martes, 27 de febrero de 2018

EL IDIOMA CASTELLANO TIENE MUCHO QUE ARREGLAR.

DIVERTIMENTO

Tomado del Homenaje al III Congreso de la Lengua Española 
Enviado por Meli Cobo, San Lorenzo de El Escorial

Mas dejemos el acento, que convierte, como ves, las ingles en un inglés...

 Señores: un servidor Pedro Pérez Paticola, cual la Academia Española 'Limpia, Fija y da Esplendor'.

Y no por ganas de hablar, pues les voy a demostrar 
que es preciso meter mano al idioma castellano,
donde hay mucho que arreglar
 
¿Me quieren decir por qué, en tamaño y en esencia, hay esa gran diferencia entre buque y un buqué?
 
¿Por el acento? Pues yo, por esa insignificancia, no concibo la distancia de presidio y presidió, ni de tomas a Tomás ni de topo al que topó.
 
Mas dejemos el acento, que convierte, como ves, las ingles en un inglés, y pasemos a otro cuento.
 
¿A ustedes no les asombra que diciendo rico y rica, majo y maja, chico y chica, no digamos hombre y hombra?
 
Por eso no encuentro mal si alguno me dice cuala, como decimos Pascuala, femenino de Pascual.
 
¿Por qué llamamos tortero al que elabora una torta y al sastre, que trajes corta, no lo llamamos trajero?
 
¿Por qué las Josefas son por Pepitas conocidas, como si fuesen salidas de las tripas de un melón?
 
¿A vuestro oído no admira, lo mismo que yo lo admiro, que quien descerraja un tiro, dispara, pero no tira?
 
Este verbo y otros mil en nuestro idioma son barro; tira, el que tira de un carro, no el que dispara un fusil.
 
De largo sacan largueza en lugar de larguedad, y de corto, cortedad en vez de sacar corteza.
 
De igual manera me quejo de ver que un libro es un tomo; será tomo, si lo tomo, y si no lo tomo, un dejo.
 
Si se le llama mirón al que está mirando mucho, cuando mucho ladre un chucho se lo llamará ladrón.
 
Porque la sílaba 'on' indica aumento, y extraño que a un ramo de gran tamaño no se lo llame Ramón.
 
Y por la misma razón, si los que estáis escuchando un gran rato estáis pasando, estáis pasando un ratón.
 
Y sobra para quedar convencido el más profano, que el idioma castellano tiene mucho que arreglar... 

lunes, 26 de febrero de 2018

AY, RAJOY !!! (II)


Mariano y el autocorrector de países
David Torres

OPINIÓN

Ser Mariano Rajoy no es nada fácil. Hay que levantarse temprano por las mañanas, correr un rato a paso de procesión, ducharse, desayunar leyendo el Marca y enfrentarse después a la plaga de los correctores de estilo. Gente que piensa que ser presidente del gobierno es sencillo, gente que lo critica sin ton ni son porque se trabuca con las palabras, porque a veces no entiende su propia letra o no reconoce su inicial y su apellido en la lista negra de Bárcenas. Qué lata, oye. Un presidente del gobierno tiene muchas cosas en la cabeza y no puede pararse en minucias del estilo de si es el alcalde el que elige a los vecinos, los vecinos al alcalde o el efecto que causan las cuchillas sobre la carne de las personas.
Resulta tremendamente injusto que lo acusen de haraganería cuando una de las principales causas del paro en España es que Mariano desempeña varias funciones oficiales y oficiosas a la vez, no todas ellas incompatibles. A sus obligaciones como presidente vitalicio de la nación, presidente natalicio del PP, presidente suplente de Cataluña, registrador de la propiedad en hibernación y forofo estrella del Real Madrid hay que sumar también la dificultad de ser Mariano Rajoy a tiempo completo. Una labor tan complicada que ni siquiera Mariano Rajoy puede cumplirla con la perfección requerida.
El otro día, en una cumbre sobre el Sahel en Bruselas, Mariano se puso a recitar un montón de países africanos y se embarrancó en uno, Burkina-Faso, igual que cuando en el supermercado te aturullas entre el estante de los pimientos y el de las cebollas. Alguien del público le echó una mano y Mariano se lo agradeció con una sonrisa. Tampoco fue un olvido muy grave, ya que, como señaló en su día Alfonso Merlos a propósito de Mali, esos países africanos ni siquiera pueden ser considerados países en el sentido estricto del término. Como mucho, africanos. Mariano ya se había liado una vez entre Nigeria y Kenia, sin contar aquella ocasión en que le envió un mensaje de ánimo a Guindos recordándole que España no es Uganda. Al fin y la cabo, alinear países africanos no es tan sencillo como alinear delanteros del Paris Saint Germain, eso sin contar que el continente africano juega en otra liga.
A Mariano, por su exposición pública, le ocurre en voz alta lo que a la mayoría de los usuarios de internet nos sucede en privado, cuando el autocorrector de Facebook o el de Google nos ayuda a completar la palabra en la que estábamos pensando, da igual que no sea exactamente la recomendada. Es una sensación desagradable, como cuando un chaval intenta salir de casa con la melena artísticamente despeinada y su madre le pasa el cepillo antes de cruzar la puerta. Es normal que Mariano pierda la paciencia ante tanta crítica desaforada: “Sobran comentaristas políticos y faltan gobernantes con capacidad”. No dijo de que periódico sobran ni de qué país faltan. Tampoco especificó si se refería a la capacidad de organizar, a la de dirigir o a la de robar, aunque en esta última categoría cuenta con un elenco de imputados que podría eclipsar a la cuadrilla de Jesse James, a la de Alí Baba y a la banda del Moco al completo. De gobernantes con discapacidad, de momento, no ha dicho nada.

