Rubén Cerutti, “Los hombres de la
Revolución de Mayo vieron en la matemática la llave para el desarrollo” .OEI
Comentario de Carlos A.- Trevisi: Si bien el tema está centrado en la Argentina, cabría interesarse por la escasa importancia que se le da en el ámbito educativo más allá de contenidos que aparecen como "para apender a pensar" antes que a la necesiad imperiosa que hoy día se impone en varios otros sentidos
Las
matemáticas están visibles o no, pero presentes, en múltiples actividades de
los quehaceres cotidianos. Sin embargo, su trascendencia no alcanza, ni por
lejos, el terreno de lo popular. Y eso, pese a que sus aportes empujaron y
sostuvieron el crecimiento de una nación nueva, doscientos años atrás. Si
prevalece su soporte desde entonces, ¿qué sucede que no alcanza la dimensión ni
el reconocimiento que los años y sus contribuciones le atribuyen?
Agencia
CyTA – Instituto Leloir / UNNE. Por Laura Orgoñ A días de celebrarse el Bicentenario de la Patria, y al mismo
tiempo, los doscientos años de la fecha en la que los revolucionarios de Mayo
decidieron dar un fuerte impulso a la formación de esta ciencia, vale
cuestionarse: Si aquellos visionarios encontraron en las matemáticas una llave
para el desarrollo de la Nación, ¿por qué el suceso no figura siquiera en los
manuales de historia, o por qué su trascendencia no se transmite en las aulas,
más allá de simples resoluciones aritméticas?
Sobre
esto, y a lo largo de una entrevista extensa y profunda, un especialista en
historia de la ciencia y doctor en Matemática, da cátedra en la materia,
revelando en primer lugar un dato conocido sólo por unos pocos: la importancia
que se le dio a la ciencia de los cálculos y las mediciones en la época de la
Revolución, entendida ésta como un factor para el desarrollo militar, comercial
y productivo.
Se
trata del doctor Rubén Cerutti, docente de la Facultad de Ciencias Exactas,
Naturales y Agrimensura de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE). Doctor
en Matemáticas y diplomado en Historia de la Ciencias, en la Universidad de
Zaragoza, España, el especialista relata la trascendental relevancia de la
matemática en los principios fundacionales de la Nación, sus primeros pasos
dentro de la formación superior y el protagonismo que, pese a ello, le negaron
a lo largo de la historia.
-¿Qué
registros existen en el país de los inicios de la enseñanza de la matemática a
nivel superior?
De
acuerdo con investigaciones que realicé, una de las primeras resoluciones que
dictó la Primera Junta de Gobierno, en 1810, fue la creación de una Academia
Militar de Matemáticas. Iniciativa que se concretó sin demoras, el 12 de
septiembre de aquel mismo e histórico año. Eso nos indica la importancia que
los hombres de aquella época le dieron a esta ciencia como elemento esencial
para el desarrollo del país que estaba por nacer.
-¿Por
qué se desconoce ese dato?
Sinceramente,
es algo que me llama la atención ya que ni en los manuales de historia
argentina para la enseñanza secundaria hacen referencia a la importancia que los
primeros gobiernos patrios y aún los últimos de la época colonial le dieron a
la enseñanza de la matemática. Sólo algunos pocos investigadores destacamos
esta parte de la historia.
Es
que generalmente se hace historia política y no general pese a que hay
discursos de la misma época en los que algunos ya hablaban de la importancia de
la química, y del desarrollo que debía tener la física.
Hablar
de la Revolución de Mayo es, además de historiar los hechos políticos,
historiar las relaciones de los prohombres de aquella época con las ideas
científicas. No podemos decir que en el Virreinato del Río de la Plata
existiera ciencia entendida como generación de nuevos conocimiento. Sin embargo
existía una inquietud muy grande, un espíritu científico que era reflejo de las
concepciones que habían surgido en España, fruto de la Ilustración.
Sin
lugar a dudas la matemática fue una protagonista en los inicios de la historia
de nuestra patria, estaba llamada a proveer los elementos para el mejoramiento
de las condiciones de vida de la sociedad y sería la base del aprendizaje que
debieran tener los militares para la defensa del país.
¿Quienes
trajeron esas concepciones relacionadas a la importancia de la Matemática para
el desarrollo?
