El poder económico de las grandes corporaciones nos impide movernos en libertad porque orienta la información de modo que lo que nos llega ya ha sido filtrado por sus intereses.
USA es la residencia del poder económico. Sin embargo, también la penuria económico financiera se ha hecho con ella. El bache más chico en el asfalto de la 5ª Avenida tiene 10 cm. de profundidad. (Abril de 2011)
Cuando comenzó a concentrarse el capital –empresas que se compraban unas a otras– y no había dónde reinvertir las ganancias porque el mercado se había saturado (1965 +/-), se “popularizaron” las islas Jersey, Bahamas y demás paraísos fiscales donde iba a parar el dinero “sobrante”, el que no se podía reinvertir en las empresas para seguir produciendo porque no había quien comprara.
Unos pocos argentinos tienen en la actualidad 200 mil millones de dólares fuera del país, una suma que si se pudiera recuperar la Argentina no tendría deuda externa. ¿Cómo habrán hecho ese dinero?
Los grandes empresarios españoles, en medio de la crisis más feroz que azota España en muchos años, han ganado un 27 % más que en el 2008.
El hombre ha pasado a ser un mero instrumento descartable.
¿Quién no distingue un perro de una mariposa? El asunto no es ver las diferencias sino las semejanzas entre ambos animales. Esto exige reflexión y conocimiento.
Lo mismo pasa con la vida: las relaciones entre los hombres difícilmente terminen en encuentro; al toparnos con los “adentros” de los demás no somos capaces de compartirlos porque no vemos.
Uno es decente cuando con sus actos no invade ni la privacidad ni la intimidad de los demás.
Es un agravio a la comunidad y una indecencia no adentrarse en la vida pública de aquellos a los que la ciudadanía otorga mandato para administrar lo que es de todos.
Los griegos buscaron la verdad. Los romanos legislaron para que la mentira tuviera patas cortas y apelaron a la religión católica para darle marco: si obedecemos la ley nos encaminamos a la verdad. Disiento.
La verdad, que no alcanzamos a saber dónde está ni qué es, nos libera; la ley nos asfixia; la religión nos salva. A portarse bien. Un plan perfecto.
Jeremías Bentham, filósofo inglés del siglo XVIII, promotor de los derechos de los animales, dejó claro que la capacidad de sufrimiento antes bien que la de la razón marcaba el signo distintivo de las semejanzas que los emparentaban con el ser humano. Argumentaba que de no ser así lo mismo podría decirse de los niños menores –“infants” – y de los minusválidos mentales
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La caza del zorro en Inglaterra: abolida. Las corridas de toros en España: ¿Para cuándo?.
Se asume la libertad desde la conciencia y no desde la ley.
La seguridad desde el miedo.
La prudencia desde la libertad.
La elección desde la reflexión.
El cambio desde el conocimiento y la acción.
El crecimiento desde la libertad, la libre elección, la prudencia y un afán de cambio constante.
El que no tiene conciencia de libertad, el que aspira a la seguridad, el que elige desde el mero pensamiento, el que teme el cambio, el que no pone en acto su vida está de visita en el mundo.
El espacio es permanente hasta que se lo lleva el tiempo. Dice Doris Lessing: “…Y al adoptar el tiempo los atributos del espacio…” Así se acaba la eternidad, ineludiblemente atada al espacio, pensamos nosotros; por eso todo es efímero.
La trascendencia del hombre se emparenta con su condición de "persona" creadora, elaborada en la serenidad, el afecto, la libertad y la exigencia, con visión clara de sí misma y del mundo como para insertarse en él y dejar su sello; tales hombres aspiran a la felicidad.
La intrascendencia del hombre se emparenta con un inagotable afán de prestigio e insaciable búsqueda de seguridad y éxito; tales hombres, anodinos, sobreviven atados a la violencia, al servilismo, a la complacencia y a la frialdad.
El hombre es una totalidad en permanente elaboración. Aunque asintótica en los logros, esa totalidad "vivant" es la única verdadera garantía de libertad. Por eso el sistema hace lo posible por fracturarla.
Cualquiera sea la condición socioeconómica que padezcamos: la miseria más rampante o la escasez más vergonzante; o que gocemos la abundancia o la riqueza más exuberante–, nuestras vidas no deben caer en la intrascendencia.
Percibir la realidad es incorporar una imagen incompleta, pero imagen al fin de lo que en verdad parece.
La realidad, como mínimo, debe pensarse.
Es espeluznante ver a miles de jóvenes a la espera de que la televisión los impulse al estrellato.
Es penoso verlos dispuestos a "regalar" sus vidas, a ponerlas en manos de los piratas del oportunismo sólo porque no saben qué hacer, porque no tienen un proyecto propio que los empuje a la realización de legítimas aspiraciones por las que sentirse obligados. Han perdido la esperanza. Su "sindestino” los ata a la ilusión.
El presidenre del BBVA, cuando se jubile cobrará 80 millones de euros. El año pasado cobró en concepto de sueldos 5,3 millones.
Daría la impresión que el ser humano supera todas las barreras del pudor, no ya de la verdad o de la moral, que hace tiempo que ha sorteado.
Vivimos una sociedad de la diversión que no tiene capacidad de educar a sus hijos para que descubran la alteridad.
Un diputado argentino presentó un proyecto de ley ante el Congreso Nacional para instituir como Día Nacional de la Parrilla el primer domingo de octubre.
La soledad se ha hecho con las almas de la mayoría sensible de la humanidad.
Sólo se admira lo que se conoce, sólo se ama lo que se admira, sólo se está comprometido con lo que se ama. (José Martí)
Europa no tiene conciencia de Europa. Y es una lástima. Si hay un lugar en el mundo desde el cual uno puede esperar un renacimiento es este viejo continente al que no lo dejan decir. O no quiere decir.
Nadie es compatible con el abuso.
La Vieja Iglesia Vaticana nunca se ha animado/ ha querido/sabido/podido/intentado abordar una realidad lacerante: ha ratificado, una vez más, que no debe usarse condón en África, donde habitan casi el 70 % de los sidóticos del mundo.
La crueldad no nos es ajena ni puede decirse que sea ínsita del mundo. Ni la Iglesia, que tiene todo resuelto, sabe qué es el mal.
Lo más miserable que se puede ser en la vida es acreedor perenne y vocacional, ya se sabe, ese tipo de personas a las que siempre se les debe algo.
Son tantas las cosas hermosas que pasan en este mundo que es un pecado dejarlas transcurrir, así, simplemente, como si nos fueran ajenas.
Qué maravilla la sonrisa de un niño, su carita de admiración ante un acto de magia; la muerte espléndida de un hombre bueno; saber estar en los demás...
Dos viejos ordenando sus memorias antes de…
… una sentada a la orilla del Sena en una charla con tu hijo, un reconocimiento a la mujer o al hombre que amas... Un partido de fútbol, los flirteos con el balón, la emoción del gol... Un coche veloz, el mar... Gente y más gente paseando por la ciudad, mirando escaparates, asidos de la mano, jóvenes devorándose de amor, la amistad...; una montaña, un río, un esquiador bajando por la ladera, una película, una obra de teatro, un cuadro, un concierto al aire libre, un libro, un cielo azul, una cena, un buen vino...
Dijo un escritor norteamericano: ”Los autores de Estados Unidos no solemos ser intelectuales, porque no nos interesa entender la vida en general; nos conformamos con entenderla en particular”.
Los iberoamericanos traen la frescura del hombre nuevo. Del que no sabe, pero intuye, del que puede y no lo dejan; del que sufre pero sonríe. Del conquistador, del Machu Pichu que sonríe desde su verdad permanente. ¿Qué opinará España de esto?
1950. Radio Splendid. Buenos Aires.
18 hs. César llanos interpretaba a Tarzán. Oscar Rovito a Tarzanito y Mabel Landó a Juana. Mis amigos de entonces me miran como preguntándome ¿has sido feliz?
