Hace 15 años o un poco más me enteré que habías
sido engendrada. No
fuiste planeada. No te buscamos. No fuiste producto de una pareja constituida
con un proyecto firme. Al principio me dio miedo, y después otras cosas
que prefiero no decir. Tanto tu madre como yo decidimos seguir adelante con tu
vida. A pesar de las dudas. Quizás hubiera sido más fácil
quitarte con un aborto y prescindir de una gran responsabilidad, siendo
yo no tan pendejo pero muy pelotudo", comenzó el texto. "Si hubiese existido la
posibilidad de abortarte en un hospital público de manera legal y gratuita…yo no
sé qué hubiese decidido, o tu madre en primer lugar. La cuestión es que
seguimos adelante con tu vida y fue el acierto más grande de mi vida. No fue fácil, pero hice lo mejor que pude y te amé desde el primer momento. Hoy sólo deseo que seas una
persona de bien y aunque el pañuelo que llevás puesto no coincide con mis
pensamientos, no obstante te amo y te respeto. Sólo espero que algún día
puedas ver más allá de tu ombligo, que sepas que el tema requiere seriedad
porque se trata de vidas y que respetes y no ridiculices a la gente que
piensa que no se debe abortar, especialmente a tu familia, de tu misma sangre. Te amo", concluyó el padre.
Lancemos a la calle nuestra conciencia comunitaria, despertemos los valores ancestrales que han regido nuestra forma de vida a partir de una educación que no puede permanecer desactualizada; nuestra voluntad, para terminar con los miserables mentirosos que se felicitan por haber salvado a una España que dicen que crece mientras la ciudadanía vive tremendos desasosiegos para mantener a los niños, a sus jubilados y llegar a fin de mes con los míseros sueldos que cobran.
sábado, 11 de agosto de 2018
EL QUEHACER Y LA ÉTICA EN POLÍTICA
Una vez más se le ha embarrado la cancha al PP.
A su nuevo presidente le ha caído encima –sentencia judicial mediante- el riesgo de ser imputado por prevaricación y algunas otras “cosillas” que ya han sido divulgadas por los medios.
No me interesa el tema más allá de lo que significa desde lo ético de cara a la ciudadanía, pero no puedo menos que reprobar el afán de conseguir el estrellato agregando papilíferos prestigios que podrían aportar al desarrollo de una carrera profesional pero poco en el ámbito de lo político en el que más que un máster es menester aportar enlaces y soluciones desde un ideario que ponga en común la imprescindible necesidad de descubrir y resolver los conflictos que agobian a la gente, algo que se logra más allá de reuniones partidarias infestadas por frenéticos adherentes o de títulos académicos.
Podría deducirse desde lo dicho y desde una cruel realidad que se refleja en los telediarios y en programas de divulgación de aconteceres políticos, que nuestra sociedad sigue el derrotero que marca la brutal DESIGUALDAD SOCIAL que arrojan las estadísticas –con lo que esto conlleva en todos los órdenes: SOLO EL 1% DE LA POBLACIÓN ACAPARA TODA LA RIQUEZA QUE SE PRODUCE EN EL MUNDO.
Si reflexionamos acerca de los valores que nuestros políticos esgrimen en apoyo de lo que ellos llaman la “democracia” LO QUE MÁS ESTIMAN ES EL APEGO A LA LEGALIDAD Y A LOS VOTOS QUE SE LOGRAN CUANDO SE CONVOCA A ELECCIONES.
Si la ciudadanía entendiera que las leyes son el resultado al que obligan las circunstancias solo en un momento determinado de nuestras vidas en el que rige una moral que las impulsa en salvaguarda de una convivencia que exige una puesta en común, bien valdría que asumiéramos su actualización –la Constitución incluida- como para que un siverguenza como Rodrigo Rato no siga tirándose de cabeza al mar desde su yate en plenas vacaciones estando imputado por varios delitos; o que un rapero vaya preso por los paupérrimos y estúpidamente agresivos contenidos de sus canciones; o que un ladrón de bicicletas termine en prisión por el hurto-robo de aquello que terminaría negociando en algún bajo fondo para dar de comer a sus hijos; o que cinco criminales violadores de una joven –entre ellos un guardia civil que sigue cobrando sueldo como policía, estén en libertad “condicional” paseándose por la calle o hurtando gafas de sol del Corte Inglés.
