TRAS
LAS HUELLAS DE PAULO FREIRE
Una pedagogía de
la esperanza
por Ricardo L. Plau
Es
una tendencia multifacética que se desenvuelve en América Latina enfrentando la
situación de dependencia con la meta final de la liberación. Estos términos no
son sólo aplicables a los vínculos entre los modelos pedagógicos de los países
hegemónicos y los países periféricos, sino a los que rigen la vida de los
distintos grupos sociales en los que la distancia está dada por el poder de
unos pocos construido a expensas de la marginación de los más.
Entre
los aspectos comunes que tienen estas pedagogías quizás el más importante, sea
la identificación de los factores de alienación y deshumanización que hay en el
contexto socioeconómico y político y la voluntad de compromiso con el cambio de
esas condiciones. Reconocen la politicidad de la educación y su carácter de
fenómeno social.
Una
de la corrientes pedagógicas de esta tendencia que alcanzó mayor
significatividad ha sido la impulsada por el pedagogo brasileño Paulo Freire.
La de Freire es una de las pedagogías que busca su coherencia en el intento de
constituirse “desde” y “con” los oprimidos, antes que “para” ellos, y que se
construye con la mentalidad puesta en la situación latinoamericana y en función
de su problemática más aguda. Su pensamiento y su acción parten de
un supuesto básico que da título a su primera obra: La educación como
práctica de la libertad (1969).
Toda su obra
está dirigida hacia una teoría del conocimiento aplicado a la educación,
sustentada por la concepción dialéctica en que educador y educando aprenden
juntos en una relación dinámica en la cual la práctica, orientada por la teoría,
reorienta esa teoría, en un proceso de constante perfeccionamiento.
Freire propone una
educación dialogal y problematizadora como instrumento para la
concientización. La concientización de Freire no es más que el
acceso a la criticidad, la elevación de la conciencia ingenua a la conciencia
crítica. La concientización no puede ser individual ni egoísta. La educación es
en su concepción, interacción de los hombres entre sí, de los hombres con su
medio, transformación mutua de los hombres y de su ambiente
para superar la división de la sociedad en opresores y oprimidos. La educación
como práctica de la libertad sólo encontrará adecuada expresión en una
pedagogía en que el oprimido pueda descubrirse como sujeto de su propio destino
histórico. El mundo se concientiza como proyecto humano: el hombre se hace
libre. El destino, críticamente se recupera como proyecto.
La concepción
antropológica que sustenta su pensamiento pedagógico es la idea del hombre como
ser inacabado que no está solo en el mundo como un objeto más, ligado al
entorno como el animal. El hombre se integra en su contexto para intervenir en
él, transformando con ello el mundo, frente a la condición adaptativa de otras
especies.
Lo
importante desde el punto de vista de la educación liberadora, no bancaria, es
que los hombres se sientan sujetos de su pensar, discutiendo su visión del
mundo, problematizando y transformando a través de la praxis su realidad. La
praxis es reflexión y acción sobre la realidad, sobre las estructuras que deben
transformarse.
La educación
problematizadora es un esfuerzo permanente a través del cual los hombres se
perciben como seres que están siendo, como seres inacabados, inconclusos, en y
con una realidad que siendo histórica es también tan inacabada como ellos. De
ahí que la educación sea un quehacer permanente que se rehace constantemente en
la praxis.
Los educandos, en
la educación problematizadora, se transforman en investigadores críticos en
diálogo con el educador quien también lo es. Busca la inserción crítica en la
realidad. La reflexión que propone no es sobre los hombres en abstracto sino
sobre los hombres en sus relaciones con el mundo
En la educación
“bancaria”, en cambio, el saber es una donación de aquellos que se juzgan
sabios a los que juzgan ignorantes. El educador asume la postura rígida de que
él es siempre el que sabe en tanto los educandos son siempre los que no saben.