Jorge Majfud (Desde Jacksonville University, Estados Unidos.
1
Dice Isaías (45-6): “Fuera de mí no hay ningún otro. Yo modelo la luz y creo la tiniebla, Yo creo la dicha y la desgracia. Yo soy Yahve, el que hago todo”.
Pedro Abelardo, después de justificar la traición de Judas escribió: “¿quién ignora que el mismo diablo no hace más de lo que Dios le permite? ¿Entonces?, me pregunto yo.
2
Es curioso que los ajenos a la Iglesia –digamos los ateos– estén tan enfrentados con ella. ¿Por qué les interesará tanto la Iglesia? ¿No será que ser ateo es otra forma de religión tan atribulada como la que propugna la Vieja Iglesia Vaticana?
3
Franco acuñó monedas que rezaban “Caudillo de España por la gracia de Dios”.
Repetitio est mater studiorum (sed amica incerta cognitionis)
Enclaustramos a nuestros chicos en colegios cuya estructura pedagógica y didáctica es anacrónica.
Los chicos son los menos responsables del fracaso escolar.
El sistema habla de educación y la vincula con el futuro. Sin embargo la mantiene entumecida. Se reserva el manejo del futuro para unos pocos que se capacitan en colegios de élite.
La derecha se cuela en los espacios que la izquierda nunca se animó a abordar porque sus dirigentes que viven en otro siglo tampoco tienen vuelo.
La ciudadanía continúa eligiendo formalmente para la constitución de los poderes públicos y las instituciones nacionales, pero el poder real ha sido desplazado hacia nuevos centros. El planeta es hoy en día dirigido por
– el poder económico y financiero
– el poder militar y policial
– el poder científico
Esto es lo que nos espera
Digo yo: “Y bueno, mientras no nos quiten la tele y el fútbol…” ¡Qué espanto!
El poder internacional pretende ser el vehículo para la consolidación multinacional de los intereses comerciales y bancarios controlando el gobierno político de los Estados Unidos. (de SIN APOLOGÍAS por senador Barry Goldwater, Berkley, Libros, NUEVA YORK).
La gente compra libros que nunca lee. Acaso sea por eso que en España se editan más de sesenta mil títulos al año.
El tango: Piazzola.
El Jazz: Benny Goodman.
El Gorrión de París.
M. Martínez Llantada en su análisis científico plantea que “la actividad creadora se forma en un nivel más alto de conocimientos y/o un nuevo modo de acción. La actividad creadora es una relación compleja del hombre con la realidad en que se integran los procesos intelectual, volitivo y emocional” y sigue diciendo “... La actividad creadora permite resolver los problemas que se presentan y como proceso participa en él todas las fuerzas del hombre para producir valores materiales y espirituales cualitativamente nuevos.”
Hay capítulos del saber que exceden la mera información para transformarse en parte sustancial de nuestras actitudes intelectuales, afectivas y volitivas.
¿Qué lograron los impresionistas? Pusieron fin a los sueños, quisieron contar la verdad.
Se puede ser cristiano sin tener fe.
No se puede ser católico sin tener fe.
Muchos curas dejan de tener fe pero no renuncian a su sacerdocio porque a lo largo de su carrera se han ido transformando en excelentes cristianos.
No entiendo la catolicidad sin la Iglesia, aunque no tengo claro que todos los que van a la Iglesia sean católicos.
Cuando las guerras dejaron de ser por la propia patria los ejércitos dejaron de reclutar ciudadanos para emplear soldados-empleados-del-estado-a-sueldo que tiran tiros para “salvar” otras patrias y eventualmente masacrar a sus mismos conciudadanos. Mercenarios, diría Macchiavelo, que no los recomendaba.
El dicho es “no news, good news”. Los medios lo han transformado en “good news, no news”.
Las madres quieren a sus hijos. Los padres según y conforme.
Ah! Mon père, son crime à peine est pardonnable; Mais síl est insensé, vous êtes raisonnable. Un père est toujours père, et sur cette assurance j´ose appuyer encore un reste d´espérance. (Corneille, Polyeucte)
Si j’avais fait quelque progres dans la connaissance de coeur humaine, cést le plaisir que j’avais à voir et observer les enfants qui ma value cette connaissance. (J.J. Rousseau, Neivième Promenade)
Perfide! Oses-tu bien te montrer devant moi! (Thésée a su hijo Hippolyte en “Fedra”)
Los padres no visitan a sus hijos en la cárcel. Van las madres. Será por la misma razón que hay “Madres de Plaza de Mayo” pero no “Padres de Plaza de Mayo”.
Los padres no aceptan un hijo homosexual. Una hija lesbiana les importa menos, pero los avergüenza por igual.
Cuando cayó Batista en Cuba los jóvenes salimos a la calle a festejar.
El problema del peronismo es que Perón se miraba tanto a sí mismo que no pudo ver el futuro.
El problema del Partido Radical en Argentina era que ni los mismos radicales sabían lo que querían.
En consecuencia, cuando hacían algo (“rara avis”) se equivocaban.
Es difícil ir contra el sistema. Si te pones duro te aniquilan; si vas con la razón se dan cuenta que eres blando y no te llevan el apunte; si quieres modificarlo desde adentro te dejan pasar de largo.
Una villa miseria es un amontonamiento de pobres del que se han escapado los más capaces y los más voluntariosos.
El Colegio Militar de la Nación (Argentina) tiene unas instalaciones que ni West Point. Las instalaciones siguen, pero el Ejército no existe más: es un regimiento de boyscouts.
Dada la globalización el dinero que se invierte en el Ejército Argentino es apenas gasto.
Ningún maestro puede dejar de preguntarse el para qué de su existencia. En la pregunta está el motor de su pedagogía.
Cuando viajaba en tren desde Lomas de Zamora a Buenos Aires allá por los setenta, vi desaparecer, una a una, la mayoría de las empresas que albergaba Avellaneda, una importante ciudad industrial del conurbano. ¿Qué estaría pasando? Ya se había puesto en marcha la Trilateral.
Cuando uno vive superficialmente tiene respuesta para todo; juzga y condena con la misma ligereza lo que trascendente y lo insignificante.
Los militares no pueden tener voz, ni voto, ni soldados, ni generales, ni oficinas, ni nada de nada.
La revuelta del General Menéndez en 1952 contra el peronismo me cogió en la escuela; el bombardeo de Buenos Aires de 1955 me cogió en la calle; La revuelta de Azules y Colorados de 1961, me cogió en la calle; el golpe de estado de Onganía de 1966 me cogió en la calle; la revolución de Videla de 1976 me cogió en casa porque me avisó un coronel, que si no, me cogía también en la calle. Es para pensar que me la pasaba callejeando. ¡Cuánta miseria para una sola vida!
Un día apareció en el programa de radio de la villa un sindicalista de Ubaldini, dirigente sindical. No fui más. Lo prefirieron a él.
Treinta años después siguen en la villa, ya viejos ellos y mendicantes sus hijos. Hay alguna meretriz por allí que conocí de chiquita, cuando era una beba.
Puede ser que haya pocas cosas verdaderamente valiosas en la Edad Media. Del mismo modo tengo la certeza de que el Renacimiento tampoco es el "suma cum laude" de los fundamentos que hacen a nuestra existencia.
Pero el humanismo renacentista destaca.
Me acuerdo de Alejandro VI. Dios lo perdone; que una cosa es actuar según la época que te toca vivir y otra ser un canalla.
He vivido con rabia las miserias de los poderosos; también las de los pobres, aunque con dolor; y con asco las de los "buenos" que no son capaces de matar un gorrión pero aplauden cuando los mata otro.
Ser maestro hoy día obliga al saber del filósofo, del antropólogo, del sociólogo, del sicólogo…a ser un pensador.
Lo lúdico no riñe con lo profundo.
El conocimiento potencia para salir adelante pero no garantiza nada. Hace falta, además, voluntad y pasión por lo que se hace. Aún así, tampoco hay garantías.