Mi desazón es tan grande respecto de la desactualización de la ley que he llegado a dudar de la actuación de los jueces: salvo excepciones, que alientan un atisbo de esperanza respecto de un cambio, cuando leo las resoluciones que adoptan me he llegado a preguntar si verdaderamente tienen la capacidad suficiente como para interpretar la ley más allá de lo que prescribe. Otro sería el cantar si en lugar de la ley, refugio de la moral, se contemplara la ética, variante esencial en el terreno de la justicia como atributo que tendría que anidar en sus conciencias.
Podría aplicarse lo dicho a los políticos. ¿Qué podría aportar un máster al joven presidente del PP? ¿Acaso virtudes que niega una realidad castiga inclemente, o tal vez un cuadro en el salón de su casa con un papelucho que solo serviría para que sus descendientes aplaudieran a un abuelo “letrado” y emocionaría y llenaría de orgullo a su mujer?
Él sabrá.
No me interesa el tema más allá de lo que significa desde lo ético de cara a la ciudadanía, pero no puedo menos que reprobar el afán de conseguir el estrellato agregando papilíferos prestigios que podrían aportar al desarrollo de una carrera profesional pero poco en el ámbito de lo político en el que más que un máster es menester aportar enlaces y soluciones desde un ideario que ponga en común la imprescindible necesidad de descubrir y resolver los conflictos que agobian a la gente, algo que se logra más allá de reuniones partidarias infestadas por frenéticos adherentes o de títulos académicos.
Podría deducirse desde lo dicho y desde una cruel realidad que se refleja en los telediarios y en programas de divulgación de aconteceres políticos, que nuestra sociedad sigue el derrotero que marca la brutal DESIGUALDAD SOCIAL que arrojan las estadísticas –con lo que esto conlleva en todos los órdenes: SOLO EL 1% DE LA POBLACIÓN ACAPARA TODA LA RIQUEZA QUE SE PRODUCE EN EL MUNDO.
Si reflexionamos acerca de los valores que nuestros políticos esgrimen en apoyo de lo que ellos llaman la “democracia” LO QUE MÁS ESTIMAN ES EL APEGO A LA LEGALIDAD Y A LOS VOTOS QUE SE LOGRAN CUANDO SE CONVOCA A ELECCIONES.
Si la ciudadanía entendiera que las leyes son el resultado al que obligan las circunstancias solo en un momento determinado de nuestras vidas en el que rige una moral que las impulsa en salvaguarda de una convivencia que exige una puesta en común, bien valdría que asumiéramos su actualización –la Constitución incluida- como para que un siverguenza como Rodrigo Rato no siga tirándose de cabeza al mar desde su yate en plenas vacaciones estando imputado por varios delitos; o que un rapero vaya preso por los paupérrimos y estúpidamente agresivos contenidos de sus canciones; o que un ladrón de bicicletas termine en prisión por el hurto-robo de aquello que terminaría negociando en algún bajo fondo para dar de comer a sus hijos; o que cinco criminales violadores de una joven –entre ellos un guardia civil que sigue cobrando sueldo como policía, estén en libertad “condicional” paseándose por la calle o hurtando gafas de sol del Corte Inglés.
Mi desazón es tan grande respecto de la desactualización de la ley que he llegado a dudar de la actuación de los jueces: salvo excepciones, que alientan un atisbo de esperanza respecto de un cambio, cuando leo las resoluciones que adoptan me he llegado a preguntar si verdaderamente tienen la capacidad suficiente como para interpretar la ley más allá de lo que prescribe. Otro sería el cantar si en lugar de la ley, refugio de la moral, se contemplara la ética, variante esencial en el terreno de la justicia como atributo que tendría que anidar en sus conciencias.
Podría aplicarse lo dicho a los políticos. ¿Qué podría aportar un máster al joven presidente del PP? ¿Acaso virtudes que niega una realidad castiga inclemente, o tal vez un cuadro en el salón de su casa con un papelucho que solo serviría para que sus descendientes aplaudieran a un abuelo “letrado” y emocionaría y llenaría de orgullo a su mujer?
Él sabrá.
NB
Sugiero que visitéis redefining good life - YouTube
Sugiero que visitéis redefining good life - YouTube
Video en el que un banquero hecha las bases de una nueva convivencia. No tiene desperdicio.
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