El único margen de acción que se ofrece a los educandos es el de recibir los
depósitos (de conocimiento), guardarlos y archivarlos. La narración, cuyo
sujeto es el educador, conduce a los alumnos a la memorización mecánica del
contenido narrado. No existe en esta visión distorsionada de la educación
creatividad alguna, transformación ni verdadero saber. Cuanto más se ejercite a
los alumnos en la memorización y la repetición de lo que se les transmite,
tanto menos desarrollarán, dice Freire, la conciencia crítica y tenderán a
adaptarse al mundo de la opresión en lugar de querer transformarlo.
“En la medida en
que esta visión “bancaria” anule el poder creador de los educandos o lo
minimiza, estimulando así su ingenuidad y no su criticidad, satisface los
intereses de los opresores”.
“El antagonismo
entre las dos concepciones, la bancaria que sirve para la dominación y la problematizadora
que sirve para la liberación, se corporiza precisamente ahí. Mientras la
primera necesariamente mantiene la contradicción educador-educando, la segunda
realiza su superación.
Como político
realista, Freire sabe que la educación “no es la llave de las transformaciones
del mundo, si bien también sabemos que los cambios del mundo son un quehacer
educativo en si mismos”. Rechaza así el optimismo ingenuo de quienes todo lo
esperan de la educación, al mismo tiempo que se opone al pesimismo mecanicista
según el cual la educación (como parte de la superestructura) sólo puede hacer
algo después de los cambios de la infraestructura.
Toda acción
educadora persigue un cierto fin, un sueño, una utopía que no permite la
neutralidad política. Ello no significa que el educador imponga su propia
opción, lo cual implicaría una actitud autoritaria y antidialógica. Educadores
y educandos tienen derecho a tener su propia visión del mundo. De lo que se
trata es de: “descubrir las coherencias e incoherencias de nuestras opciones y
esto hace de la educación un ejercicio de ética democrática que a través del
diálogo nos construye como persona y ciudadanos.”
“Lo que no es
posible en la práctica democrática es que el profesor o profesora,
subrepticiamente o no imponga a sus alumnos su propia lectura del
mundo...Luchar contra el autoritarismo de izquierda o de derecha no me conduce,
sin embargo, a una neutralidad imposible que no es otra cosa sino el modo
mañoso con el cual se pretende esconder la opción”Freire, Pedagogía de la Esperanza, pag. 107
El aprendizaje
dialógico (“nadie ignora todo, nadie sabe todo”) es mucho más que un
aprendizaje significativo. Es una acción global que permite a los sujetos
descubrirse a sí mismos y tomar conciencia del mundo que les rodea. Desde este
punto de vista, Freire no sólo tiene en cuenta al sujeto como constructor del
conocimiento sino que valora también la importancia del contexto social. La
unidad dialéctica aprender-enseñar, educar-educarse, introduce una perspectiva
socio-crítica en el proceso de conocer (estamos mediatizados por el mundo) y
hace de la comunicación entre sujetos el instrumento para la apropiación de un
conocimiento activo y crítico.
“El diálogo es
este encuentro de los hombres mediatizado por el mundo, para pronunciarlo....”
“...el diálogo es una exigencia existencial. Y siendo el encuentro que
solidariza la reflexión y la acción de sus sujetos encauzados hacia el mundo
que debe ser transformado y humanizado, no puede reducirse a un mero acto de
depositar ideas de un sujeto a otro...” Freire , Pedagogía del
Oprimido, pg. 105.
El diálogo, según
Freire, se basa en la humildad, en el amor por el mundo, por la vida y por los
hombres.
“En este lugar
de encuentro, no hay ignorantes absolutos, ni sabios absolutos: hay hombres
que, en comunicación, buscan saber más.” Freire, Op. Cit,pg. 108.
Tampoco hay
diálogo sin esperanza ya que ésta es la que moviliza a los hombres en
permanente búsqueda. La desesperanza nos inmoviliza y nos hace sucumbir al
fatalismo en que no es posible reunir las fuerzas indispensables para el embate
recreador del mundo.