FACEBOOK TIENE LOS DATOS PERSONALES DE CASI LA MITAD DE LOS EUROPEOS


PÚBLICO.ES
La plataforma etiqueta al usuario a través de los "me gusta", comentarios y el uso de botones para manifestar opiniones.

MÁS INFORMACIÓN
MADRID
EFE
Facebook maneja datos sensibles de uno de cada cuatro ciudadanos europeospara publicidad, según un estudio recién concluido de la Universidad Carlos III de Madrid sobre dicha plataforma que etiqueta al usuario a partir de intereses muy personales como políticos, sexuales, religiosos, de salud o etnia.
Facebook atribuye a más del 73 por ciento de los usuarios en la Unión Europea (el 40 por ciento de la población de la UE), al menos una de entre 500 preferencias publicitarias consideradas sensibles, tras un sofisticado proceso de filtrado y análisis de los datos con técnicas de procesado del lenguaje natural y clasificación manual para preferencias complejas de determinar con software.
Dos de cada tres usuarios de Facebook en Europa están expuestos a campañas de publicidad segmentadas a partir de datos personales privados. En el caso de España, el porcentaje al que la plataforma asigna alguna de esas etiquetas es el 74 por ciento, el equivalente al 43 por ciento de la población.
Las preferencias las asigna Facebook en función de etiquetas relacionadas con términos como comunismo, islam, corán, biblia, prevención de suicidios, socialismo, homosexualidad, oncología, inmigración ilegal, identidad de género, salud reproductiva, embarazo o nacionalismo, entre otros.
Más allá de las legislaciones nacionales, un nuevo Reglamento Europeo de Protección de Datos (RGPD) de obligado cumplimiento para todos los Estados de la UE a partir de mayo, incluye requisitos más rigurosos para garantizar la privacidad del usuario cada vez más vapuleada en el nuevo entorno de internet.
Por sexos, las mujeres están más expuestas, y por edad, el grupo de 20 a 39 años es el más susceptible de ser etiquetado con alguno de los intereses especialmente sensibles que atribuye Facebook.
La plataforma atribuye dichas preferencias sobretodo por "los me gusta" de sus usuarios (81 %), aunque también por los clics en anuncios, comentarios, el uso de botones para manifestar opiniones y otras consideraciones.
La lista europea la encabeza Malta (66,3 %), seguida de Chipre (64,95 %), Suecia (54,53 %), Dinamarca (54,09 %), Irlanda (52,38 %), Portugal (51,33 %) y Reino Unido (50,28 %). En el lado opuesto están Alemania (30,24 %), Polonia (31,62 %), Letonia (33,67 %), Eslovaquia (35 %) y la República Checa (35,98 %).
"Los usuarios no son conscientes en la mayoría de los casos de que Facebook les asigna esas preferencias y, aunque la plataforma permite borrarlas, lo deseable sería que el procedimiento fuera más accesible y sencillo", advierten los investigadores.
Facebook, la segunda mayor plataforma de publicidad digital en el mundo después de Google, fue recientemente multada por la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) con el pago de 1,2 millones de euros por recoger, almacenar y utilizar datos especialmente sensibles para fines publicitarios sin el consentimiento previo de los usuarios para hacerlo, recuerdan los investigadores.

