jueves, 1 de octubre de 2015

AGUAS POTABLES. (Cuento corto -I-)


Por Carlos A. Trevisi

- Aguas Potables. Holá.
- Sí, señor. Hace varios días que no tenemos agua y...
- ¿ Usted es vecina de Floresta?
- Sí, señor y ...
- No se preocupe . En pocas horas se regularizará el suministro.
- Pero ...
- Le repito que es cuestión de horas. Buenas tardes.
Click !

Hurgó en su monedero en busca de otro cospel; volvió a llamar.

- Aguas Potables. Holá.
- Señor , yo soy de Floresta. Recién hablé con alguien que me garantizó que...
- Sí , conmigo . Es cuestión de horas señora, ya se lo dije; sea paciente.
- Pero... discúlpeme, pero... no me pida paciencia. Hace más de dos semanas que estoy sin agua y ...
- ¿Qué quiere que le haga?
- No me conteste así, por favor. No tenemos...
- Pero señora... ¿qué quiere, que le lleve un bidón a su casa? Yo no tengo nada que ver. Soy un empleado, nada más. Ya le dije que es cuestión de horas.
Click !

LLevaban tres semanas sin agua. Para colmo, ni siquiera llovía. El barrio era una ruina. Casi todos los vecinos se habían mudado a casas de parientes o amigos. Elisa no podía irse; no tenía dónde ir.
Buscó en la guía telefónica.

- Holaaa...
- ¿Municipalidad?
- Sííí...
- Tenemos un problema en el barrio. No hay agua y...
- Comuníquese con Aguas Potables. Ese trámite no es de incumbencia municipal.
Click !

Siguió buscando.

- Hola.
-¿Con la Secretaría de Derechos Humanos ?
- Sí...
- Usted disculpe pero hace 20 días que no tenemos agua en el barrio y Aguas
Potables no...
- Perdón, pero antes que continúe, debo decirle que esta repartición no tiene nada que ver con carencias de ese tipo. Esta oficina está para otra cosa. Nosotros nos ocupamos de los desaparecidos. Lo siento mucho .  ¿Intentó en Aguas Potables?
- Pero yo no hablo para que me dé agua. Yo quisiera saber si ustedes me pueden informar respecto de los derech...
- No. Lo siento, señora.
- ¿ Es que no me asiste ningún derecho ?
- Sí, todos; en este caso el derecho a tener agua. Pero... ¿qué tiene que ver esta repartición con su falta de agua? La Secretaría fue creada especialmente para hacer cumplir con los derechos humanos.
- No me entiende. Escuche, por favor. Yo no le pido agua, yo quiero saber...
Click !

Siguió adelante.

- Cámara de Diputados.
- Mire, señor , yo tengo un problema de falta de agua en el barrio ..
- Le comunicaré con la comisión respectiva.

- Comisión de Servicios a la Comunidad...
- Tenemos un problema de falta de agua en el barrio y todas las gestiones que
hemos llevado a cabo han sido infructuosas. Yo quisiera...
- ¿Capital o provincia ?
- No entiendo...
- Sí, ¿dónde vive ?
- En la capital; en Floresta.
- Un minuto, por favor.

El minuto se transformó en dos, en tres, en cuatro. Volvió a llamar.

- Cámara de Diputados.
- Yo llamé recién por un problema de falta de agua y me...
- Un minuto.

- Comisión de Servicios a la Comunidad.
- Se cortó la comunicación; yo llamé porque nos falta el agua en...
- Ah ! Sí... Estamos abocados al tema; ya ha habido varias denuncias y el martes próximo nos vamos a reunir con las autoridades de Aguas Potables para reclamar formalmente. No se preocupe. Se ha creado una Comisión "ad hoc" para estudiar el tema. Llame el miércoles.
-Pero...
Click !

Las plantas más tiernas ya se habían secado. Los paraísos comenzaban a deshojarse y los plátanos despuntaban un amarillo otoño indigno del mes de noviembre.
Carritos precarios, empujados por chicos o mujeres, cargaban la rapiña nocturna.
El hedor a perro muerto se hacía insoportable y las ratas lucían plenas andando libremente por calles y azoteas.
Las clases fueron suspendidas y se cortó el tránsito por la avenida Rivadavia; más tarde por Alberdi; Olivera era la única transversal habilitada.
A la cuarta semana se detectó un brote de cólera cuyo inicio las autoridades atribuyeron a una familia de bolivianos que había usurpado una casa de la calle Caxaraville. Se montó un cordón sanitario -se tapiaron los accesos a las calles secundarias - y se prohibió salir a los pocos ciudadanos que aún permanecían en la zona.
Una comisión de vecinos, encabezada por un puntero radical, reclamaba por los derechos de la ciudadanía de la Capital a elegir sus propias autoridades , alegando que "se había acabado la época de los virreyes"; a continuación invitaba a la población a ver los comunicados de la UCR en Internet; los frepasistas insistían con la renuncia del intendente a quién atribuían toda la responsabilidad de lo que sucedía, por corrupto; los liberales-conservadores-populistas de centro insistían en que " la infraestructura del sistema de aguas corrientes, administrado por el estado durante más de ochenta años, estaba totalmente obsoleta y que había que tener paciencia: en manos de la nueva empresa privada proveedora del vital elemento, en poco menos de dos años sería reemplazada y volvería el agua a las canillas" ; finalmente, los socialistas repartían rosas rojas a las mujeres encargadas de los puestos sanitarios.