“Una de las
tareas del educador o la educadora progresista, a través del análisis político
serio y correcto, es descubrir las posibilidades -cualesquiera sean los
obstáculos- para la esperanza, sin la cual poco podemos hacer porque
difícilmente luchamos, y cuando luchamos como desesperanzados o desesperados es
la nuestra una lucha suicida...”Freire, Pedagogía de la Esperanza,
pag. 9
El diálogo
entre profesores y alumnos no los convierte en iguales, pero marca la posición
democrática entre ellos o ellas. El diálogo gana significado precisamente
porque los sujetos dialógicos no sólo conservan su identidad, sino que la
defienden y así crecen uno con el otro.
La acción
educativa que pretende Freire implica la dignificación del trabajo docente.
Además de una justa retribución salarial exige la formación docente
permanente y la reflexión sobre la práctica cotidiana, la actualización en las
diferentes áreas de conocimiento y una nueva actitud educativa: tradición
pedagógica del diálogo frente a la tradición autoritaria de la escuela.
“El proceso de
enseñar, que implica el proceso de educar y viceversa, contiene “ la pasión de
conocer” que nos inserta en una búsqueda placentera aunque nada fácil. Es por
esto por lo que una de las razones de la necesidad de la osadía de quien quiere
hacerse maestro, educador, es la disposición a la pelea justa, lúcida, por la
defensa de sus derechos así como en el sentido de la creación de las
condiciones para la alegría en la escuela...”Freire, Cartas a quien
pretende enseñar, pag 10
“ Tan
importante como las otras (exigencias), y que ya trae en sí el ejercicio de un
derecho, es la de exigir, luchando por su realización, su capacitación
permanentemente auténtica –la que se apoya en la experiencia de vivir la
tensión dialéctica entre la teoría y la práctica. Pensar la práctica como la
mejor manera de perfeccionar la práctica...” Freire, Cartas a quien pretende enseñar, pag. 13
Freire piensa que
junto con la actuación en el sindicato, la capacitación científica iluminada
por la claridad política, la inquietud por querer saber siempre más, y la
curiosidad despierta son los instrumentos políticos necesarios para defender
los derechos e intereses docentes.
“La tarea que nos
espera en el fin del siglo, y todo lo que pasa hoy en historia del mundo es una
educación democrática al servicio de la desocultación de la verdad. Es
to no se hace sin claridad política pero tampoco sin capacitación permanente
científica y pedagógica”. Freire, Boletín de Temas de Psicología Social. Pag.8
Freire afirma que
el educador aprende al enseñar, si es humilde y está dispuesto a repensar lo
pensado y revisar sus posiciones, a aprender de sus alumnos, esto no
implica que no se capacite seria y responsablemente.
“Algunos de esos
senderos que a veces recorre la curiosidad casi virgen de los alumnos están
cargados de sugerencias, de preguntas que el educador nunca había percibido
antes...” Freire, Op. Cit.
Pag 28
“No obstante el
hecho de que enseñar enseña al educador a enseñar un cierto contenido, no debe
significar en modo alguno que el educador se aventure a enseñar sin la
competencia necesaria para hacerlo. Esto no lo autoriza a pretender enseñar lo
que no sabe .La responsabilidad ética, política y profesional del educador le
impone el deber de prepararse...” Freire, Op. Cit. Pag.
29
Se enfatiza
entonces la necesidad de estudiar por parte de quien se
prepara para la tarea docente y por parte de quien rehace su saber para enseñar
mejor. Estudiar es, en términos de Freire, un quehacer crítico, creador,
recreador, que se produce a través de la lectura, de la reflexión crítica de
algún suceso natural o social o de la discusión sobre algún contenido
disciplinar. El acto de estudiar siempre implica el leer, aunque no se agote en
éste. De leer la palabra y de leer el mundo. Leer, dice Freire, “es una opción
inteligente, difícil, exigente, pero gratificante”. No es tarea para gente
demasiado apresurada o poco humilde.