Un médico no puede saber todo lo que ofrece la medicina y la farmacopea. El paciente tiene que guiarlo.
Maestros y médicos tendrían que convalidar sus títulos cada dos años.
Todos los seres humanos tenemos derechos. Pero no a todo. Aquello para lo que no estoy capacitado me desautoriza.
¿Están los políticos capacitados como para representarnos? El único político que conocí que podía representar a la ciudadanía se llamaba Arturo Frondizi. Los que se creían con derecho a todo lo voltearon del gobierno.
En España los ha habido, pero Felipe González era verdaderamente capaz. Los buenos “que no matan un gorrión” lo desprecian.
Tener conciencia de que uno va a morir nos hace vulnerables.
Las características de la desinformación hoy día no tienen nada que ver con la ignorancia decimonónica que se resolvía alfabetizando al pueblo.
La participación de la gente dinamiza los procedimientos. Sin embargo, la mayoría de las veces los dinamita.
Manhattan envejece más allá de los baches de la 5ª Avenida. Otras ciudades toman su lugar. Me las imagino rutilantes, con rascacielos monumentales, canchas de tenis allá arriba por las nubes, coches, helicópteros… y camellos deambulando por sus avenidas.
Del mismo modo me imagino a Madrid llena de chinos.
Es menester una gran armonía para saber hasta dónde se puede llegar; para ello es necesario el rigor que exige el conocimiento; la lealtad que demanda el amor; el sacrificio que exige la voluntad; los riesgos que demanda la libertad.
No hay que confundir pensamiento con reflexión ni conducta con comportamiento.
Cuando un niño comete una falta hay que tomar medidas correctivas propias del comportamiento: una penitencia, por ejemplo.
Una conducta errática, en cambio, no se corrige con una penitencia. Se debe abordar con profesionales especializados.
Las guerras han servido para avanzar científica y tecnológicamente. También para matar a millones de desgraciados.
"…Todos los hombres son creados iguales e independientes entre sí, y de esa creación reciben derechos inherentes e inalienables, entre los cuales están la preservación de la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad". (Thomas Jefferson).
Seguimos rechazando al diferente.
Chile le quitó a Bolivia su salida al mar. Como sucedió hace mucho tiempo era de esperar que en un gesto fraterno se la devolviera. No ha sido así.
Lectura de la profecía de Amós 8, 4-7
Escuchad esto, los que exprimís al pobre, despojáis a los miserables, diciendo:
«¿Cuándo pasará la luna nueva, para vender el trigo, y el sábado, para ofrecer el grano?»
Disminuís la medida, aumentáis el precio, usáis balanzas con trampa, compráis por dinero al pobre, al mísero por un par de sandalias, vendiendo hasta el salvado del trigo.
Jura el Señor por la gloria de Jacob que no olvidará jamás vuestras acciones.
No es necesario ni conveniente saber de la gente más de lo que surge de sus acciones. (Héctor Penna.)
La razón y el sentimiento no van de la mano.
El ser: el instinto; el humano: el equilibrio.
La modestia sale al encuentro del reconocimiento
La soberbia sale al encuentro del elogio.
El hombre en soledad, incomunicado, padece una gran angustia.
La literatura no ofrece soluciones. Plantea incógnitas; la búsqueda permanente.
[...] Esta preferencia irrestrictiva por los territorios de la intimidad, por los usos de la emoción, por las prácticas especulares del espectáculo público que nos reenvía siempre la misma imagen, la nuestra, nos confina en un espacio en el que sólo puedo estar yo, a solas conmigo mismo, espectador único de un teatro que me está exclusivamente reservado [...] (Vidal Beneyto, El País, 21 de junio de 2008)
"Hay que buscar igualdad, la diferencia se da de antemano. Los seres humanos somos diferentes. La diferencia es un hecho, la igualdad, un derecho. Nadie está más pendiente de la diferencia que un racista, por ello se debe educar en la igualdad; las diferencias son superficiales pero los parecidos y semejanzas son esenciales." (Fernando Savater).
Me imagino al hombre pintando las paredes de la cueva de Altamira; me imagino a otros hombres mirando extasiados esas maravillas.
De pronto me vienen a la cabeza Dalí, Velázquez, Sorolla, Boticelli, Vermeer…
Florencia, Padova, Milano, Génova, Borzano, el Lago di Garda…
Oviedo, Madrid, Toledo, Salamanca
¿Por qué España se ha olvidado de América?, pregunto nuevamente.
Traer la tradición a colación es aletargar el presente.
Lo que he aprehendido de la realidad no ha quedado fuera de mi. Lo he incorporado.
Mi aventura interior choca con el conformismo.
Insertarse en el mundo no significa diluirse en él.
Ningún conocimiento aislado, fuera de contexto, puede hacernos pensar que vamos por buen camino.
La conformación de los seres vivos, no siendo la del ser humano, no admite grandes consideraciones respecto de su autonomía.
El hombre es el único ser vivo que puede caer en el abismo más abyecto.
La belleza del hombre, según transcurre su tiempo, tiene que derivar en belleza del alma.
El hombre se ufana por el lujo porque el lujo lo exhibe socialmente, lo prestigia, lo muestra ante los demás.
La reflexión alimenta nuestros adentros según va chocando con los afueras.
La paciencia ayuda a la tolerancia.
Le loup emporte l´agneau et puis le mange, sans autre forme de procès (La Fontaine, Fables Choisies, Le loup et l´agneé)
El fastidio tiene retorno. El enojo no siempre.
Se precipita un nuevo mundo. El hombre se va descapitalizando: elude el encuentro, el saber, la perdurabilidad de valores que ha perdido y no le interesa recuperar, la lectura. Respecto del encuentro, se conforma con la relación; respecto del saber, se acomoda al manejo de la tecnología y la imagen va reemplazando la lectura.
El mundo se desliza a otras formas de vida.
Las nuevas tecnologías han puesto a nuestro alcance cientos de “amigos” de los que no sabemos casi nada.
El ser se corrompe; es finito. El ser, si humano, puede perdurar si ha elaborado su espíritu.
Si se ha vivido en plenitud se es infinito.
Cae derrotado quien ha malversado su vida.
La muerte es dolorosa porque es la ruptura entre el cuerpo y el espíritu.
El hombre es el único ser vivo que puede desear morir. Los animales no pueden desear morir por carecer de conciencia de muerte.
El hombre desea morir cuando asume que su cuerpo no puede ya albergar su espíritu.
Una vida proba no teme a su memoria.
Una infancia plena echa las raíces para vivir una vida plena.
El malvado siempre va a carecer de todo aquello que alienta al hombre bueno.
La plenitud del ser humano exige matar al animal que llevamos dentro en cuanto seres.
Mi padre murió acostado de lado, su cara reposando sobre su mano derecha; sus piernas recogidas. No mostraba angustia ni dolor. Murió como vivió: en paz consigo mismo y con los demás.
Emilia María Trevisi murió en soledad, algo que no se merecía después de una vida de entrega. Tengo instalado ese dolor. También por mi padre.
La familia es una familia no sólo cuando se aman los padres; que sí; ni cuando trabajan para lograr el bienestar de todos; que también; tampoco cuando se esfuerzan por mandar a sus hijos al mejor colegio, sino cuando coinciden en la educación que hay que darles a los hijos. Y educar es satisfacer la plenitud de las potencias que los caracterizan como seres humanos para transformarlas en actitudes y a ellos, de meros individuos en personas.
Adán y Eva tomaron conciencia de su mortalidad la serpiente mediante.
Las personas deben ser respetadas por su ética; los individuos por su moralidad, lo que no está mal del todo (que tengan moral, digo).
El padre durante la adolescencia de sus hijos no puede ser su amigo.
Si el hijo varón no mata al padre durante su adolescencia entrará en un conflicto difícil de resolver. De ser así cuando sea mayor la relación que establezcan será de gran hostilidad.
