domingo, 12 de enero de 2014

¿CUÁNDO NOS ECHAMOS A PERDER?

por Carlos A. Trevisi

No será ésta la primera vez que nos preguntamos cuándo nos echamos a perder en este deambular por la vida. Los dos apartados que siguen a estas líneas NO nos dan la respuesta, solo ratifican que, en efecto, nos echamos a perder.

¿Cuántas veces desde la Fundación Emilia Mª Trevisi hemos dicho que en el proceso educativo hay un punto de inflexión en cada etapa de nuestra vida que nos distrae de la generosidad y entrega que nos caracteriza cuando somos niños?

Hay un momento en que perdemos la inocencia de la niñez para penetrar otro momento en el que, paulatinamente, la calle nos va alejando del hogar sin darnos la oportunidad de volver al cobijo que aquél nos había dado. La realidad se hace tan vasta y nuestra capacidad de aprehenderla tan escasa que perdemos el rumbo porque no hay quién nos guíe. 

El hogar ya no alcanza y la calle sobreabunda en estímulos. Es tal su vastedad que no podemos con ella y tan escasa nuestra comprensión que derivamos en un estado de ansiedad que solo pasa por la percepción que tenemos de las cosas.  Los estímulos que recibimos chocan con aquellos otros en los que plácidamente estábamos instalados y nuestro pensamiento no alcanza para procesarlos. Llegamos así a la adultez más hechos a la crueldad de la calle que al afecto que nos brindaba el hogar, la casa donde fuimos creciendo, las certezas y el afecto que se nos fueron dispensando.
De resultas,  el "pensar" de una realidad que se ha llenado de incertidumbres no llega a transformarse en reflexión, el paso  donde  se manejan las variables para elaborar un proyecto de vida. 
Esto nos ha afectado a todos desde siempre pero nunca a la velocidad que marcha hoy día. Habría que preguntarse si es posible recrear circunstancias para que la conexión entre el hogar y la calle superara el estadío del pensamiento para abordar el de la reflexión. 

Creo sinceramente que sí. El gran problema es que el marco de referencia es otro. Y esto es lo que hay que asumir.
El hogar debe cambiar. Es menester asumir que ninguno de los cambios debe afectar nuestras capacidades voitivas, ni intelectuales, ni el afán de libertad que anida en nosotros. Mucho menos las afectivas. Entonces ¿qué?
El signo de los tiempos es la velocidad, el entretenimiento. Hay que darle contenido significativo a ambos. Recursos no nos faltan: básicamente los ordenadores, teléfonos móviles, archivos de datos inimaginables hace apenas 15 o 20 años, medios de comunicación están a nuesro alcance. 
El hogar tiene que ser la primera fuente de datos que tenemos que abordar. Para ello es imprescindible despertar en nuestros hijos su curiosidad, un espíritu investigador, y un aliento para desde pequeños vayan elaborando sus propios  proyectos. ¿Cuales serían los contenidos que les permitirían llevarlos a cabo? Dependerá del proyecto. Bastará con sugerir palabras claves que tengan relación con lo que aspiran a llevar a cabo. 


Hacer hablar a los niños favorece la participación, el diálogo, el aprender a escuchar, y permite a la familia  tomar contacto con la realidad que anima sus vidas. Cualquier metodología holgaría si no lo entendiéramos así. La relación acompañar-enseñar-aprender debe contemplar, necesariamente, las vivencias del grupo familiar. Así, la sugerencia de los contenicos  pondrá en acto todo aquello que satisfaga las necesidades específicas de nuestros hijos y su entorno. 
Suponiendo que uno de ellos se entusiasmara por un tema vinculado con la salud (¿Por qué me enfermo?),  que tomo tan al azar como podría ser ¿Era buenod Cristóbal Colón? podríamos  sugerir que  comenten cómo es la casa donde vivimos, qué alimentos ingerimos, cómo  se cocinan, si asisten al centro de salud regularmente, quién les aplica las vacunas, si practican deportes, cómo se llama su médico de cabecera, cómo son sus hábitos de higiene corporal, etc.

La estrategia de hacerlos hablar favorece nuestra participación y nos permite a padres y a  abuelos (que tienen tanto para contar)  tomar contacto con su realidad. Los padres registraríamos los comentarios más enriquecedores y sacaríamos  las conclusiones que sirven a su interés. 

Si de la salud se tratara,  los invitaríamos a que visiten el ambulatorio para investigar porqué tienen que comer proteínas, o a que salgan en busca de un vídeo sobre la alimentación a las tiendas donde se alquilan; o a ver ver qué hay en Internet sobre la alimentación o...

En pocos días nos mostrarán los folletos  que les dio el médico y explicarán a toda la familia que no sólo hay que comer hidratos de carbono y grasas sino también proteínas, fruta, beber mucho líquido, abstenerse de tomar bebidas cola y hacer ejercicios físicos; agregarán que el médico fue muy bueno con ellos y que les brindó toda la información necesaria para mantenerse saludables; comentarán  que no encontraron el vídeo, pero que, averiguando en el barrio, un vecino les facilitó material sobre alimentación porque su hija es nutricionista y qué con... 

Detengámonos aquí.
Nuestros chicos han penetrado varios planos de la realidad, no sólo el del conocimiento.
El relacional: han comprobado que tratándose de algo serio –su trabajo de investigación- el médico fue generoso y les salió al encuentro; lo mismo pasó con el vecino. No sucedió así con el del vídeo-club, al que ni siquiera nombraron, ni con el de la tienda de ordenadores que los puso de patitas en la calle porque él no estaba para explicar lo que solicitaban.