“Uno de los
errores más terribles que podemos cometer mientras estudiamos, como alumnos o
maestros, es retroceder frente al primer obstáculo con que nos enfrentamos...”
“O nos adherimos
al estudio como un deleite y lo asumimos como una necesidad y un placer o el
estudio es pura carga, y como tal, la abandonamos en la primera esquina.” Freire, Cartas a quien pretende enseñar, pag. 45
LA CONTRADICCIÓN
OPRESORES-OPRIMIDOS
La humanización
dice Freire, es una “vocación de los hombres” que es negada en la injusticia y
en la explotación. Es afirmada en cambio en el ansia de libertad, de justicia,
de lucha de los oprimidos por la recuperación de su humanidad despojada. La
deshumanización no sólo se manifiesta en los despojados de su humanidad sino
también, aunque de manera diferente, en los que a ellos despojan, es esta una
distorsión, posible en la historia, de SER MÁS. El ser menos conduce, tarde o
temprano, a los oprimidos a luchar contra quienes los minimizó. Esta lucha
tiene sentido si los oprimidos no se transforman en opresores de los opresores
sino en restauradores de la humanidad de ambos.
“En verdad, lo que
pretenden los opresores es transformar la mentalidad de los oprimidos y no la
situación que los oprime. A fin de lograr una mejor adaptación a la situación
que, a la vez permita una mejor forma de dominación”. Paulo Freire, 1970.
“Pedagogía del oprimido”.
En realidad los
opresores, afirma Freire, sólo se reconocen como personas a ellos mismos, los
otros son cosas, objetos. Es preciso que los oprimidos existan para que ellos
existan y sean “generosos”.
“Los opresores,
falsamente generosos, tienen necesidad de que la situación de injusticia
permanezca a fin de que su “generosidad” continúe teniendo la posibilidad de
realizarse. El “orden” social injusto es la fuente generadora, permanente, de
esta generosidad que se nutre de la muerte, del desaliento y de la
miseria.” Freire, Pedagogía del Oprimido. P.39
La verdadera
generosidad sólo se entiende en la lucha para que las manos suplicantes de los
“condenados de la tierra” se extiendan cada vez menos frente a los poderosos y
se vayan haciendo cada vez más manos humanas que trabajen y transformen el
mundo.
El gran problema
radica en cómo los oprimidos, que alojan al opresor en sí mismos, podrán
participar en la elaboración de una pedagogía liberadora. Sólo en la medida en
que se descubran alojando al opresor, en que no pretendan ser pareciéndose
al opresor, podrán hacerlo. La pedagogía del oprimido es un instrumento para
este descubrimiento crítico. Muchas veces ocurre, afirma Freire, que la
inmersión en una realidad de opresión, lleva a los hombres a creer que la
superación (individualista) de la opresión, pasa por querer
transformarse en opresores de otros. El miedo a la libertad, a la autonomía,
hace que algunos introyecten la “sombra de los opresores” en tanto no se
sienten capaces de correr el riesgo de asumir dicha libertad y las
responsabilidades que implica.
“Quieren ser,
mas temen ser. Son ellos y al mismo tiempo son el otro yo introyectado en ellos
como conciencia opresora. Su lucha se da entre seguir prescripciones o tener
opciones. Entre ser espectadores o actores. Entre actuar o tener la ilusión de
que actúan...Entre decir la palabra o no tener voz, castrados en su posibilidad
de crear y recrear...”
“Hasta el momento
en que los oprimidos no toman conciencia de las razones de su estado de
opresión, “aceptan” fatalistamente su explotación. Más aún, probablemente
asuman posiciones pasivas, alejadas en relación a la necesidad de su propia
lucha por la conquista de la libertad y de su afirmación en el mundo.” Freire, Pedagogía del oprimido, p.66
El hombre alienado
es atraído por el estilo de vida de la sociedad dominante. Aparentar ser más de
lo que realmente es, es una de sus aspiraciones alienadas. Su forma de pensar y
la manera mediante la cual expresa el mundo son reflejos del pensamiento y de
la expresión propias de la sociedad dominante.