En una familia con hijos varones el padre tiene que ofrecerse en holocausto. Si no lo matan entonces, cuando son mayores lo asesinan. Es ley de vida.
La presencia de un padre pesa para siempre. Los hijos que matan al padre de mayores padecen el remordimiento de saber que no hay vuelta atrás: el padre pierde interés en ellos y no intenta el acercamiento.
Al no derivar en encuentro, la relación que mantiene la gente entre sí no es suficiente para que se preste ayuda mutua.
Limpiamos nuestra conciencia donando unos pocos euros al mes a una ONG o instituciones por el estilo. Y ni siquiera nos molestamos en llevar el dinero; la transacción es puramente administrativa: el banco se ocupa de todo.
El mundo ha tomado un rumbo del que no puede apartarse.
Los políticos no padecen las austeridades que imponen a la ciudadanía.
Torrente es un vivillo, inescrupuloso mamarracho sin remedio que, dado el éxito de sus esperpénticas películas, bien puede decirse que representa lo más bajo de la sociedad española.
Un día una señorona española me sugirió, con alguna altanería, que me ocupara de mi país y dejara España en manos de los españoles.
Yo elegí España para vivir. Ella no tuvo la oportunidad de elegir. Voy a seguir luchando para que mi elección no haya sido vana.
El afán recaudatorio del estado, en cualquier país y en cualquier momento de su historia, prima sobre los derechos que tiene la ciudadanía.
Los sindicatos no cumplen con su misión: pertenecen al sistema.
Siempre hay que trazar una diagonal entre los derechos que nos asisten y su ejercicio. La diagonal es la oportunidad de ejercerlos.
Del modo que marcha la Iglesia Vaticana una salida para acabar con sus miserias sería seleccionar cuidadosamente a los aspirantes al sacerdocio.
La universidad tendría que plantearse la necesidad de considerar algo más que la inteligencia para dar cabida a los aspirantes a ingresar en sus aulas.
La policía no puede ser un cuerpo militar. Los objetivos que tiene que fijarse, como así también sus metas, no tienen nada que ver con aquellas del ejército.
El ejército adiestra a la tropa para hacer la guerra. La policía tiene que educar a su gente para que colabore en el ámbito ciudadano.
El hombre tiene que asumir la vejez disfrutando de todo lo que brinda.
La vejez es el momento de la puesta en común con uno mismo
Coca cola camino de quedarse con China: 2175 estudiantes chinos han establecido un record mundial al abrir simultáneamente sendas botellas de Coca Cola que previamente agitadas conformaron la fuente más grande del mundo. ¿Y?
La impudicia, la soberbia y la desvergüenza se han hecho con los políticos.
Los amiguetes de Bush que lo aconsejaron, guíaron y empujaron a hacer la guerra de Irak, al abrirse la licitación de los pozos petrolíferos (febrero de 2010) , se quedaron con el petróleo del país.
La tortura denigra a la humanidad y los torturadores a cada hombre en particular.
Cuando los políticos publican sus memorias escriben en actitud arrepentida pero pletórica de justificaciones. Entonces meten a la patria de por medio.
Karl Rove, se siente orgulloso de las torturas de la CIA. “Eran apropiadas, estaban en sintonía con la legalidad internacional y estadounidense", afirmó.”
El hombre es un profundo misterio interpretable de mil maneras, pero tiene una indiscutible categoría más allá de las interpretaciones que sucesivos pensadores puedan sostener; de hecho, este hombre, el que se sienta a mi lado en el metro, mi vecino, mi prójimo en fin, me obliga a satisfacer su potencial, a proyectarlo en toda su plenitud, a colaborar con su crecimiento, con sus necesidades.
Cuando se descarta la naturaleza humana del hombre se lo transforma en objeto, adquiere la calidad de ”cosa”.
El interés privado no puede afectar el interés común.
El Reino Unido se llevó de la Argentina en el siglo IXX y hasta casi mediados del XX toda la lana, los cueros y la carne que procesaba en Inglaterra para luego vender por todo el mundo, entre otros mercados, al español.
La necesidad no genera derechos. Genera obligaciones en todos aquellos que la reconocemos, más allá de la imputabilidad que merezca el necesitado.
Toda persona tiene obligación de prestar apoyo al que necesita, favoreciendo en él un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios.
Es de justicia y de nobleza que todos los hombres lleguemos a un estado de salud que nos permita acompañar a nuestros hijos en su crecimiento, a nuestros viejos en su bienestar y a nosotros mismos en el goce de nuestra obra.
Buena parte de todo lo que hacemos en esta sociedad está íntimamente ligado al temor, al placer y a la estupidez, jamás a la reflexión.
Los maestros no le dan una bofetada a sus alumnos cuando los insultan porque temen perder el puesto; los padres no les dan otro a sus "nenes" porque son ESTÚPIDOS y todos los demás porque vivimos una SOCIEDAD DE LA DIVERSIÓN que no se puede permitir el lujo de educar a sus hijos para que descubran la alteridad (QUE LA MAYORÍA NI SABE LO QUE SIGNIFICA)
El delirio anticristiano de la jerarquía de la Iglesia Vaticana obliga a un cambio de nombre. En lugar de IGLESIA, la de Cristo, la tuya hermano, que eres IGLESIA, deberá llamarse "el templo".
Desde que se le otorgó a Kissinger el Premio Nobel de la Paz –nada menos que el de la Paz– nadie más debería aceptarlo.
El respeto que merece la muerte
“Las entradas para el funeral de Michael Jackson se sortearán en Internet. La promotora musical de Michael Jackson, distribuirá a través de internet las entradas para asistir al funeral del fallecido rey del pop, que tendrá lugar el martes en Los Ángeles, informa la BBC.”
¿Qué mejor para un católico que fijar la mirada en el gesto cúlmine de su pastor cuando la consagración? ¿Qué mejor que poder seguir la liturgia de la misa en su propia lengua prestando oídos inteligibles a sus palabras?
Pronto veremos al Vaticano transformado en mero museo regenteado por una multinacional, (¿Coca Cola? ¿Microsoft? ¿Zara?) con algún que otro figurón a la cabeza (claro que un Papa –vaya uno a saber quién ¿Rouco Varela, Cañizares?) – pero lleno de engominados ejecutivos que poco sabrán del evangelio o del Cristo doliente que le reclama al padre por su padecimiento.
No entiendo el nacionalismo.
Hay pocos pueblos tan nacionalistas como el pueblo de EE.UU. Son muy inocentes y tienen la misma carga de crueldad que los niños.
A diferencia de EE.UU los pueblos nacionalistas de Europa son poco inocentes pero tienen igual carga de crueldad.
Los locos viven presos de una lógica destellante, alucinada, llena de fulgores; propia.
Los cuerdos viven presos de una lógica que les impone el sistema; opaca, ajena.
He sido actor de mis sueños.
Hay etapas de la vida en la que los que vivimos apurados nos quedamos solos.
Se logra más ayudando a un sinvergüenza que a un imbécil.
Nunca pierdo la esperanza a tal extremo como para sentir que la vida carece de sentido.
La ilusión tranquiliza aquí y ahora.
La esperanza tiene futuro.
La Libertad debe buscarse entre los muros de las prisiones, a veces en el patíbulo; nunca en los Consejos, los tribunales o las escuelas. Gandhi.
Los dioses no mueren porque pierdan su poder de majestad, sino porque dejan de pertenecer al dominio inasequible que sugieren. Malreaux
El dolor no tiene explicación cuando tiene nombre y apellido.
La lucha es movimiento, desencuentro, análisis, inteligencia, pasión.
La coronación de la verdad se realiza en la toma de conciencia de que siendo infinitamente distante se da cita en nuestra cotidianidad.
La verdad vive escondida porque pone en blanco y negro los convencionalismos, la cobardía, el autoritarismo, el narcisismo, la soledad, la obcecación, el egoísmo, el individualismo, el cosismo, la inconsecuencia, el servilismo, la violencia, la complacencia... todas negaciones de la lucha.