UNA VANGUARDIA ANCIANA Y FEMINISTA

Juan Carlos Escudier
Hay quien ha empezado a echar números de los agraviados por el PP para concluir que si los nueve millones de pensionistas, más los 24 millones de mujeres, más los 1,6 millones de parados sin protección, más otros varios millones afectados de una forma u otra por los recortes -llámense dependientes, estudiantes, funcionarios o enfermos crónicos-, más los 40 millones escandalizados por la corrupción, todos ellos al alimón se cobraran su venganza en el plato frío de las elecciones, Rajoy tendría que emigrar a Santa Pola a registrar pareados e inscribir hipotecas y su partido acabaría siendo extraparlamentario o se disolvería en grupos impares menores de tres.
En la elaboración de esta cuenta de la vieja ha influido decisivamente el éxito de la movilización que los jubilados de toda España protagonizaron el pasado jueves, que pilló de sorpresa al Gobierno, a la oposición, a los medios de comunicación y, especialmente, a los activistas de Twitter, que no concebían cómo podía haber empezado la revolución sin ser tendencia en las redes mientras ellos seguían pronunciándose a favor o en contra del nuevo peinado de Anna Gabriel.
Que los abuelos hayan logrado hacer hueco en su apretada agenda de limpieza, comidas, seguimiento de obras y transporte de los nietos al colegio o a las actividades extraescolares para decir hasta aquí hemos llegado es, sin duda, un indicativo de fin de ciclo, aunque sea pronto para deducir que se avecinen cambios radicales o mudanzas en La Moncloa.
La protesta ha pasmado por lo inusual en una sociedad desmovilizada, adormecida por los vahos del opio destilado en las probetas de Sálvame y Operación Triunfo, y entregada a Facebook o a los selfies en paños menores en Snapchat. La reciente vitalidad de la tercera edad contrasta con la senilidad de una juventud inconmovible hasta la insensibilidad, que asiste impertérrita al desmantelamiento de la educación pública, las reformas laborales, el desempleo crónico o el desvalijamiento de la Seguridad Social. La emigración forzosa ha sido su mayor gesto de rebeldía, cuando no de impotencia. Pasan los años y la generación perdida no termina de encontrarse.
No es bueno generalizar pero nos hemos hecho estoicos en el peor de los sentidos, fatalistas que aceptan su destino con la mirada puesta en la próxima jornada de liga, a ver si hay que seguir pitando a Benzema o si Messi nos alegra el día. Por eso nos asombra que los jubilados se echen a la calle y se pongan un lazo marón por la subida de mierda de sus pensiones o que las mujeres se dispongan a hacer huelga para reclamar el fin de la violencia física y económica que sufren, que no es sino pedir igualdad y justicia.
Es verdad que la crisis nos ha abofeteado y muchos fueron expulsados de ese paraíso edificado en hileras de pareados donde el aire no era puro pero olía a las barbacoas de sardina de los domingos. Dispuestos a tropezar las veces que haga falta en la misma piedra, los cantos de la recuperación nos ha hecho soñar de nuevo con hacernos sitio en esa clase media tan silenciosa, tan informe y tan ridícula.
Los que alcanzan ese estatus o sueñan con hacerlo son los mejores aliados del inmovilismo, los que matarían a sus padres si se les dice que subirles más la pensión nos llevaría de nuevo a la ruina, los que levantarán otra vez las banderas contra los inmigrantes que vienen a quitarnos el trabajo, los que primero defenderán nuevos recortes en el Estado del Bienestar porque hay mucho vago a la sopa boba, los que dirán a sus mujeres y éstas a sus vecinas que hay que ir despacio, que ya se ha avanzado mucho y que las brechas, aun las salariales, se cierran pero con el tiempo. De ahí que no esté claro si asistimos a un despertar o a un ruidoso bostezo antes de seguir durmiendo.

viernes, 23 de febrero de 2018

EE.UU, UN PERMANENTE DISPARATE.