Por eso la liberación,
que trae al mundo un hombre nuevo, es dolorosa. Es un parto sólo viable a
través de la superación de la contradicción opresores -
oprimidos, que es en última instancia la liberación de todos. Para
esto es necesario que no se perciba la situación concreta de opresión como una
situación inmodificable, como un mundo cerrado del cual no se puede salir. Es
fundamental que se la piense como una situación que limita pero que se puede
transformar. Es preciso entregarse a la praxis (acción y reflexión) liberadora.
La transformación de esta realidad opresora es la tarea histórica de los
hombres.
“La liberación
auténtica que es la humanización en proceso, no es una cosa que se deposita en
los hombres. No es una palabra más, hueca, mitificante. Es praxis, que implica
la acción y la reflexión de los hombres sobre el mundo para transformarlo”
Freire se refiere
a sociedades alienadas, que son aquellas dependientes económica y culturalmente
de otras. Al interior de estas sociedades se impone un régimen de
opresión sobre las masas, ejercido por las clases dominantes. En algunos casos
éstas son las mismas que en el exterior y en otros, son las externas
transformadas “ por una especie de metástasis, en grupos de poder domésticos”.
En estos casos se impone la “cultura del silencio”: la sociedad dominada no es
escuchada por la metrópoli, la cual dicta su palabra y, al interior de la
sociedad alienada, las masas populares también se encuentran sometidas al mismo
tipo de silencio por las clases dominantes.
Cuando las masas populares
alcanzan un grado de organización que los acerca a romper con su silencio, las
capas dominantes tratan por todos los medios posibles de detener violentamente
ese proceso.
“...el tema
fundamental para el Tercer mundo – que implica una tarea difícil pero no
imposible para sus pueblos- es la conquista de su derecho a tener voz, para
pronunciar su palabra. Sólo entonces, la palabra de los que
callan o de los que tienen la mera ilusión de hablar, podrá convertirse en una
auténtica palabra.” Freire, Acción cultural para la libertad, pag. 14
Las clases
dominantes, dice Freire, utilizan la acción cultural para el mantenimiento de
su dominación sobre el pueblo. Lo adoctrinan a través de una visión mistificada
de la realidad. Aquellos que intenten llevara cabo una “acción cultural para la
libertad” deben utilizar la ciencia como instrumento para denunciar los mitos
creados por la derecha y llevar a cabo un proceso de concientización
y de revolución cultural permanente.
ALGUNAS
REFLEXIONES: Freire por Freire
· “Mi
inmovilidad, producida o no por motivos fatalistas, funciona como acción eficaz
a favor de las injusticias que se perpetúan, de los descalabros que nos
afligen, del atraso de las soluciones urgentes.”
· “No
se recibe democracia de regalo. Se lucha por la democracia”
· “El
maestro debe enseñar. Es preciso que lo haga. Sólo que enseñar no es transmitir
conocimiento. Para que el acto de enseñar se constituya como tal es preciso que
el acto de aprender sea precedido del, o concomitante al, acto de aprehender
el contenido o el objeto cognoscible, con el que el educando también se hace
productor del conocimiento que le fue enseñado.”
· “El
diálogo entre profesoras o profesores y alumnos o alumnas no los convierte en
iguales, pero marca la posición democrática entre ellos o ellas...Los
profesores no son iguales a los alumnos...Si fuesen iguales, uno se convertiría
en el otro.”
· “No
pienso auténticamente si los otros no piensan también. Simplemente no puedo
pensar por los otros ni para los otros
ni sin los otros.”
· “El
mal no está realmente en la clase expositiva, en la explicación que el profesor
o la profesora den. No es eso lo que critiqué como práctica bancaria. Critiqué
y continúo criticando aquel tipo de relación educador-educando en que el
educador se considera el único educador del educando, en que el educador rompe
o no acepta la condición fundamental del acto de conocer que es la relación
dialógica.”