“Descubrí esa noche que la gente mayor, distraída de lo cotidiano por un dolor, es tan tierna como los niños; como si la congoja les abriera el alma, se lanzan al encuentro de la miseria ajena, a compartir, a poner en común sus lágrimas.” (“Soy down”, novela del autor; pág.99)
Con los años uno deja de pensar en lo superfluo. Sólo tiene necesidades que remiten a lo importante.
Hay que exigir a los chicos que aprendan a manejar los nuevos recursos y materiales que la tecnología pone a su disposición para que alcancen niveles de conocimientos avanzados que los mantengan actualizados y al mismo tiempo les den ocasión de hacer punta en nuevos hallazgos.
El hombre inserto en circunstancias poco propicias, desfallece, renuncia a lo importante, se agota en trivialidades, en una mezcla rara de impotencia y desgano.
Nunca pongas un dolor delante de ti: te lo llevarás por delante; ni encima: te aplastará; tampoco por detrás: corres el riesgo de perderlo de vista. Llévalo siempre a tu lado: allí no interrumpirá tu paso, ni te aplastará ni te olvidarás de él. (Sor María Mauro)
La oligarquía y la aristocracia tienen en común que aspiran a diferenciarse de las clases sociales que están por debajo de ellas: la oligarquía, de los pobres, y la aristocracia de la oligarquía.
Si me preguntaran si conozco algún aristócrata no sabría qué decir: están serenamente ocultos.
Por el contrario si la pregunta se refiriera a los oligarcas podría decir, sin empacho alguno, que los dueños de las PYMES, todos ellos, lo son.
Un oligarca es un tipo capaz de alterar el medidor de agua que surte su piscina para pagar menos o, incluso, no pagar.
Un aristócrata es un tipo capaz de hacer robar una obra de arte para contemplarla él solo en su casa.
Es evidente que si se reunieran para discutir el tema no se pondrían de acuerdo: el oligarca pensaría que robar un cuadro para mirarlo con exclusividad es un disparate propio de locos; el aristócrata, a su vez, que robar el agua es un delito incalificable que afecta a la comunidad.
La sicosíntesis es el paso siguiente al sicoanálisis. Es la etapa del tratamiento en la que el paciente tiene que insertarse en el mundo para recomponer su relación con la realidad, decía mi madre. Claro que no se da, a no ser que se entienda por sicosíntesis el proceso de amaestramiento por el cual el mundo intentará una vez más someterlo, aunque en esta ocasión éxitosamente.
Propongo que las Universidades que han incorporado el Plan Bolonia, ya que están en plena avanzada del conocimiento ¿?, creen una cátedra de sicosíntesis.
Debe destacarse la comprensión por sobre el perdón. El que otorga perdones somete al perdonado. El que se equivoca merece comprensión y misericordia antes que perdón.
No suelo enojarme con la gente. Sólo me fastidio. El fastidio irrita, pero no encona.
En el trato con la gente hay que trazar un camino que nos conduzca hasta ella. Hay que ser generoso, saber darse. Si no nace el encuentro, pues, sin encono –acaso con fastidio, pero sin encono– que cada cual siga su camino. Otra vez será. O no.
Es fácil acompañar al que asume su desgracia. Lo difícil es acompañar al que reniega de su desgracia.
Llegué a ver cómo, con el tiempo, mariposas y gorriones volaron otros pueblos donde los plantíos y las viejas casonas seguían albergando sus vidas.
También vi a mis alumnos de la Gerencia de Radio Protección Nuclear de la CNEA levantar la vista al escuchar los aviones que sobrevolaban el reactor atómico de Ezeiza donde trabajaban y recibían clase.
Los caminos de la vida son de por sí sendas poco expeditas. Nuestras cargas no pueden transformarlas en ríspidos e intransitables.
La vida no puede ser un abandono permanente de principios vividos a partir de lo que autorizan nuestros rezagos de conciencia.
Cuando terminó la guerra
Volvió el soldado a casa.
Pero no tenía ni un mendrugo.
Vio a alguien con un pan y lo mató.
¡No hay que matar!, dijo el juez.
¿Por qué no?, preguntó el soldado.
(Wolfgang Borchert: poeta alemán. 1921-1947).
En un momento del sintiempo de mi peregrinar, me crucé con un señor que vestía una túnica blanca. Parecía judío: tenía tez cetrina y cabello oscuro, enrulado. Sus ojos, firmes, me miraban con dulzura. Una paloma, tan nívea como su túnica, reposaba en su mano derecha. El encuentro fue circunstancial.
Somos pasajeros de un mundo que gira y gira sin llegar a ninguna parte.
El desfile se inicia con el transitar de los tanques; sigue la caballería, luego la infantería…¡Qué lindo!, dice un pibe que mira entusiasmado. Me sonríe. Acaricio su cabecita india, tupida de pelo duro, negro. Pobrecito, pienso.
[…] ¿Quién lee diez siglos en la Historia y no la cierra al ver las mismas cosas siempre con distinta fecha?
Los mismos hombres, las mismas guerras,
los mismos tiranos, las mismas cadenas,
los mismos farsantes, las mismas sectas
¡y los mismos poetas!
¡Qué pena, que sea así todo siempre, siempre de
la misma manera!
(León Felipe)
Beatus ille qui procul negotiis,
ut prisca gens mortalium
paterna rura bobus exercet suis,
solutus omni fenore,
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neque horret iratum mare,
forumque vitat et superba civium
potentiorum limina.
(Horacio)
Varios siglos después, en España
¡Qué descansada vida
la del que huye el mundanal ruido
y sigue la escondida
por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido!
(Fray Luis de León)
La toma de conciencia de nuestra individualidad, lejos de arroparnos en una descansada vida, nos expulsa del edén de la ignorancia.
Las nuevas tecnologías, el comercio, nuestra vida en sociedad no se apoyan en la justicia divina; se remiten a la ley, a la implenitud e imperio de una ley que dictan los poderosos.
Debemos crear, a partir de nuestra intimidad, nuestro propio edén.
En España se sigue diciendo "...pero durante el franquismo había seguridad".
Seguramente la misma que llevó a Jesús al cadalso y a los mártires del catolicismo a morir asados a la parrilla como San Lorenzo o condenados a morir destripados como Santo Tomás Moro.
A lo largo de mi historia, desde que mi tierna infancia me empujó hacia los demás, aprendí que, ante lo insólito, uno debía de pasar página. No lo he logrado con la Iglesia, que aún reclama mi atención. Acaso sea porque Cristo me ha prestado su mano fraterna cuando el dolor lastimaba mis adentros o porque conocí sacerdotes inmaculados que forjaban su fe en la entrega y comprensión por los demás o porque la mejor persona que conocí, cuyo nombre lleva nuestra fundación, Emilia Mª Trevisi, era serenamente católica.
La pólemica Habernas-Ratzinger
El Diálogo entre la Razón y la Fe
Jürgen Habermas
"El catolicismo tuvo dificultades para asumir el humanismo, la ilustración y el liberalismo político""La religión debe abandonar la aspiración de monopolizar la interpretación y a organizar todos los aspectos de la vida"
Joseph Ratzinger
Ideas principales:
“La cuestión de la ley y la ética se ha desplazado para frenar el poder anónimo del terrorismo global"
"Si el terrorismo se alimenta también de fanatismo religioso, cabe preguntarse si superar la religión sería un progreso"
"Nos hemos de liberar de la falsa idea de que la fe ya no tiene nada que decir a los hombres de hoy"
Las religiones monoteístas, cualquiera sea, están insertadas en la vida social, política y económica de las comunidades en las que impulsan su predicamento. Las últimas décadas de nuestro mundo –me refiero por “nuestro mundo” a todo lo que atañe a los países musulmanes, católicos y protestantes– han puesto en evidencia que en mayor o menor grado todas ellas han participado activamente en los países que las sostienen. Tal el caso de la Iglesia Católica que ha dado pruebas manifiestas de injerencia prácticamente en todas las áreas de la vida de más de un país –recordemos su apoyo a dictaduras latinoamericanas, su participación en más de un conflicto armado (Guerra de Malvinas), los escándalos del Banco Ambrosiano y demás.