Carlos A. Trevisi


Para ser el país más poderoso del mundo –como se lo clasifica- bien podría atenerse a superar las dolorosas circunstancias por las que atraviesa. Sería de destacar  que la ciudadanía no está por la labor dado que vive ensimismada en la arrogancia y el poder que emana de sus dirigentes políticos, a los que elige sin reparar demasiado en sus calidades. Ejemplares como Reagan, los Bush y Trump –amén de otros varios como Nixon- han dado prueba de que las alternativas de una nación no son su gente sino el poder.

El americano medio vive feliz en un mundo donde rige un fausto mal entendido, el dinero y la negación de los valores  que proclaman desde la fe que profesan. El poder ha conseguido que vivan plácidamente, sin ver la realidad en la que están sumergidos hasta que sus hijos son enviados a la guerra a defender intereses que les son ajenos como no sea que satisfagan un trasnochado patriotismo. De la guerra vuelven enfermos, con la conciencia alterada por haber matado, o simplemente no vuelven. 

Todo sea por la patria.

Hace apenas unos días un joven irrumpió en el colegio donde había estudiado acribillando a balazos de ametralladora a jóvenes estudiantes y profesores. El arma utilizada había sido adquirida a su nombre por el asesino.
No fue ésta la primera vez que sucede algo igual. Cualquiera puede comprar armas de fuego en EE.UU. Existe una asociación que avala que así sea, la del "rifle". Así se hizo el país: desde las armas. La aniquilación de nativos indígenas fue atroz; la guerra civil mató un millón de norteamericanos; las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki mataron 350.000 personas; las sucesivas guerras por intereses espurios desde la Segunda Guerra  mundial, no sé a cuántos más.
Estos antecedentes llevaron al poder a Trump, al que no se le ha ocurrido nada mejor que sugerir que hay que armar a los profesores para defender las escuelas de los ataques como el sufrido recientemente. 

Que yo sepa los profesores no han reaccionado. Solo los estudiantes podrían enfrentar tamaño disparate. 

He visitado Manhattan y el sur de EE.UU. en tres ocasiones. La grandeza de Manhattan es compatible con una actitud de vida que apunta a las cosas antes que a las personas. Me quedé admirado y perplejo por lo que vi. Me quedaría admirado igualmente de lo que se ve en un mundo que me es totalmente ajeno y al que nada me empujaría a ir: Kuwait, por ejemplo. 


domingo, 18 de febrero de 2018

MÁS SOBRE LAS PENSIONES

Las cuatro amenazas para las 

pensiones que obvia Fátima Báñez

La desaparición de la ‘hucha’ y el elevado endeudamiento, el desplome de los 
salarios y el recorte del empleo público, la brecha entre cotizaciones y pensiones
 y el descuadre que generan las bonificaciones reclaman soluciones para garantizar 
la viabilidad de la Seguridad Social
MEDIA: 3
VOTOS: 6
La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. EUROPA PRESS
Para la ministra de Empleo, Fátima Báñez, el descuadre de 16.800 millones de euros (un 1,47% del PIB) con el que la Seguridad Social cerró el año pasado es un dato positivo que supone comenzar a “revertir el deterioro” del déficit e iniciar “el camino de vuelta al equilibrio financiero” al ser inferior al del ejercicio anterior.
Lo dijo, a pesar de que las previsiones apuntan a resultados negativos de en torno a 15.000 millones para los próximos años y de reconocer que “este menor déficit se va a producir también en 2018”, ya que en 2017 el gasto, que lleva años disparado, creció menos que los ingresos.
Sin embargo, los expertos, que discrepan del mensaje optimista de la ministra, señalan varias amenazas para la sostenibilidad del sistema de pensiones que ya se vislumbran, mientras la Seguridad Social acumula un déficit de 87.238 millones en seis años.

