COMENTARIO SOBRE LA SITUACIÓN ACTUAL EN ESPAÑA
La Europa del norte se está comiendo a la Europa mediterránea. Hace años que se la viene comiendo pero no quisimos darnos cuenta. El euro fue la trampa mortal en la que caímos.
Somos los únicos responsables. Nos creímos pares de los que nos están estrangulando, de los que supieron consolidar instituciones fuertes a partir de una forma de vida que se sustentaba en comunidades fraternas, que no nacieron de una constitución sino del afán de configurar organizaciones sólidas que los representaran.
Ahora ya no hay más remedio. Nos tienen asidos de las orejas.
Hemos adherido a una civilización cimentada en la Reforma. Las Iglesias protestantes asumieron el cambio. La Iglesia católica abandonó a su comunidad y se transformó en una institución más, sin respaldo comunitario. Es el día de hoy que aquéllas sostienen a sus comunidades y ésta se ha transformado en un estado: El Estado del Vaticano. Se impuso el falso Don Quijote, el adalid de las locuras y no el Quijote de la consustanciación del Caballero con el aldeano barrigón, síntesis que engalana la fenomenal novela. Hemos traicionado nuestra cultura; no hemos sabido seguir un camino que culminara en nuestra propia civilización, la del mirarnos a la cara y reconocernos en el otro, la del saber que soy porque tú estás allí, que sin ti no soy nada.
Cuando lo más notable del Renacimiento nos pasó de largo -no haber asumido que ante el hombre despertaba con ese magnífico cambio una toma de conciencia de su individualidad y consecuentemente de su interioridad- , cuando llegó a sus puertas la posibilidad de abandonar el imperio de una conciencia que alimentaban otros, cuando no supimos organizarnos en comunidad "vivant" y entregamos nuestra vida, nuestra libertad, nuestro orgullo de ser para apenas estar, nos condenamos.
Y lo estamos pagando. Vamos a la deriva
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