Como que forman parte de la sociedad, son corresponsables, por acción o por omisión, de los desaguisados que, según vemos hoy día, están terminando no ya sólo con los “PIGS” sino hasta con EE.UU, país éste que acabo de visitar y se ve en franca bancarrota.
¿Cómo podemos hacer llegar a la ciudadanía los argumentos que exhiben uno y otro cuando la realidad nos canta que la política está supeditada enteramente a lo económico, que lo económico-financiero maneja todo –los medios de comunicación escritos, orales, televisivos… a los políticos, sella acuerdos al margen de la gente, no dice ni palabra de la extorsión a las que se nos somete ejerciendo el control más absoluto de los mercados– y que la Iglesia Vaticana no sólo no hace nada para denunciar el atropello? No podemos negar que las alabanzas a la democracia cuando las circunstancias la han llevado a claudicar en el cumplimiento de sus deberes para con la ciudadanía es un ejercicio intelectual teórico. La realidad pasa por otro lado.
¿Cuál es la razón por la que en los ámbitos académicos se eluden los contenidos que podrían esclarecer la comprensión del momento actual?
¿Por qué la tiranía que ejerce la ley sobre los jueces? La ley tendría que poder ser interpretada por aquellos de moco que de ser necesario, deberían poder contradecirla.
Basta el gesto de prepotencia con el que Sus Señorías bajan el micrófono luego de una intervención en las Cortes para reconocer sus calidades.
La sociedad intenta asimilar a los diferentes con los que no lo son para tranquilizar su conciencia.
La lucha de la familia para sacar adelante a sus hijos disminuidos es ímproba.
Para la mayoría de la gente la minusvalidez sigue siendo una tragedia: el problema no es de asimilación; es de integración.
Se asimila con tolerancia; se integra con amor. No podemos superar esa barrera. El mundo no da para eso.
Vamos camino de la disolución de la familia tradicional. Familia, en este momento, significa una madre y su hijo; un hombre y su hijo adoptivo. Se corresponde con los cambios que se operan en el mundo.
El secreto no es forzar las cosas para que cuatro alienados sigan marchando del brazo de los curas en reclamo de una familia tradicional: el secreto es cambiar las circunstancias del mundo.
De no ser posible, que no lo es, la Vieja Iglesia Vaticana tendría que abrir sus puertas para que los “descarriados” pudieran vivir en Cristo.
Los abuelos han cobrado nueva vigencia como soporte de los nietos.
Los católicos se dicen ”practicantes”, como si fuera posible no serlo.
Exhumar a un hijo, sus huesos confundidos en la tierra, enmarañados entre restos de ropa, a merced del filo de una pala ajena al desgarro que importa su rutinario quehacer, compartiendo un tiempo y un espacio que exigen privacidad de dolor íntimo con el desenterrador que cava con profesionalismo; o con otros que se detienen y miran, curiosos por ver qué va a salir de allí adentro, fue su último gran dolor. (“Soy down”, Editorial LIBRORUM, 2010)
Darse a los demás implica un riesgo de vacuidad personal.
El matrimonio no es un puesta en común total. Es un juego en el que el amor comienza a ceder ante el desnudo de la convivencia.
La gente es más producto del “enseñar” que del “aprender”; del decir que del hablar; del oír que del escuchar; del pedir que del otorgar; de afueras, pequeñeces y mentiras que de adentros, grandezas y verdades; en fin, más de creencias que de búsquedas. (en “Soy down”)
Gran parte de la gente pertenece a otra época, cuando el pudor tapaba el pecado, cuando el discurso-mentira coincidía con la realidad-mentira y nadie hacía la denuncia, cuando la diferencia entre un pobre y un rico era el mantel de hilo y no la falta de comida, cuando la vida era lineal y, sobre todo, cuando había tiempo. (en “Soy down”)
He comprobado que el tipo al que se le ha "enseñado" está a la espera (que es una forma de decir “a la defensiva””): "oye" lo que le "dicen" se fortalece en "afueras, pequeñeces y mentiras" y "pide" para poder seguir; le trazaron una línea y a marchar por ahí; basta con creer. En cambio el que aprende, "escucha" al que "habla", analiza "adentros" descubre "grandezas"; desprecia pequeñeces y mentiras y "otorga" para poder seguir; no le alcanza con la fe. (en “Soy down”)
Nadie habla claro: si sos valiente sos loca, si sos cobarde sos prudente, si te va mal –si te dejan, si te apuran, si te aprietan– por algo será; si te va bien es pura suerte. (en “Soy down”)
Se preguntaba Rousseau: “¿Cómo puede un hombre ser libre y estar al mismo tiempo obligado a someterse a una voluntad que no es la suya? ¿Cómo los opositores son libres y están sometidos a leyes, a las cuales no han dado su consentimiento?”
La dictadura de Pinochet buscaba al final de su gestión el consenso popular y por eso el plebiscito; fue derrotado por un porcentaje mínimo a pesar de la brutalidad de su gobierno y de los crímenes cometidos contra los opositores, lo que demuestra el alto grado de enajenación de la sociedad chilena.
"Do unto others as you would have them do unto you." (Jesús) No hagas a los demás…
Por criminal que fuere una persona, su dignidad supera infinitamente su crimen. Y merece respeto, aun cuando haya que castigarla y ponerla en la cárcel.(Giaquinta, Carmelo J)
Con respecto al sistema democrático, la Iglesia se ha pasado de un apoyo decidido a algunas manifestaciones de sospecha; […] y ha intentado influir en la vida pública a través de interferencias sobre las instituciones civiles (como presiones informales sobre legisladores, amenazas públicas de sanciones canónicas, o recomendaciones sesgadas para los votantes). (Revista CRITERIO)
En este nuestro mundo la comunicación de la fe puede lograrse más efectivamente a través de las obras que de las palabras: el testimonio y el ejemplo que damos a través de nuestras acciones al servicio de la familia humana y de todo el planeta.
Los medios han impulsado la opinión ligera y el derecho que nos asiste a expresarla.
Todo es opinión transformada en certeza.
Vivimos agobiados por una hipocresía que enturbia la realidad. Si te rebelas eres un loco; si entras en el juego te aniquilan por falta de entrenamiento: eres un estúpido al alcance de cualquiera. Te transformas así en un mentiroso que anuda medias verdades para sobrevivir.
Lo que he pretendido a lo largo de mi vida es encontrarme con los que aun pensando distinto son capaces del diálogo, de descubrir al otro con el único afán de crecer juntos en el disenso.
Cuando uno está de visita en la vida aprende “lo que no”: lo que no te gusta, lo que no querés, lo que no te importa, lo que no te atañe. Todo aquello que es suficiente para escapar de la realidad. “Lo que no” es poco, no alcanza para que uno se sienta vivo. Así, el futuro se fragmenta en imágenes aisladas, desintegradas; carece de proyecto.
Sentirse vivo conlleva un proyecto de futuro en el que concurren una catarata de intercausalidades y la riqueza de múltiples resultantes que realimentan permanentemente nuestro presente. Nace el hombre co-creador que reivindica su condición de “humano”.
Cada lugar tiene lo suyo: Fisuras, abismos, crueldades. Te quita, pero también te arropa, te hospitaliza, te ofrece seguridad: sabés que podés volver a él. Mis sucesivos espacios fueron devorados por el tiempo. Pronto será todo tiempo.