Desplome de los ingresos y aumento del gasto

La brecha ente los dos grandes componentes del sistema, las cotizaciones en los ingresos y las pensiones y los subsidios en los gastos, cierran 2017 con una brecha histórica que ya en noviembre (últimos datos disponibles) superaba los 25.000 millones de euros: las aportaciones de los trabajadores no alcanzaban los 100.000 mientras las pensiones (115.600) y los subsidios (10.000) pasaban de 125.000 a falta de diciembre, mes de paga doble. El de 2010 fue el último ejercicio con saldo positivo entre esos dos factores, con una recaudación de 105.400 millones y un gasto de 105.300. Y las previsiones apuntan a que esa brecha seguirá creciendo.
Hoy hay 2,33 cotizantes por cada pensionista, pero comienza a llegar la jubilación de los nacidos en el ‘baby-boom’, entre finales de los años 50 y principios de los 70, y eso hará que el actual ritmo de aumento de 150.000 retirados por año (550.000 altas por 400.000 bajas) se eleve hasta los 250.000. Los 8,5 mayores de 67 años de 2022 habrán pasado a ser 10,6 una década más tarde y 13,1 en la siguiente, según las Proyecciones de Población del INE (Instituto Nacional de Estadística).
Paralelamente, la creación de empleo precario ha tenido un efecto perverso: trabaja más gente pero hay menos trabajo, y eso hace que la cotización media anual haya caído de 6.146 a 5.902 euros en cinco años, desde que la reforma laboral entró en vigor en 2012, mientras las pensiones se revalorizaban unos 2.000. En ese mismo periodo, la pensión media del Régimen General subía de 1.121 a 1.215 euros y la de los autónomos, de 649 a 713. Es decir, un descenso del 4% en los pagos frente a aumentos del 8,3% al 9,8% en los cobros.

Recortes y bonificaciones que merman la recaudación

Medidas como la tarifa plana de los autónomos, que se aplican con independencia de los ingresos del beneficiario y que no están generando un aumento de la afiliación en ese régimen, merman cada año en unos 700 millones de euros la recaudación de la Seguridad Social, lo que supone casi un tercio de los 1.800 millones anuales en bonificaciones.
Paralelamente, una medida como el recorte de la cotización de los desempleados, cuya base se redujo en 2012 del 125% de la prestación al 100%, ha provocado una merma de casi 4.000 millones de euros anuales: los 10.388 de 2011 se habían reducido a 5.509 en noviembre de 2017, ejercicio en el que el presupuesto de esta partida se quedaba en 6.592.
El desplome de los salarios tira a la baja de esas bases de cotización, de la que carecen casi la mitad de los desempleados: más de la décima parte (399.300 de los 3,7 millones de parados del país no ha trabajado, mientras al menos uno de cada tres (1,24 millones) ha agotado las prestaciones.

El efecto ilusorio de una medida heredada

Las cifras de afiliación a la Seguridad Social han mejorado, aunque se trata de una mejora con matices. Los 18,3 millones de afiliados registrados al cierre de 2017 superan en 1,2 millones a los inscritos al finalizar 2011. Sin embargo, más de un tercio de ese aumento no procede de los asalariados del sector privado. Alrededor de medio millón de las incorporaciones corresponden a nuevos funcionarios, que desde 2012 pasan al Régimen General, lo que ha maquillado los efectos que la precarización del empleo privado ha tenido en las cotizaciones.
El sector público, que hoy ocupa a algo más de 2,5 millones de empleados, se perfila como uno de los que en los próximos años puede tirar al alza tanto del empleo como de las cotizaciones, ya que más de 130.000 funcionarios alcanzan la edad de jubilación en el próximo lustro y una cifra similar lo hace en el siguiente. Eso puede llevar al Gobierno a levantar las actuales restricciones sobre la tasa de reposición y aumentar las ofertas de empleo, algo que suele tener como efecto secundario una subida de los salarios en el sector privado.

Una deuda de alto riesgo

El sistema español de Seguridad Social carece de medidas de apoyo financiero más allá de las aportaciones del Gobierno vía transferencia de fondos, que el año pasado iban a superar los 17.000 millones: 16.475 vía transferencia corriente y 737 de capital.
Sin embargo, la desaparición de la llamada ‘hucha de las pensiones’, que pasó en seis años de guardar 70.341 millones cuya inversión generaba intereses a faltarle 176, ha ido acompañada de un aumento de la deuda hasta los 37.410 millones, 14.223 de ellos en préstamos desvinculados de las emisiones de deuda.
El grueso de esta última partida, un préstamo de 10.193 millones, fue contraído el año pasado. Y a él se le suma otro de 8.621 procedentes de las mutuas vía Fondo de Contingencia.
Ese nivel de endeudamiento requiere cada año, además de amortizar las pólizas que van venciendo, y que suponen entre 8.000 y 10.000 millones al año, otros 370 para pagar intereses, ya que los tipos reales rondan el 1%. Todo apunta a que el inminente aumento del precio del dinero por el BCE (Banco Central Europeo) tirará al alza de esa factura, lo que descuadrará un poco más las cuentas de la Seguridad Social.