Estupenda ocasión para los padres para adentrarse, incidentalmente, en el tema de los VALORES. El médico se mostró DIALOGAL, suspendió su actividad para darse unos minutos de OCIO que compartió con los niños, fue SOLIDARIO, fue CONSECUENTE..., al igual que el vecino, que se mostró COMPRENSIVO. El de la tienda de informática  mostró ser AUTORITARIO, INFLEXIBLE, y el del video-club EGOÍSTA.

Podremos entonces ampliar la enumeración de valores felicitando a los chicos por su ESFUERZO, su AMPLITUD y APERTURA, su AUTONOMÍA, su COOPERACIÓN, su SOLIDARIDAD... y hacer extensivo el trabajo a un análisis de las personas con las que se vinculan a diario - el distribuidor de prensa, la cajera del supermercado, el conserje del colegio- y de ellos mismos o de algún prócer a partir de sus realizaciones...

El contenido "la salud" no sólo se ha enfocado según lo que el medio reclamaba aquí y ahora -clave en el proceso de enseñanza-aprendizaje-, sino que ha derivado naturalmente en una experiencia de vida en la que los chicos han reconocido actitudes y distinguido valores.
Pero, además, se han transversalizado contenidos y aportado temas que, sugeridos por ellos mismos, llevan a una arborescencia impensada: medicinas, nutricionistas, vídeos, Internet, ordenadores, etc.

Por supuesto que esto que acabamos de ver podría haberse "enseñado" explicando lo que es un hidrato de carbono o una proteína pero ¿hasta qué  punto habría despertado su curiosidad y su afán de investigación?

El planteo es válido para cualquier nivel socio-económico.
Seguramente en las escuelas con una población de mayores recursos se solucionaría la "búsqueda" de material con más facilidad y habría que orientar el trabajo de los niños en otro sentido.
¿No sería igualmente interesante estudiar historia de esta manera? ¿No sería para nuestros adolescentes más atractivo descubrir los "adentros" de un Felipe II partiendo de el “Cristo Blanco” de Cellini, o de las taraceas con que se lo obsequiara? (¿Por qué una escultura o una taracea?) ¿O las crisis financieras que sobrevienen durante su reinado explicando la usura a la que lo someten los Grimaldi, prestamistas de aquel entonces? (¿Por qué acudir a un prestamista?) ¿O leyendo alguna crónica de su reinado en la que se habla de que en "la villa de El Escorial se confunden bestias con hombres", tal es la miseria? (¿Por qué no se ocupaba el rey renacentista de esos pobres infelices?) ¿O la impresión ilegítima de los libros del nuevo rezado que se hacía en el Alto Perú, en América? ( ¿El inicio del robo de los "derechos de autor"?)
¿No incentivaría esta metodología a los jóvenes con mayor interés que enseñarles quien era Cellini, las Guerras con Flandes, el brillo de  Felipe II o que los Jerónimos (http://www3.planalfa.es/msmparral/) imprimían los nuevos libros en el monasterio? ¿No los obligaría a un porqué que ellos mismos deberían contestar?

De ser así, habremos trabajado con una integración de disciplinas -o de contenidos o temas- con un objetivo que las excede en lo particular: el descubrimiento, por parte de los chicos de una nueva y distinta perspectiva para aprehender la realidad; aquélla que resulta de la integración de los temas que ellos mismos escogieron.

Será lo que resulta de una tarea  que satisfará consignas que priorizan el aprender por sobre el enseñar. Será producto de conclusiones 
abarcativas, abiertas, inclusivas, flexibles para facilitar la articulación de nuevos contenidos; heterogéneas en respuesta a los múltiples intereses de los chicos; homogéneas en tanto  integradoras de contenidos; estéticas en satisfacción de las formas; expandibles en tanto autorizan agregados a los contenidos ya existentes.
Nos compete como padres elaborar una estrategia de aprendizaje, elegir contenidos, destacar relaciones, establecer tiempos, orientar búsquedas y sugerir y administrar recursos y materiales.
Compete a nuestros hijos elegir temas, transformar las relaciones en encuentros, conseguir material y manejar los recursos.
Así impulsaremos al niño a asumir la elaboración de estrategias que le permitan organizar los datos según prioridades que él mismo irá descubriendo a partir de los objetivos que se le tracen en pos de la meta: una síntesis dinámica, lógica, abierta, ampliable, perfectible en la que han concurrido el rigor que exige el conocimiento y el esfuerzo que demanda una férrea voluntad.

El espíritu crítico que van adquiriendo los chicos en el hogar pronto lo apiicarán en la escuela llevándose por delante la vetustez de una didáctica de la memorización o de una pedagogía que lo alienta a ser depositario de datos que  son ajenos a su interés. 
No será ajeno a este cambio el maestro a quien recomendamos echar una ojeada a las llamadas que siguen.

www.Eduteka.org
http://edtk.co/3UWMg

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La creación de un proyecto de clase utilizando la metodología del Aprendizaje por Proyectos (ApP)
Creación de un proyecto de clase para Aprendizaje por Proyectos (PDF)
Vistazo general a la educación por proyectos en la Red


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VIDEOS PARA ANALIZAR Y COMPARAR

Un niño con comida y otro sin comida (video)
Publicado el 7/01/2014

Se realizó el Experimento Comparte para estudiar al ser humano cuando se enfrenta a la realidad de un mundo mal repartido. De los 20 niños sometidos a estudio, 20 compartieron su comida.
Deberíamos aprender.
Link de la pagina de la noticia: http://esnoticia.co/noticia_a.php?Id_...

SINCERIDAD POR SOBRE TODAS LAS COSAS.

Apareció por fin un auto-proclamado "neoliberal" que sostiene una verdad -la suya- como puños: solo le importa el dinero . Una verdad que nadie de los que piensan y  actúan como él no se atreve a hacer pública. 



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