Conocí a Perón en un espacio que nunca fue mío pero que, en la distancia que me guardaba, me enseñó mucho: El Colegio Militar. Allí mismo conocí a Videla y a uno de sus hijos, que fue alumno mío. También conocí a Onganía, y a Galtieri; a Monseñor Derisi; a Isabel Perón; a Cámpora, a un policía que pasó de cabo a Comisario General; a Lanusse, Viola y a un cura capellán que colgó en la capilla del lugar un cuadro de Cristo vestido de cadete; a Martínez de Hoz; a un cadete correntino que se jugó la vida ayudando a sus compañeros al explotar un mortero; a un cadete alumno mío que volvió destrozado físicamente de las Guerra de las Malvinas y me mandó a llamar por su madre para contarme la verdad de la Guerra; a varios generales más, y coroneles. Aprendí de ellos, en carne viva, que el poder que nace del autoritarismo conduce inevitablemente al desastre. Fundamentalistas sin remedio con límites intelectuales muy severos –salvo Martínez de Hoz– colaboraron en la gesta más oprobiosa que ha padecido la Argentina. Y todo eso en nombre de Dios.
La democracia es una forma de vida que no puede inventarse de un día para otro. La democracia exige constancia y costumbre, respeto y esfuerzo, derechos y obligaciones, normas e imaginación, justicia y paz, seriedad y modelos, astucia y formas, participación, diálogo, crítica, sabiduría –más que conocimiento–, dolor para crecer y alegría para recrear permanentemente, libertad para ser y sosiego para estar.
En Argentina las Fuerzas Armadas, alimentadas por ideólogos trasnochados, no supieron aceptar que no están llamadas a efectuar cambios sino a acompañarlos.
La Argentina, como otros tantos países latinoamericanos, no puede sostener instituciones democráticas porque su forma de vida no es democrática. La argentina es espectacular, es una puesta en escena, llena de actores, iluminadores, libretistas, platea (complaciente) y taquilleros (ávidos)”. (en “Argentina, ¿hasta cuándo?”)
La incapacidad y venalidad de las dirigencias políticas para poner fin a la injerencia del poder económico redunda en la atomización de los sectores sociales y consolida el estamentalismo de las corporaciones, cuya viciosa existencia se dogmatiza en manos de ideólogos, burócratas muy bien pagados por las grandes empresas que los contratan como jueces de certámenes literarios, les consiguen cátedras en universidades del primer mundo, financian sus publicaciones y los lanzan al conocimiento del público a través de programas periodísticos de gran difusión, igualmente financiados por la oligarquía. ¿Sólo pasa en Argentina?
El entorno de la pobreza extrema conlleva un amontonamiento de individuos sin destino. Los más jóvenes se prostituyen o se drogan. Falta trabajo, reina la vagancia. Tienen la voluntad muerta y el afecto dormido. Intelectualmente no satisfacen ninguna expectativa más allá de una deficiente lectoescritura. Indisciplinados, faltos de proyectos, no se detectan hábitos de ningún tipo como no sean los puramente viscerales. Son monológicos; no saben escuchar; son autoritarios, machistas, serviles. No saben de lealtades.
“Habrá de ser el hondo sentimiento de vergüenza la distancia que separa a quienes se empeñan en la comprensión del mundo animal frente a la de aquellos que escribimos sobre nuestra propia especie.
No otra cosa cabe anotar cuando la mirada objetiva (aunque no desautorizada) se posa sobre las variaciones acerca de un mismo tema a la que pareciera condenada la historia de los hombres: sometimiento / lucha para liberarse de su oprobio, ignorancia / esfuerzo desmedido para superarla; pilares de un peso ontológico desigual que nos constituyen, precisamente desiguales porque la determinación natural que, tal vez impere en el segundo se convierte en una porfiada voluntad de egoísmo y ceguera ante el valor del otro en el caso que supone la opresión impune del más fuerte. (Prólogo de C. Berbeglia a “Causales de la marginalidad en la Argentina” del autor, Biblos, 1992)
El Fondo Monetario Internacional se ha constituido en el contralor y centro de gravedad de las políticas económicas que fundamentan su accionar estratégico en el desarrollo de sistemas nacionales de economía integrados vertical y horizontalmente y coordinados entre sí.
La acción del hombre sobre la naturaleza: la modifica, estructura la sociedad, elabora la industria, el conocimiento, la música, la religión; todo lo que el hombre hace, crea, recrea, inventa, adapta, fantasea…
Borges decía que el idioma es una obra colectiva; el ensayista Eduardo Calamaro que es una obra social.
El estado nacional tiene que tutelar lo que esencial a la totalidad de una nación. No puede haber delegación a las comunidades en materia educativa, sanitaria o de comunicaciones. Puede haberla en justicia pero poco más.
Los medios de comunicación deforman la realidad, que es una forma de distorsionar la cultura.
No creo que haya gente inculta. Sí creo que las hay incivilizadas.
La cultura es un encuentro de variables que todos construimos.
La civilización es una imposición pragmática que sólo satisface algunos intereses.
¿Ha sido América el lugar del encuentro feliz, fecundo, de varias culturas, o un largo peregrinaje irredento de atavismos culturales de sectores, de una comunión no lograda de vivencias epocales distintas? De ser así ahí andan indigenistas, hispanistas, anglosajones, gringos, hombres de todas las latitudes de esta América preguntándose quienes somos: somos blancos, somos indios, somos europeos trasplantados? (Carlos Pesado Palmieri)
Las diferencias fundamentales entre la conquista de EE.UU. y la de América latina radican respectivamente en el hecho de que aquella fue hecha bajo el signo del modernismo y las nuestras bajo otro signo: el neotomismo.
Nos entregamos a los políticos para que hagan por nosotros. ¿Qué pueden hacer unos cuántos bastardos pretenciosos, llenos de ambición y afán de poder?; torpes, ignorantes que se descabezan en luchas intestinas donde finalmente preponderan los alcahuetes. ¿Qué puede hacer esta decadente partidocracia que ha desnaturalizando la esencia misma del sistema democrático?
Jorge I de Inglaterra, al inaugurar el parlamento en 1721 manifestaba: “es evidente que nada contribuye tanto al fomento del bienestar público como la exportación de artículos manufacturados y la importación de materias primas extranjeras”. Está claro que hace mucho tiempo que los ingleses saben de qué se trata. Preguntemos a los argentinos, si no, o a la España de entonces.
La democracia practicada en forma constante y genuina convoca un encuentro entre el poder y los ciudadanos independientes, restándoselo necesariamente a las corporaciones.
La exclusión de un sector mayoritario de la población del goce de beneficios y derechos se da por descontado en los proyectos que impulsa el poder económico.
Un llamativo ejemplo citado por Carr dice. “un terrateniente croata de fines de siglo estaba más dispuesto a considerar miembro de la nación croata a su caballo que a un campesino”. (Edward Hallett "Ted" Carr)
En los países donde se hallan todos los valores alterados, el extremo más alto de la jerarquía se confiere al tipo social menos trascendente: el alto burgués. El “cling, caja!” de sus recaudaciones no necesariamente coincide con el de la nación.
No hay democracia con gente que tiene hambre; no puede haber democracia con gente que no tiene trabajo; no puede haber democracia sin recursos.
La sociedad discute temas que hace un montón de tiempo la mayoría de la gente ha resuelto: el divorcio, por ejemplo, o el aborto, o la prostitución. La jóvenes ni siquiera se casan: se juntan, se separan y se vuelven a juntar. Las mujeres han abortado desde siempre, sin ley que las protegiera; y las prostitutas, el caso más paradigmático, siguen ejerciendo y seguirán por siempre sin que se sepa qué hacer con ellas, como no sea esconderlas en los polígonos industriales. Podríamos dejar de discutir y hacer algo para que los matrimonios se divorcien sin más razones que la falta de amor, que las familias rompan definitivamente con una actitud de “no sé cómo ha podido pasarle a la nena” y las feministas reconozcan que las meretrices desgarran su intimidad acostándose con cuanto hombre se les cruza.
¿Qué pasa con el hombre que engendra una criatura que más tarde es abortada? ¿Es el aborto sólo un problema para las mujeres? ¿El padre no tiene nada que decir?
Los políticos siguen hablando a las fantasías de la gente.