Los saqueos se multiplicaban.
Una columna de villeros de la autopista 25 de mayo, a pesar de la vigilancia policial y apoyados por la jerarquía eclesiástica -el Cardenal Cuasicura alegó en su favor- tomaron posesión de la mayoría de las casas del pasaje "El Maestro".
Los estudiantes del profesorado de inglés del Joaquín V. Fernández, iniciaron una campaña que rápidamente convocó a jubilados y maestros. Bajo la consigna "Joder con los discursos" (originariamente en inglés: "fuck with words") salieron a la calle a exigir realismo a las autoridades. Había que ver a las alumnas de tercer año del "prof" en los puestos sanitarios colaborando con la población más necesitada mientras practicaban su inglés !

La gran ciudad, sin embargo, seguía con su ritmo habitual.
El diputado oficialista Agarrisaca coincidía con los reclamos de la Fuerza Aérea respecto de la falta de mantenimiento de la flota y el papelón que sería que los aviones se vinieran abajo si nos convocara la ONU a acciones internacionales conjuntas.

Las Madres seguían rondando la Pirámide y las Abuelas encontrando nietos.
Los gays y las lesbianas se degañitaban intentando convencer a los "normales" que ellos también lo eran.

Carrefive inauguraba su nueva modalidad de ventas con "credit cards" y regalaba adornos para navidad a los primeros 50 compradores de los días martes; se vendían tarjetas navideñas con San José observando serenamente a su hijo; la Liga de Mujeres de su Casa prevenía a los incautos compradores de regalos y champagne acerca de comerciantes abusivos, y recomendaba los grandes super-hiper-macro-mercados como lugares confiables por la calidad de sus productos y sus precios.
La gente importante de la ciudad seguía utilizando sus celulares, sus tarjetas y encaraba las vacaciones, crédito mediante; Cancún, Cartagena y Santa Marta se llevaban a los coloridos cardaches.
El conurbano de la Capital Federal se aprestaba a recibir los camiones con vituallas que satisfarían su hambruna, capturarían sus votos y desalentarían revueltas.
Fotovich seguía rifando animalitos en la Biblioteca Nacional; (gracias a tan inteligente iniciativa, la benemérita institución, en dos meses, estaría en condiciones de habilitar un nuevo salón de conferencias para los periodistas del canal oficial) ; Piarri insistía en que tenía un amigo judío en el barrio en cuarentena y el ingeniero Alsobagaray , en sedente viaje inaugural , concretaba su más caro sueño: un servicio de aerosilla que uniera Buenos Aires con Colonia).
Causaba disgusto en el gobierno la aparición de la cara del Ecónomo Mayor en Internet ( se comentó en "la city" que la "otra" carecía de rasgos "wasp").
Mientras un conocido animador de televisión que no quiere que lo dejen solo presentaba un nuevo libro de Carilco -"El temor a la suegra"- , otro, algo más sobrio, reunía en el estudio de televisión a los vecinos de Floresta para explicarles la etimología de la palabra "carencia" y cómo se surtían de agua los Romanos; el Dr. Comitot destacaba la importancia de una dieta hipocalórica basada en la calabaza y el banco de Bostonia traía al cuentista español Julián Tutías que, en sucesivas charlas, y para deleite de numerosas damas, profundizaría acerca de lo obvio.

El posmodernismo dejaba de ser tema y comenzaba a cuestionarse la existencia de la realidad (un general asesino que no usa balero sucedía como gobernador de Tucumán a otro asesino, pero de la lírica; un abogado que no había sobrepasado el 4 como promedio general en su carrera, accedía a la Suprema Corte de Justicia; un vigilante torturador ganaba una florida municipalidad con el 73 % de los votos...)

 
El Lord Mayor de la ciudad, algo desorientado, dialogaba con el gobierno nacional acerca de la importancia de la topadora.

Sendos comunicados del Ministerio del Interior y del Ministerio de Economía que aludían "a la responsabilidad que le cabe al periodismo cuando informa acerca de los hechos que son de conocimiento público", y a "los logros obtenidos en materia de exportaciones en lo que iba del segundo semestre de este año" esclarecían con diafanidad las preocupaciones del gobierno nacional.
Por su parte, el Presidente de la Nación se aprestaba a estrechar vínculos filioputativos con la Gran Bretaña, tomando el té con su Soberana, la Sra. Isabel , luego de dar una conferencia en Oxford (la segunda que daría un deportista argentino en la famosa universidad) sobre un tema que despertó inusitado interés: "El juego de golf : recurso transversalizador de las clases sociales".

Su reserva de agua totalmente agotada, hambrienta, sucia y desgreñada, tomó el teléfono una vez más.

- Holá.
- ¿ Con lo de Borges ?
- Sí...
- ¿ Está George ?
- ¿George ?! ¿Quién le habla ?
- Habla Elisa. Desde "La historia de la noche"
-Perdón... ¿por alguna razón...?

Su arrebato había llegado al paroxismo

- Por los mares azules de los atlas... por los grandes mares del mundo. Por el Támesis, por el Ródano y por el Arno... Por los noruegos que atraviesan el claro río... Por Venecia, de cristal y crepúsculo. Por la Islandia de los mares... Por el aljibe de Buenos Aires del 1889. Por las "things that might have been" y no fueron; por "la espera" y por el universo que tiene que haber ejecutado una serie infinita de actos concretos...
- Holá... Elisa... holá...

Ya no contestaría.
Acababa de desplomarse cuan larga era, aferrada a un tubo teléfonico por cuyo micrófono comenzaba a salir un fino hilo de agua clara.
 

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