En
la Argentina son dos los hombres que debemos recalcar como personalidades que
fueron promotores de la enseñanza de la matemática: Manuel Belgrano y el Dean
Gregorio Funes. Ambos estudiaron en Europa y se formaron en el espíritu del
Iluminismo que valorizaba a la ciencia como promotora del desarrollo de la
sociedad. En algunos discursos de la época se pueden leer frases tan
maravillosas como “Las matemáticas tienen además la ventaja de rectificar la
razón, enseñan a discurrir y aún cuando no tuvieran otra, éstas solas bastaban
para hacerlas recomendables” que aparece en el periódico, Los Amigos de la
Patria, de 1816.
Belgrano,
por su parte, justamente en la inauguración de la Academia, expresó que
“la matemática es considerada como la llave maestra de todas las ciencias y
artes, imprescindible para llegar a adquirir los medios que facilitarían
el comercio, la agricultura, la ganadería y la navegación en estas
tierras”. En definitiva, la pensaban, principalmente Belgrano, como un medio
que permitiría el progreso por esos días, pensamiento propio de la ilustración.
-Antes
de la Fundación de esta Academia, ¿se enseñaba la materia?
Así
es. En 1799, se inauguró en Buenos Aires la Escuela de Náutica, con un muy buen
nivel para la época dado que un hombre muy formado en la materia, Pedro
Cerviño, fue quien organizó el plan de estudio, secundado por Juan Alsina,
un piloto. Tiene altibajos y posteriormente es clausurada. También 1808 surge
la primera cátedra de matemática en la Universidad de Córdoba, creada por el
Dean Funes quien la mantiene personalmente, pero sólo hay registros de exámenes
hasta 1810, y dos años después se la suprime.
En
tanto, en 1810, a menos de tres mes de producida la Revolución, la Primera
Junta autorizó, en agosto de 1810, la creación de una Escuela o Academia
Militar de Matemática que se inaugura el 12 de septiembre de ese mismo año,
destinada a formar a futuros militares.
En
ese entonces, la importancia que le dan a la matemática, además de formadora de
la mente, era de tipo instrumental ya que se la considerada un instrumento
básico para las otras ciencias, tal como sucede hoy en día. Querían formar
militares aptos para la defensa del país, y para ello, los conocimientos
matemáticos permitirían trazar líneas de defensa, construir fortalezas,
calcular trayectoria de proyectiles, entre muchas cosas más.
-Entonces,
en medio de ese clima agitado, ¿Es esta una de la cuestiones más urgente sobre
las que se trabaja?
Los
archivos dan cuenta de ello. Los estudios de matemáticas son los primeros que
se reorganizan por el gobierno de la Primera Junta debido a la insistencia de
Belgrano, hombre preclaro porque veía con muchos años de anticipación lo que
era importante para la nueva nación, liberada de la España ya invadida. Ven en
ella la llave maestra del progreso.
Tienen
conceptos muy claro, y sobre esto hay una frase muy famosa que se dice en el
discurso de inauguración de la Academia: “El joven que se dedique a la carrera
de las armas hallará todos los auxilios que puede suministrar la ciencia
matemática al arte mortífero, bien que necesario de la guerra”, pronunciado por
Manuel Belgrano el 12 de septiembre de 1810.
Es
ésta la primera ocasión que se enseña en Argentina Matemáticas a nivel
superior, sería como los primeros años de formación en una Universidad.
-¿Se
conserva aún hoy esa concepción de la matemática como llave para el desarrollo?
Debería
conservarse pero me arriesgo a decir que la clase dirigente no tiene la
concepción de la importancia de los estudios matemáticos. Me sorprendió
gratamente la creación del Ministerio de Ciencia, más allá de eso, no creo que
se tenga una idea clara de la importancia de la ciencia para el desarrollo.
Para
la ciencia, uno de los poderes más grande que tiene la matemática, y que
ya lo veían los hombres de la época de la Revolución de Mayo, es el de
“modelizar” la realidad. Primero verla, estudiarla y modelizarla, tras ello, se
podrá predecir los comportamientos que pueda llegar a tener un fenómeno.
En
la Argentina hay muy buena matemática, de punta en el mundo. Lo que ocurre es
que son temas tan abstractos que nos cuesta llegar al común de la gente.
Abstractos, pero a la vez cotidianos porque la matemática está en múltiples
cuestiones diarias como los son la medición del tiempo, del espacio, de
la fuerza, en el número de gotas de un medicamento, en la seguridad de
transacciones bancarias, en el tráfico, y en mucho más.
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