Somos prisioneros de las ideas. Primero buscamos una ideología y después tratamos de armar una realidad que condiga con las soluciones que aquélla propugna.
La realidad se volvió inmanejable para cualquier modelo político existente.
Los partidos políticos, que se supone tienen que operar en el sistema democrático, se han ido de bruces. El PSOE en España ha tenido que claudicar de su socialismo para obedecer lo que manda el capital.
¿Qué es lo que prevalece? ¿La fuerza normativa de lo fáctico o la fuerza fáctica de lo normativo? Y acá hay que tener en cuenta la fuerza normativa de lo fáctico, es decir lo real, lo que es y no lo que tiene que ser. Prevalece lo que es.
Los que están de visita en el mundo entienden la felicidad a partir de la “tranquilidad” que brinda el bienestar económico; las “oportunidades” que brinda el dinero en el mundo de la diversión en el que viven; la “postergación” a la que pueden orientar sus obligaciones; la “velocidad” a la que viven sin correr riesgo alguno; el “descuido” en el que pueden incurrir abandonando a los demás a su suerte; el “lujo” en el que viven; el “mostrarse” ante los demás; la “pleitesía” que le rinden los que aspiran a vivir como ellos; el “desprecio” por los que no los consideran…
Los que viven, entienden la felicidad en el encuentro con los demás, la introspección y el darse.
Poder acudir al pasado y recuperarlo en términos de futuro.
Estamos en el mundo. Tomemos el hecho como basamento de un proyecto personal y trascendente; no nos distraigamos.
Cuando en el alma hay contento los demás habitan nuestras vidas.
Los valores no se aprenden en los libros. Se aprenden de todos aquellos que pasan por nuestra vida.
La propaganda fija en el alma de la gente un esquema estereotipado gracias al cual todos terminan pensando lo mismo.
Ostentar un cargo obliga con la ética. Detentarlo obliga con la especulación.
Un día me dijo mi padre: Has cometido un error que no se te puede imputar porque eres joven, pero debes tenerlo en cuenta: Has confiado en la autoridad.
Una noche de verano, cenando en el jardín del fondo de la casa paterna; era un niño aún: “Habla bajo, hijo. El vecino transmite todo lo que decimos. Es un alcahuete del gobierno”.
Otro día vino a hablar conmigo. “Hasta este momento he sido la “memoria” de la empresa. Acaban de instalar ordenadores. Me la han robado. ¿Qué hago, me jubilo?
Sí, fue mi respuesta.
En una ocasión mi padre me preguntó porqué sólo lo había hecho partícipe a último momento de una mala, terrible noticia. “Porque me sentí fuerte como para afrontarla sin hacértelo saber”. ¿Por qué ibas a sufrir de antemano? Ayúdame ahora.
No basta con la agitación para cambiar el rumbo de un país. Menos aún con declamaciones a favor de una justicia que no acaba de instalarse.
Los reclamos en busca de derechos conculcados deben ser ajenos a la política partidaria.
La Vieja Iglesia te invita a pasar. Si no sirves a sus propósitos te deja seguir de largo hasta que te aburres y abandonas.
He llegado a ser yo en una lucha inclaudicable contra todos los “NO” que me acosaron a lo largo de la vida.
Cada vez que regalé mi yo han pretendido destruirme.
Los nostálgicos se regodean en los fracasos del presente y justifican así su atadura al mito que los mantiene vivos. Mi yo asume el presente, su menesterosidad, acepta sus reveces y su instantaneísmo. No teme ningún tipo de cambio, la vida es una tensión hacia adelante. (Carlos Berbeglia)
A veces es preferible no pensar a creer que se piensa con independencia. Muchos creen que piensan porque asisten a la universidad, son profesores… En realidad se ocultan tras una máscara –persona trágica la llamaban los latinos-, “careta” la llamamos nosotros. Son los que venden adentros vacíos.
Persona es aquél que está en plena consumación de su realidad; que se ha visto en el mundo, que se ha visto a sí mismo y se lanza a modificar circunstancias para poder seguir siendo él. Los demás son personajes.
El cristianismo es sincrético.
Mis principios éticos son humanos. Todos ellos coinciden con el cristianismo. Soy cristiano.
Tenemos que ser capaces de percibir “los excepcionales desarrollos científicos, tecnológicos, filosóficos, y artísticos engendrados en medio de las vorágines y los derrumbes” (José Isaacson)
Vivo en un mundo en el cual la legalidad no acompaña mi vida diaria.
La misericordia se ha instalado en mi conciencia.
Sin embargo, no puedo forzar a nadie que la acepte; ni ayudar al que no está dispuesto a dejarse ayudar; ni a palmear en el hombro al que me muestra los dientes.
Hay mucha gente de corazón abierto que necesita. Ellos me aceptarán.
Se puede ejercer violencia sin que aparezca el terror pero cuando aparece el terror, aparece porque se ejerció la violencia.
El sentido último y primero del terror es impedir que uno piense, que es lo que nos caracteriza como hombres.
“Una cultura es saludable cuando mantiene un equilibrio interno con el medio ambiente y cuando preserva una distancia física suficiente con el grupo portador de otra cultura” (Levy Strauss).
“La realidad que vemos no está afuera sino adentro, estamos en ella y ella está en nosotros; somos ella. Por esto no es posible desoír su llamado” (Octavio Paz)
La gente no se da cuenta del caos en que vive porque es parte de él.
El racismo consiste en tratar al otro de una manera abstracta.
El “fundamentalismo”, lo ejerza quien lo ejerciere, es la imposición de la ideología sobre la realidad.
La guerra empieza a ser un crimen desde que su empleo excede la necesidad estricta de salvar la propia existencia. (Juan B. Alberdi, pensador argentino, siglo IXX)
No hay guerras justas ni civilizadas: “Las palabras “guerra justa” envuelven un contrasentido salvaje: es lo mismo que decir “crimen justo”, “crimen santo” o “crimen legal”. No puede haber guerra justa porque no hay guerra juiciosa. La guerra es la pérdida temporal del juicio. Es la enajenación mental. (Juan B. Alberdi)
“El derecho internacional de la guerra [...] no es el derecho de los beligerantes, sino el derecho común y general del mundo no beligerante [...] del mismo modo el derecho penal ordinario no es el derecho de los delincuentes sino el derecho de la sociedad contra los delincuentes”. (Juan B. Alberdi)
La vigencia de un derecho está íntimamente ligada a la posibilidad de su ejercicio. Un derecho que no se puede ejercer deja de ser tal. Tales derechos son puramente declamatorios y, en consecuencia, la posibilidad de su ejercicio sólo puede ocurrírsele a los idiotas útiles que habitan criptas intelectualosas donde se descarna al hombre para poder seguir viviendo al margen de la realidad.
Los factores de poder económico en connivencia con los políticos resuelven, en nombre de los "sagrados intereses de la patria", solapadamente, con maniobras que escapan enteramente al control de la gente, qué derechos sí y para quién, y qué derechos no. Así, nos hacen votar –por aquello del derecho que asiste al pueblo de elegir a sus autoridades, la Constitución y no sé qué más– y cuando se les antoja, con corridas financieras terminan con nuestros derechos.
Las derechas de antaño podrían no ser muy honradas pero tenían pudor. Ogaño las derechas se nutren de políticos “sine nobilitatis” que al llegar al poder no conocen el pudor.
La gente de derecha se horroriza ante políticos como Evo Morales o Chávez, pero acepta, sin embargo, tipos sin estirpe en los que deposita su total confianza.
La socialdemocacia que se dice de izquierdas –si es que se la puede calificar como tal– ha pasado de políticos que se jugaban la vida por los principios a los que se aprovechan de las circunstancias para medrar; lo mismo que las derechas.
La gente mira. Los ignorantes no entienden. Los imbéciles confían. Los más capaces piensan y descreen de los políticos.
Llegado a este punto siento que quedan muchas cosas por decir. No lo haré en esta ocasión.
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