· Hay
una posición que considero profundamente válida, que es aquella en la cual el
profesor hace una pequeña exposición del tema y enseguida el grupo de
estudiantes participa con ellos en el análisis de esa exposición.”
· “Aún
cuando yo tenga rasgos singulares, yo soy existencia social. No es el Yo
pienso, que explica el Yo existo. Es el “nosotros pensamos” que explica el Yo
pienso. No es el Yo sé que explica el nosotros sabemos. Es nosotros sabemos lo
que explica el Yo sé. Es al revés.”
· “No
es la escuela la que cambia la sociedad, sino es la sociedad que hace la
escuela y, al hacer la escuela, se hace con ésta, dialécticamente.
· “Como
educadoras y educadores somos políticos, hacemos política al hacer educación. Y
si soñamos con la democracia, debemos luchar día y noche por una escuela en la
que hablemos a los educandos y con los educandos, para que escuchándolos
podamos también ser oídos por ellos.”
· “Reconozco
la realidad. Reconozco los obstáculos pero rechazo acomodarme en silencio o
simplemente ser el eco vacío, avergonzado o cínico del discurso dominante.”
LA ESPERANZA
Y LA TRANSFORMACIÓN DEL MUNDO
Las citas que
incluyo constituyen una invitación de Freire al sostenimiento esperanzado de
proyectos y acciones educativas que generen sentido, al
desocultar los mecanismos de la dominación y descubrir las posibilidades de
efectivización de los mismos, orientándolos hacia la transformación sustancial
del mundo.
- “...la práctica educativa
de opción progresista jamás dejará de ser una aventura de revelación, una
experiencia de desocultamiento de la verdad”.
- “...la democratización de
la desvergüenza que se ha adueñado del país, la falta de respeto a la cosa
pública, la impunidad, se han profundizado y generalizado tanto que la
nación ha empezado a ponerse de pie, a protestar”.
- “...sin poder siquiera
negar la desesperanza como algo concreto y sin desconocer las razones
históricas, económicas y sociales que la explican, no entiendo la
existencia humana y la necesaria lucha por mejorarla sin la esperanza y
sin el sueño.”
- “Como programa, la
desesperanza nos inmoviliza y nos hace sucumbir al fatalismo en que no es
posible reunir las fuerzas indispensables para el embate recreador del
mundo.”No soy esperanzado por pura terquedad, sino por imperativo
existencial e histórico.”
- “Mi esperanza es
necesaria pero no es suficiente. Ella sola no gana la lucha, pero sin ella
la lucha flaquea y titubea, necesitamos la esperanza crítica como el pez
necesita el agua incontaminada.”
- “Pensar que la esperanza
sola transforma el mundo y actuar movido por esa ingenuidad es un modo
excelente de caer en la desesperanza, en el pesimismo, en el fatalismo.”
- “...la esperanza necesita
de la práctica para volverse historia concreta.”
- “Una de las tareas del
educador/a progresista, a través del análisis político serio y correcto,
es descubrir las posibilidades-cualesquiera sean los obstáculos- para la
esperanza, sin la cual poco podemos hacer porque difícilmente luchamos
...”
LA EDUCACIÓN COMO PRÁCTICA REVELADORA
Superando el
subjetivismo, Freire piensa que, si bien es necesaria la educación que
desarrolle la conciencia crítica, de la realidad de explotación y
alienación de la sociedad capitalista, ella por sí misma no provoca el cambio
social . Esta creencia , sería una ilusión pedagógica, pero poder conjeturar un
mundo diferente, es al menos un primer paso en un proceso histórico
revolucionario. La lectura crítica del mundo y la apropiación de la palabra
constituyen en el universo del pensamiento freireano, tareas centrales de la
enseñanza.
