización de capitales comenzó a tirar por tierra con las naciones-estado*. La representatividad ha caído definitivamente con las directivas que imponen las cúpulas de los partidos, a su vez mandadas por los intereses económicos de la globalización y rara vez  en cumplimiento de las promesas que se hace al electorado. El caso más patético es el PP en España a dos años de gobernar,  y el peronismo de Menem cuando puso a la Argentina a los pies del capitalismo -que no del capital- privatizando entre otras cosas nada menos que la empresa OBRAS SANITARIAS DE LA NACIÓN proveedora de agua corriente.
El resultado de este caos en el que las fuerzas conservadoras apelan a la ley y a la democracia decimonónica no hace más que ratificar el aserto: la justificación de sus actos de gobierno está íntimamente enlazada con la idea de que asiste al gobierno todo el derecho a proceder según las circunstancias capitalistas del mundo globalizado antes que las necesidades de la gente.**
 Se pretende instalar la idea de que la salvación de "España" es el objetivo a seguir, y no la salvación de los "españoles" , de la gente que "hace España" día a día, a la que se la  atosiga con estrecheces que no solo tocan la educación o la sanidad, sino también la brutal escasez que agobia a millones de hogares que apenas logran cubrir las necesidades alimenticias de sus hijos. Cualquiera que lea este artículo puede llegar a pensar que soy partidario de políticas estatistas, de izquierdas, anárquico y vaya uno a saber cuantas cosas más (incluso de una "izquierda radical", palabrejas acuñadas en estos últimos meses para calificar  a los promueven escándalos vandálicos en la vía pública). Si supiéramos escuchar algo más que lo que nos venden los medios, podría llegarse a la conclusión opuesta: soy LIBERAL y por eso aliento la libertad, una educación inclusiva, una sanidad sensible a la necesidad de los más abandonados por el neoliberalismo -deformación tan patética como lo es el sicologismo respecto de la sicología, o el paternalismo, o el integrismo, o cualquier otra palabraja terminda en "ismo". Y por ser liberal, liberal, entiendo que la participación del estado es indispensable para garantizar procederes que no  pueden dejarse al arbitrio de una panda de ignorantes *** que se atribuyen una representatividad que la ley les otorga pero que la evidencia de los hechos niega.
La "representatividad" de la que hablan los políticos queda sujeta al vaivén de las empresas que manejan el mercado y finalmente deciden por  los gobiernos. La corrupción que  señorea en las instituciones del estado español  tiene un precio: el que pagamos los contribuyentes para que los grandes corruptos de la política se pasen años y años defendiéndose y atacando a sus cómplices en los tribunales de justicia: caso espeluznante  el de los 51 millones de euros en Suiza (Bárcenas) apadrinado nada más ni  nada menos que por la cúpula del P.P. , incluso del Presidente Rajoy.
La situación es harto difícil y nos mienten descaradamente cuando hablan de la mejoría del país. Menem, un gran hipócrita, mentiroso, ladrón de esperanzas, asesino de ilusiones dijo en su momento  que la Argentina estaba mal pero que iba bien. Ahí la tienen a la Argentina 25 años después: 10 millones de desocupados, sin industria, sus chicos desnutridos, sus jóvenes sin esperanza, viviendo una inseguridad rampante, las drogas apoderándose de  sus vidas. ¿Es esto lo que esperamos de políticas económicas que solo atienden las necesidades de los bancos? ¿Es este el camino de la democracia que cacarean los políticos? ¿Es éste el resultado de la representatividad que invisten nuestros políticos? ¿O acaso sea un proyecto que quiere transformar a España en un depósito de inmigrantes  para que los poderosos de Europa seleccionen a los mejores y se los lleven a sus respectivos países? ¿Puede LA DEMOCRACIA  conducirnos a esto? ¿No será que existe otra democracia por la que hay que pelear?
Tenedlo en cuenta, amigos de GUADARRAMA EN MARCHA. Los que están en juego son vuestros hijos. Vosotros si andáis por lo cincuenta años de edad, ya estáis penosamente perdidos (y esto no es pesimismo, es escepticismo)
Os invito a escuchar los comentarios de un hombre de edad ante los acontecimientos de Gamonal, un barrio obrero de Burgos.Para ver el video: http://www.youtube.com/watch?v=-rN0KOXP2jc&feature=em-subs_digest

NOTAS
*
Su ideólogo más destacado es Zbigniew Brzezinski (cofundador de la Comisión con David Rockefeller) que la definió como "el conjunto de potencias financieras e intelectuales mayor que el mundo haya conocido nunca". Hoy día, los países de la Trilateral, que representan el 10% de la población mundial, acaparan el 80% de los recursos del planeta. Por Estados Unidos, se encuentran unos auténticos pesos pesados de la política y las finanzas: los citados David Rockefeller, fundador y presidente honorífico de la Trilateral, y Zbigniew Brzezinski; Madeleine K. Albright, ex secretaria de Estado; Richard Perle, ex asistente de la Secretaría de Defensa con el gobierno de Bush hijo y uno de los halcones de Washington; George Tenet, ex director de la CIA; el vicepresidente Dick Cheney, etc.
**
El vicesecretario de Estudios y Programas del PP no esconde que la prioridad del Gobierno no han sido precisamente los ciudadanos. Ahora confía en que los supuestos "buenos datos macroeconómicos", se trasladen a los hogares. Comentario de Carlos A. Trevisi
Este discurso de Pons deja en claro las prioridades de la derecha: primero la "prima" de riesgo -es decir, hacer lo que manda el poder económico, y luego las personas. En pocas palabras, primero saquemos de la casa en llamas los dineros y  objetos de "valor" y luego rescatemos a los que la habitan.

***
Los políoticos han dado pruebas de su incapacidad no solo en el accionar de sus partidos sino en el mensaje que transmiten. El caso de Pons ventila su ideología.


No hay comentarios:

Publicar un comentario