- “...es preciso dejar
claro que, en el dominio de las estructuras socioeconómicas, el
conocimiento más crítico de la realidad, que adquirimos a través de su
desnudamiento, no opera, por sí sólo, la modificación de la realidad.”
- “Alcanzar la comprensión
más crítica de la situación de opresión todavía no libera a los oprimidos.
Sin embargo al desnudarla dan un paso para superarla, siempre que se
empeñen en la lucha política por la transformación de las condiciones
concretas en que se da la opresión”.
- ...la educación, en
cuanto práctica reveladora, gnoseológica, no efectúa por sí sola la
transformación del mundo, aunque es necesaria para ella.”
- “La imaginación, la
conjetura en torno a un mundo diferente al de la opresión, son tan necesarias
para la praxis de los sujetos históricos y transformadores de la realidad
como necesariamente forma parte del trabajo humano que el obrero tenga
antes en la cabeza el diseño, la conjetura de lo que va a hacer.”
- “He ahí una de las tareas
de la educación democrática y popular...., de posibilitar en las clases
populares el desarrollo de su lenguaje que, emergiendo de su realidad y
volviéndose hacia ella, perfile las conjeturas, los diseños, las
anticipaciones del mundo nuevo.”Esta es una de las cuestiones centrales de
la educación popular: la del lenguaje como camino de invención de la
ciudadanía.”
EDUCADOR Y
EDUCANDO: ENSEÑAR Y APRENDER
Freire redefine
los roles de educador y educando que se encuentran en el camino del
conocimiento en una interacción enriquecedora para ambos. Tanto el docente como
el alumno, ponen en juego el pensamiento crítico y reflexivo en relación con el
objeto de conocimiento.
“En lo
pedagógico critica frontalmente las concepciones tradicionales (verticales,
abstractas, acríticas) de enseñanza y de aprendizaje. Promueve propuestas
dialógicas, con circulación de roles de educador y educando, basadas en la
reflexión crítica y en la mirada de la realidad concreta” Luis Rigal,
1996.
- “...el educando precisa
asumirse como tal, pero asumirse como educando significa reconocerse como
sujeto que es capaz de conocer y que quiere conocer en relación con otro
sujeto igualmente capaz de conocer, el educador, y entre los dos,
posibilitando la tarea de ambos el objeto de conocimiento. Enseñar y
aprender son así momentos de un proceso mayor: el de conocer.”
- “En el fondo, lo que
quiero decir es que el educando se torna realmente educando cuando y en la
medida en que conoce o va conociendo los contenidos, los objetos
cognoscibles, y no en la medida en que el educador va depositando en él la
descripción de los objetos, o de los contenidos.”
- “El educando se reconoce
conociendo los objetos, descubriendo que es capaz de conocer, asistiendo a
la inmersión de los significados en cuyo proceso se va tornando también
significador crítico”.
- “Más que ser educando por
una razón cualquiera, el educando necesita volverse educando asumiéndose
como sujeto cognoscente y no como incidencia del discurso del educador. Es
aquí donde reside, en última instancia, la gran importancia política del
acto de enseñar. Entre otros ángulos, éste es uno que distingue al
educador o la educadora progresistas de su colega reaccionario.”
- “...el enseñar y el
aprender se van dando de manera tal que por un lado, quien enseña aprende
porque reconoce un conocimiento antes aprendido y, por el otro, porque
observando la manera como la curiosidad del alumno aprendiz trabaja para
aprehender lo que se le está enseñando, sin lo cual no aprende, el
educador se ayuda a descubrir dudas, aciertos y errores“.
- “ El aprendizaje del
educador al educar se verifica en la medida en que el educador humilde y
abierto se encuentre permanentemente disponible para repensar lo pensado,
revisar sus posiciones; en que busca involucrarse con la curiosidad del
alumno y los diferentes caminos y senderos que ella lo hace reconocer”.
- “El educador aprende
primero a enseñar, pero también aprende a enseñar al enseñar algo que es
reaprendido por estar siendo enseñado”.
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